sábado, 17 de mayo de 2014

TEMPRANO EN LA PLAZA - VIÑETA 10

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 17 de mayo del 2014 - 21:25

Temprano en la plaza

Doce del día. Puerta de cuadrillas. Veintiséis caballos de rejoneo, vistiéndose de toreros. Cintas, castañetas, crineras… Minuciosidad, estética, rito. Arriba las placas conmemorativas de las corridas de Beneficencia comienzan con el nombre de un rejoneador, Álvaro Domecq 1943.

Y en el 46 otra vez él, con Manolete, Manolo González y Luís Miguel, quien, dicen, entró a última hora pagando sus toros para poder codearse con “El Monstruo”, al que acusaba de rehuirlo.

Por enfemería y capilla, pasillo adentro, soledad, silencio, bocas de tendido vacías y barras desoladas. Después del cinco, alto en las paredes, fotos y fotos, nostalgia de tiempos idos, "cuando el toro era toro, el torero torero, y el toreo toreo". Todo tiempo pasado fue mejor. Azulejos que perpetúan hazañas de lidiadores que no se pueden, no se deben, no se quieren olvidar.

Y en la sala Bienvenida, entre muchos fetiches, un cartelito, pequeño, insignificante, que marca el día en que "Machaquito" y "El Gallo" le cedieron trastos al gran revolucionario, Juan Belmonte, 16 de octubre de 1913, toros de Bañuelos. La corrida fue tan mala y la bronca tal, que el padrino, hastiado, se cortó la coleta. Lo demás es historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario