lunes, 27 de febrero de 2023

FUTUROS VACÍOS - VIÑETA 494

 
VIÑETA 494
 
Futuros vacíos
Jorge Arturo Díaz Reyes, 27 II 2023 
Fonógrafo de Edison. Foto: Norman Bruderhofer, Wikipedia
Cuando le otorgaron a Bob Dylan el  Premio Nobel, hacía cinco décadas que poetas y narradores como Jack Kerouac, William Burroughs, o Allen Ginsberg, lo habían pedido para él. Alegando que: "Dylan era uno de los más grandes bardos y juglares norteamericanos del siglo XX y sus palabras habían influido en varias generaciones de hombres y mujeres de todo el mundo”.
 
Era no mucho más que un adolescente, pero Gordon Ball, profesor de la Universidad de Virginia coincidió con ellos: “Dylan ha devuelto la poesía de nuestra época a su transmisión primordial a través del cuerpo y revivió la tradición de los trovadores”. Tales cosas recordaba Fernando Navarro en El País de Madrid, el 13 de octubre de 2016, dando la noticia de que al fin el ya viejo autor había sido premiado en Estocolmo.
 
Explotó entonces una controversia sin precedentes “nobelescos”. Mientras unos aplaudían, otros clamaban por el mundo contra “el desatino de dar a un cantante el máximo galardón de la literatura”. Ignorando, consciente o inconscientemente, que esta nació como canción, que sus obras madres; La Iliada y La Odisea, fueron durante siglos cantos para ser oídos, no textos para ser leídos. “Canta Oh diosa la cólera de Aquiles…”
 
Bueno. Además, la fusión del blues, el folck y el rock entroncan la obra del norteamericano con profundas raíces africanas, asiáticas y europeas. “Si el pasado no vive en ti el futuro está vacío”, recitaba desde mucho antes de la polémica, en la cual no participó. Es que ni siquiera fue a recoger el premio en la ceremonia.
 
La cultura, es, pensamiento, sensibilidad, aptitud, disposición acumulados. Así cada nueva generación se alza sobre lo construido por las anteriores. Renegar la propia esencia, (somos nuestro pasado), es impostar el presente y derivar hacia la nada. En la vida, la filosofía, la ciencia, el arte…, y en el toreo que todo lo refleja, también, claro. Hoy, con su muy posmodernista moda “retro”, por ejemplo.
 
Estrafalaria y fatua. No por vestir a lo Espartero se hace uno Espartero. No es igual dejarse las patillas a lo Cayetano Sanz que lidiar lo que lidió. Como tampoco fue lo mismo remedar a “El Sacristán”, que pararse donde llegó, y avanzar, para ser Belmonte…, tan remedado a su vez...
 

lunes, 20 de febrero de 2023

ANIMALES AL PODER - VIÑETA 493

 
VIÑETA 493
 
Animales al poder
Jorge Arturo Díaz Reyes, 20 II 2023 
El perro de Mauricio Macri en el sillón presidencial argentino. Foto: El Informador
“Queremos incluir los animales en el núcleo familiar”, afirma Sergio García-Torres, director de Bienestar Animal del Gobierno Español. Nada original, ya en los hogares allí hay más mascotas que niños, la proporción es de 20 millones a 6. Pero también contradictorio, pues al mismo tiempo el autor aboga por exterminar los toros.
 
Pese a todo, creo intuir en la declaración un fondo de alcances insospechados. Integrarnos de verdad y romper del todo las barreras del especismo. Sí, del especismo.
 
Una vez universalizada la inclusión de los animales en la familia, piedra fundamental de la estructura social. ¿Tal como están ahora en manos de sus partidarios? No se: cautivos, castrados, encadenados, enjaulados, fetichizados, rapados; a modo de juguetes, adornos, rarezas, accesorios…, bueno, como sea, quedaría expedito el siguiente paso. Elevar el mono, la cacatúa, el perro, el gato, el pez, el hámster…, desde su amante rol doméstico al nivel superior; la ciudadanía.
 
Claro, ya reconocidos como familiares iguales, quién les podría negar el derecho elemental en toda sociedad equitativa; elegir y ser elegidos. Para las diversas dignidades del Estado digo: presidentes, ministros, senadores, gobernadores, alcaldes, jueces, rectores de universidades, y por supuesto directores de su propio bienestar. Como en la fantasía premonitoria de Orwell.
 
¡Increíble! Hallaríamos una rica veta de liderazgos en otras especies. De pronto más eficaces y más baratos. Eso es lo que vislumbro como una epifanía en el anhelo del connotado animalista. Sería quizás la gran redención y él su mesías.
 
Es que aceptémoslo, por ahí hemos fracasado, no hemos atinado en milenios y milenios de gestión. Echemos un autocrítico vistazo si no a la historia universal (de la infamia, decía Borges), a su perenne violencia, impiedad, injusticia e inhumanidad. Y al punto al que hemos conducido el mundo. Encochinado hasta casi hacerlo inhabitable y amenazante de nuestra propia extinción. Según afirma la ciencia.
 
¡Hombre! Tan solo imaginemos si a más de darles papel de padres, madres, esposos, esposas, hijos, hermanos, parientes…, los empoderamos de verdad. ¡Si votan y votamos por ellos! Un asno, un cerdo, un buitre, una rata, una cucaracha, un loro, un caballo… (ya hubo uno cónsul), cualquiera y todos al poder. El pleno derecho animal puede llevarnos a una democracia superior, alcanzar la utopía y la felicidad.
 
