martes, 12 de diciembre de 2017

LA PARTE Y EL TODO - VIÑETA 231

Viñeta 231

La parte y el todo
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 12 de diciembre 2017

Licenciado de Falces. Goya (detalle)
Un detalle no hace una obra de arte. Cierto, pero sí puede llegar a serlo en sí mismo, dejando de ser detalle.

No es un simple retruécano. El hecho sucede cuando la parte se independiza del todo, se magnifica, ganando identidad propia, y brillando por sí misma.

En el arte del toreo los ejemplos abundan. Suertes, tercios, gestos, imágenes, momentos que con su fulgor han borrado faenas, corridas, temporadas... Que han alcanzado perennidad. Para citar algunos de los más traídos o menos controvertidos:

El recorte de Bernardo Alcalde Merino “Licenciado de Falces”, no sé dónde, promediando el siglo XVIII, evocado y grabado por Goya muchos años después.

La estocada de Machaquito a “Barbero” de Miura en Madrid el 9 de mayo de 1907, esculpida por Mariano Benlliure. "Lo extraordinariamente bello y magnifico, no superado ni igualado por nadie, fue la estocada". Escribió Don Modesto en su crónica ese día.

“El par de Pamplona”, que Rodolfo Gaona, ejecutó al Concha y Sierra el 8 de julio de 1915. Notariado en las enciclopedias taurinas.

La media verónica de Rafael de Paula en el bicentenario de la plaza de Aranjuez 1997, universalizada por la televisión.

Los contextos del que se desprendieron tales creaciones han sido olvidados o si se recuerdan solo es porque sirvieron de marco.

Sin embargo, con todo y su luz propia estas no pasan de ser fragmentos sueltos ante la unidad rotunda del toreo. Más difícil de contener completa en la memoria; la faena de principio a fin. Obra total, alegoría de la vida, ofrenda y sacrificio del animal esencial.

Planeta mayor cuya gravedad puede incluso cambiar el orden al sistema universal de la torería. Como aquella en Madrid que Juan Belmonte ofició hace un siglo, el 21 de junio, al sexto Concha y Sierra. Corrida del Montepío, cuando el público rechazándolo gritaba a Gaona y Joselito, sus alternantes —¡Los dos solos! ¡Los dos solos! 

martes, 5 de diciembre de 2017

!QUÉ PESADO! - VIÑETA 230

Viñeta 230

¡Qué pesado!
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 5 de diciembre 2017

Cristo y los anti radican proyecto. Foto: www.hasbnoticias.com
Hoy en Colombia, la mayor amenaza contra la fiesta es el proyecto de ley, avanzado en el parlamento, “por el cual se prohíbe la tauromaquia en todo el territorio nacional”.

Su autor, el político Juan Fernando Cristo, antitaurino converso, quien usando atribuciones como ministro del interior matriculó con gran difusión mediática la iniciativa en el Congreso, se ha pegado un batacazo electoral estruendoso.

Renunció a su muy alto cargo para ir tras una dignidad mayor; la presidencia de la república. Nada menos. Pero en las primeras de cambio ha sido descartado. Minoritario hasta en su propio partido, cuya costosa y escuálida elección de candidato (45 mil millones del dinero público para consultar 700 mil parroquianos), le dejó sin el pan, sin el queso y además con él descontento ciudadano.

De no apostar con tino sus lealtades para el próximo gobierno. Quizá termine reducido a liderar huestes prohibicionistas. A merodear corridas altavoz en mano arengando energúmenos. A emular por ahí con su menos impopular colega, el ex alcalde Petro. Poca cosa para él, pero como dicen los del oficio, mejor cabeza de ratón que…

Y eso, si su alegre pasado salpicado de tardes gratuitas en los callejones de las plazas no le resulta enrostrado y usado a la contra por competidores de cabecillazgo. Que allí también los habrá. La lucha por el poder, sin importar ámbito no suele ser elegante.

Su cola de paja taurina, más inflamable ahora, despojado de la investidura ministerial, podría terminar quemándole hasta ese peoresnada. Los cambios de bando rentan a veces, pero no inspiran confianzas.

Desde la otra orilla, sus perseguidos, los aficionados, a quienes él quiere condenar a la extinción por su mismo pecado, “no ser mayoría”, miramos el estrellón sin celebrar, aunque sí con el alivio momentáneo de quien le quitan un fardo de encima —¡Qué pesado!

Y digo alivio momentáneo, pues en esto de la política cuando cae uno sube otro. Generalmente más cargante.

martes, 28 de noviembre de 2017

¿SOPA DE GANSO? - VIÑETA 229

Viñeta 229

¿Sopa de ganso?
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 28 de noviembre 2017

 “Estos son mis principios... Si no le gustan tengo otros”. Sigue ironizando Groucho Marx, desde 1933, en su clásica película “Sopa de ganso”. Gloriosa época hollywoodense aquella, cuando el recién parlante cine hacía reír pensando y la “violación consentida” no era requisito del estrellato.

Tiempos de teatros con molduras, escenarios y telones de terciopelo rojo, que se abrían a proyecciones cuadradas, blanquinegras, en oscuridades cómplices de besuqueos furtivos. Patrulladas por vendedores de dulces con linterna y cajón colgado. Matiné, vespertina y noche precedidos de parpadeantes noticieros que revivían sucedidos meses o años atrás. Duraron como hasta los sesenta, recuerdo.

Tiempos de guerras, entreguerras y más guerras. Tiempos de morir por la causa, la patria, el pretexto… Tiempos de fascinación por los toros; de Lorca, Picasso, Hemingway, Cossío… de Sánchez Mejías, Carmelo Pérez, “Curro Puya” (que paraba los relojes). Se vivía, se toreaba y se moría a otro ritmo.

Y avanzó el progreso; cinema, televisión, “Cordobés”, rock, mega urbes, polución, Vietnam, 68, muro abajo, muro arriba, informática, globalización… Mucho cambió; consumo, gustos, moral …, amor y mercado libres. Hasta el terrorismo y la masacre soltaron amarras, mientras el toreo se prohibía.

Esta nueva sociedad, inmersa en sus hecatombes de animales indefensos, victimización de niños, mujeres, ancianos y encochinamiento del hábitat no lo puede comprender ni tolerar. Su ética la cuestiona, su estética le irrita, su realismo la escandaliza.

Entonces, alarmados algunos estrategas del mercadeo taurino, urgen “adaptarse” a ella. Cambiar el producto para recuperar ventas. Pero el toreo, instinto más viejo que el hombre y el toro, no solo es espectáculo comercial (forma moderna). Desde siempre ha sido naturaleza, juego, ecología, combate, libertad, arte, rito, sacrificio, esencia, culto. Está en sus códigos biológicos y litúrgicos.

¿Qué vamos a cambiar, el show business o el credo?  ¿Son lo mismo acaso? Qué ofreceremos a los torquemadas del antitaurinismo, que sí son el problema (pregunten en Barcelona, Bogotá o el Congreso de Colombia) ¿Les diremos como Groucho --aquí están nuestros principios, si no les gustan tenemos otros?

Pasó en Quito. Ni negocio ni culto. Sopa de ganso.

viernes, 24 de noviembre de 2017

COLOMBIA CUATRO FUERTES - VIÑETA 228

Viñeta 228

Colombia cuatro fuertes
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 21 de noviembre 2017

La Santamaría, mañana del domingo 29 de enero 2017. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes
Como ejército en tierra hostil, esta temporada colombiana se ha hecho fuerte en sus plazas de primera. Cali, Manizales, Bogotá y Medellín, orden cronológico. Casi todos los baluartes menores han caído, con o sin combate.

El toreo por acá recuerda al general Navarre en la batalla de Dien Bien Phu 1954. Sitiado, dándole a la manivela del teléfono militar, llamando a las guarniciones periféricas…

--Hola Beatrice… Hola Beatrice… (silencio)
--Hola Isabelle… Hola Isabelle… (silencio)
--Hola Heliane… Hola Heliane… (silencio)…

Reducido en los cuatro bastiones a veintitrés festejos, fuera de pre ferias, e incluyendo un festival y dos novilladas. Desfilarán 55 lidiadores, de los cuales 31 colombianos, 20 españoles, 2 franceses, 1 peruano y 1 venezolano.

El estado mayor estará presidido por Andrés Roca Rey, único anunciado en todos los frentes. Secundado por los repitentes con él en Cali, Bolívar y López SimónRamsés en Bogotá, y en el festival de Manizales PonceJuliCastella y de nuevo con Bolívar. Los demás irán a cada coso llevando en las cananas apenas las dos balas de sus únicas corridas.

Los esperan ganaderías nativas. De ellas, únicamente Juan Bernardo Caicedo (Domecq) lidiará en todas. Las Ventas (Domecq) de César Rincón hará bis en Cañaveralejo, (única que lo anuncia) y Ernesto Gutiérrez (Santacoloma-Murube) en Manizales. Brillan por su ausencia hierros de bien ganado prestigio nacional; Ernesto González (Santacoloma) cuyo ganadero murió recientemente, y los ofensivos Guachicono (Torrestrella). El histórico Mondoñedo (Contreras) echará exclusividad en la plaza que fundó, la muy aguerrida y heroica Santamaría, pero lo hará con ocho toros. No habrá rejoneo, por alerta sanitaria equina.

Una larga y pugnaz huelga de pilotos, que ha medio incomunicado al país, ya en vías de solución, seguramente no sumará obstáculos.

Por lo demás… Hola Cartagena… (silencio). Hola Popayán… (silencio). Hola Armenia… (silencio). Hola Duitama… (silencio). Hola Palmira… (silencio). Hola Bucaramanga… Nada... Defenderemos las posiciones hasta el último toro. Cambio y fuera.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL TIEMPO ES TORO - VIÑETA 227

Viñeta 227

El tiempo es toro
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 14 de noviembre 2017

Cañaveralejo. Foto: Camilo Díaz
Tres horas tres minutos, y tres horas cuarenta, duraron cada una de las dos últimas corridas de pre feria en Cali. Demasiado, aun considerando que fueron de siete toros y además la segunda, precedida por un bello desfile pro libertad.

Es que hay límites fisiológicos. Tras dos horas de la tensión sostenida que impone una corrida (buena o mala) en el espectador, aparece fatiga, irritabilidad, atención dispersa y dolor glúteo.

La sabia tradición lo ha ritualizado. El preámbulo breve del paseíllo, seis lidias lógicas con sus intermedios cortos, precisos, la despedida de las cuadrillas y pare de contar. Salvo, accidentes, eventualidades climáticas, indultos o devolución de toros, poco, muy poco más de 120 minutos.

¿Por qué se alargan inmisericordemente? Por dos razones. La desmesura en las faenas y la congelación de sus intervalos. La primera, una perversión al concepto belmontista del último tercio en el cual el muleteo ha pasado a llamarse por sí solo “la faena”. De ser sobria preparación litúrgica del sacrificio, se ha hipertrofiado a coreografía protagónica que determina su valor y recompensa, en desmedro de las otras dos terceras partes. Incluso de la suerte suprema, que cada vez cuenta menos.

“Pasan y más repasan los toros hasta extenuarlos para luego abalanzarse sobre ellos y estoquearlos” Advertían los ortodoxos dieciochescos cuando “Costillares” entronizó el volapié. Tenían razón. El animal sagrado debe llegar con fuerzas al último encuentro. Es cuestión de honor.

La otra causa de morosidad es usar el momento ceremonial, funerario del arrastre para manipular. Demorar el tiro descaradamente para dar tiempo a los orejeros de acorralar al presidente. Pero también para mercadear, sacar publicidad, cortar las vueltas al ruedo colgándole propagandas oportunistas al triunfador, y para colmo, el exhibicionismo de los areneros en algunas plazas que quieren convertir su virtuosismo con el rastrillo en otro arte de insufrible lentitud.

Todo eso va contra la fiesta, mejor por aguarla. El tiempo de la corrida debe ser el justo tiempo del toro. No más. 

!PERDÓNALOS JUAN...! - VIÑETA 226

Viñeta 226

¡Perdónalos Juan...!
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 7 de noviembre 2017

Belmonte. Foto: www.galeón.com
Se han reunido en Sevilla, un torero, un cineasta, un editor, dos novelistas. Todos, famosos profesionales de la imagen, y han descubierto “unánimemente”, qué si no es por Chaves Nogales, la que tenemos de Belmonte no existiría.