Al fin y al cabo, seríamos una sola familia, la zoológica. Pues que la dirijan los irracionales, ya que sus imitadores no pudimos. Encima, son más, mayoría manda. Gobierno de los animales, por los animales, para los animales. Y sin corridas de toros, y sin muerte, y sin proteínas… la gloria Sergio.

lunes, 13 de febrero de 2023

DE NARCOVACAS Y VACASBOBAS - VIÑETA 492

 
VIÑETA 492
 
De narcovacas y vacasbobas
Jorge Arturo Díaz Reyes, 13 II 2023 
Cuatro toneladas y media es mucha cocaína. Y fueron halladas, junto a 1.750 vacas colombianas por la policía en Islas Canarias (Las Palmas) el 23 de enero, a bordo de un barco zarpado de Cartagena de Indias. Otro escándalo.
 
Que desde hace tres años el barco era sospechoso y seguido. Que quién sabe dónde lo cargaron. Que tan raro. Que quién sería. Que esto ya es el colmo. Que qué hacemos con las vacas. Qué si las matamos acá, o que continúen viaje y que las maten allá, dónde iban… La típica batahola mediática, la cual como todas durará si acaso una semana más. Es que ya se olvidan las más recientes: El “Qatargate”, Dani Alves presunto violador, la ruptura cómico musical Shaquira-Piqué…
 
Y entonces, antes de que esta última baje de rating y suba otro petardo, salta la senadora Andrea Padilla del Partido Verde colombiano, auto concesionaria del “derecho animal”, ponente del hasta ahora victorioso proyecto de ley que prohibirá las corridas en el país, y se pega su respectivo pantallazo. Con una sarta de tonterías, perogrulladas mejor. Pero qué importa como sea, prensa es prensa.
 
“Estamos oficiando a diferentes entidades, no solo del Estado colombiano, sino internacionales; nosotros creemos que aquí tienen que entrar la DEA, la Interpol, porque estamos hablando de un delito internacional”. Como si nadie lo supiera y urgiese su advertencia.
 
¡Ah! y que “debido al olor de la falta de higiene de los animales, es probable que los perros (adictos) que usan para detectar droga no hubieran encontrado antes droga”. Docta observación que seguramente revolucionará la guerra contra el narcotráfico y redundará en beneficio del bienestar animal.
 
Simplezas a decir, más importantes para ella que la cruel muerte programada para las 1.750 indefensas navegantes, y la cotidiana en los mataderos del mundo de millones de reses cuyos derechos aduce representar y de la cual no dice ni mu.
 
En fin, igual a cuando la peste de neumoenteritis o de las “vacas bobas” (a las cuales resulta imposible no evocar leyéndola), que hace unos años diezmó el rebaño mundial, mientras el coro angelical de sus correligionarios callaba, considerando como siempre, que lo prioritario, lo único verdaderamente merecedor de ley, es borrar el toro bravo de la faz de la tierra. Pobres animales, con esos amigos para qué enemigos.

lunes, 6 de febrero de 2023

SÍNDROME DE HARRY - VIÑETA 491

 
VIÑETA 491
 
Síndrome de Harry
Jorge Arturo Díaz Reyes, 6 II 2023 
Fotos: Wikipedia
Mirando, con ojo clínico, lo que viene padeciendo la fiesta en las últimas dos o tres décadas, asalta la tentación de agrupar todas esas dolencias bajo un solo diagnóstico. Igual que hace la medicina con el conjunto de signos y síntomas que caracterizan enfermedades recién identificadas. Esta, por lo general echa mano al nombre del descubridor. Síndrome de Down o de Turner; o al de un paradigma cultural semejante, complejo de Edipo o de Electra..., por ejemplo.
 
Cómo podría llamar entonces un investigador al hallazgo de un conjunto psicosomático integrado por: inmunosupresión, infestación de parásitos oportunistas, extravío de caracteres esenciales, pérdida de identidad, disociación de la realidad, apetito voraz, atrofia de la musculatura y el esqueleto, postración, fiebre publicitaria, delirios de grandeza y negación de la gravedad.
 
O, hablando más descriptivamente: Bajas defensas. Ataques políticos. Confusión. Degradación del toro, la lidia, el riesgo. Menosprecio de la evidencia, los resultados y los méritos en el ruedo. Obsesión por el dinero inmediato. Ablandamiento de los pilares fundamentales del culto, verdad, integridad, valor, fiereza. Conciliación con las exigencias de los agresores; atenuación, morigeración, teatralización, prohibición. Metamorfosis enmascarada taurina-antitaurina. Desinformación y construcción mediática de ídolos. Primacía del show business. Evolución de mal pronóstico...
 
Para llamar todo esto tan complicado, habría que buscar una palabra fácil, corta, de moda, nemotécnica, un nombre que acapare likes. Algo así como Harry ¿No? ¿Qué tal síndrome de Harry, o complejo de Harry?  Sí, suena bien ¿Pero cuál Harry? Hay varios en cartelera. Por supuesto, no el Harry que anda vendiendo los trapos sucios de su real familia. No, no, ese no sirve, para nada. ¿Quizás Harry (Potter), el niño imaginario, que vende como pan caliente libros, películas, videos, de todo y que convirtió en magnate a su genial autora? Bueno, sí, pero su magia no parece calzar.
 
Mejor uno que se asocie con incongruencia, con ser lo que no se es… A ver… ser lo que no se es… Otro Harry… ¡Harry Benjamín, el endocrinólogo! Pionero en el estudio y la comprensión del transexualismo. Esa trágica paradoja de poseer mentalmente un sexo atrapado en el cuerpo contrario.
 
¿No caería mejor este símil, al empeño de la cabeza en meter el rito milenario en un organismo antagónico? Síndrome de Harry, por el buen doctor alemán. Cualquiera podría convenir que cae justo.