El eco mediático de tal ocurrencia fue proporcional a la vitola de sus autores. Las cosas valen más por quien las dice que por sí mismas. De pronto Perico de los Palotes, despotrica eso y le cuesta un coscorrón. 

Tan duro como el que me ha pegado semejante blasfemia. Pues a mis diez años, ante una estantería de la vieja Buchholz en Bogotá, comencé a leer furtivamente, días tras día, “Juan Belmonte matador de toros”, e inicié con ese libro un vínculo que terminó siendo entrañable, vitalicio y uno de los culpables de mi afición a la historia torera y también de mi afecto por el relator y el escritor. Aquí lo tengo.

Lo atesoro, aunque no hasta el fanatismo deportivo de clasificarlo “el mejor libro que se ha escrito sobre toros”. Es uno de los que más me conmueve, sí. Por la concurrencia de los dos grandes talentos en esa tenaz autobiografía. Tan temprana, como si los otros veintisiete años vividos hasta matarse sobraran. Dictada en primera persona, para un amanuense invisible. De manera tan íntima y presencial, tan desnuda y desgarrada. Como infidencias al fondo de cualquier tasca. Mérito también del redactor, claro, que no deja ver la obra negra.

Impresa en 1935 cuando Belmonte, ahíto de gloria y de hacer correr mares y mares de tinta, se retiraba del toreo. No la necesitaba para marcar el resto del tiempo universal, el posbelmontismo. Ahí están los testimonios, Corrochano, Clarito, Corinto y Oro, Hemingway… los innumerables textos… el Cossío… La estatua en el altozano de Triana… la tauromaquia de hoy que lo reedita faena tras faena…

Juan, quienes ahora te llaman criatura de Chaves Nogales, no saben lo que dicen. ¡Perdónalos!

viernes, 3 de noviembre de 2017

VOLVER A BOGOTÁ - VIÑETA 225

Viñeta 225

Volver a Bogotá
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 31 de octubre 2017

Barrera de la Santamaría, 19 de febrero de 2017. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes www.cronicatro.com archivo
Después de todo lo que pasó hace apenas ocho meses. Después de todo lo que ha pasado en los últimos seis años. No hay duda que la adjudicación de la plaza de Santamaría para la realización de la temporada 2018 es una buena noticia.

Porque dice muchas cosas. Que el terrorismo no manda. Que la Constitución sigue vigente. Que a la Corte Constitucional se le acata. Que se reconoce la legitimidad y la legalidad (que no son lo mismo) de la tauromaquia. Que se respetan el libre albedrío y el derecho al trabajo de todos. Que se confía en la Corporación Taurina de Bogotá, la cual siempre ha reivindicado lo anterior.

Eso y más ha dicho sin decirlo y sin quererlo esta pugnaz alcaldía (en trance de revocatoria), al firmar a través de su organismo adscrito, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte IDRD.

Volverán los toros a su plaza máxima (que no más grande ya) en el país. Volverán los aficionados. Volverá la fiesta más culta que llamaba García Lorca. Pero se abre la pregunta del millón. ¿Volverá también contra ellos la barbarie de la última vez?

¿El contrato adjudicatario incluye la garantía por la mayor autoridad de la ciudad a la integridad, honra, y bienes de los concurrentes y libre desarrollo de las corridas? ¿Compra eso el exigido 14% del ingreso bruto de la temporada?

¿Habrá llamados a la tolerancia? ¿O reiterará el señor alcalde sus promesas, de ser el primero en encabezar protestas antitaurinas y lo que de ellas pueda derivar?

Los oprobios contra la dignidad y la vida humana, que llegaron al colmo la mañana del 19 de febrero, a la hora del sorteo, en la esquina de la plaza, calle 27 con carrera quinta, claman justicia, reparación y no repetición.

Cinco corridas de toros y tres novilladas. Los fieles peregrinaremos nuevamente, cívicamente, pacíficamente a nuestro rito, esperando que cada quien cumpla con su deber.

martes, 24 de octubre de 2017

DESPUÉS DE NAIDE... - VIÑETA 224

Viñeta 224

Después de naide…
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 24 de octubre 2017

Después de mi naide y después de naide Fuentes” decía el soberbio “Guerrita”.  Y Fuentes, quien, según Cossío, pasó a la historia por tres atributos; torería, elegancia y apatía, sin pares, de vez en cuando espabilaba poniéndose por delante de naides, de “Guerrita” y del que fuese.

Ahí están los números. Hace 117 años, amaneciendo el siglo XX, el sevillano encabezó la estadística de corridas con 60 toreadas allá. En una época sin autopistas, vans, aviones, AVE, celulares, internet… que facilitaran desplazamientos y comunicaciones.

Cuatro corridas más que las lidiadas este 2017 por Juan José Padilla, líder del escalafón actual, disponiendo de todo eso y más para la contratación inmediata, el viaje veloz y confortable entre plaza y plaza, y cuando, además, España posee 46 millones de habitantes contra los 18 de otrora.

Los tiempos han cambiado, sí, aunque últimamente no a más en este aspecto. Menos aun si recordamos las 109 corridas que toreó Belmonte en 1919, cifra que durante cuarenta y seis años nadie pudo ni quiso superar. Como el mexicano Carlos Arruza quien llegó a las 108 en 1945 (tiempos de penuria)  y pudiendo igualar se contuvo por puro respeto.

Pero llegaría el irreverente “Cordobés” y en el 65 subiría el “record” a 111, y luego en el 70, él mismo a 121. Para no hablar de las 161, más del triple de las de ahora, que se echó “Jesulín” por 1995. O las aun impresionantes 111 del “Fandi” en el 2008.

No invoco estas cuentas como pretexto para tirar la genial conclusión de que hay un bajón reciente, deducir que algo debe estar pasando, ni predicar una cruzada. Ya muchos más importantes que yo lo han hecho doctamente.


Pienso mejor en los más de 200 matadores escalafonados, que no los hubo nunca, y la carencia entre todos ellos de un “después de mi naide” que pudiera o quisiera emular, por lo menos al apático Fuentes.

lunes, 23 de octubre de 2017

Y AHORA...AMÉRICA - VIÑETA 223

Viñeta 223

Y ahora… América
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 17 de octubre 2017

Bogotá. Plaza de Santamaría. Enero 22 de 2017, horas antes de la corrida  reapertura. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes
En Zaragoza y Jaén, la Virgen del Pilar y San Lucas han cerrado sacramente la temporada europea. Se acerca el invierno y el toreo cruza el mar hacia Lima, Bogotá (si el terrorismo lo permite), México DF y ciudades intermedias. Lugares que le son caros porque han sido suyos desde hace cinco siglos.

Pero también pasará por otros parajes que jamás gastan titulares de prensa ni lirismos de crónica, como Thornton, Chima, Lerdo, Malco, Dzibikak… donde también se vive, se goza y se muere ante los toros... El Pana, Renato Motta, Alejandro Celis…

Esta parte del mundo taurino, es propia y particular. Sí, pero no inferior. La sangre vale igual, y harta que ha puesto. Como también pasión, dinero y creación. Con todo eso y más ha nutrido el rito. Hasta el oro y la plata de los ornamentos han salido de aquí.

El toro y el hombre, acá y allá, son de las mismas especies. Los cánones del arte son los mismos. Los reglamentos a imagen y semejanza. La corrida en todas partes habla un solo lenguaje. El del honor. ¿Por qué habrían de tener valores diferentes, la edad, el peso, la integridad, la bravura, la lealtad, los honorarios?

¿No acabamos de lamentar con tristeza común la muerte de un anciano sabio? ¿No prometimos juntos honrar su memoria? ¿No rezamos en voz alta sus letanías, como para que todos nos oyeran (y vieran)?

El toro no debe ser tonto ni fácil. Tiene que ser serio y bravo, infundir emoción y respeto, porque sin ellos la corrida no vale”. Dichos y hechos de una vida tenaz, construida sobre los pétreos fundamentos del culto milenario.

En el reciente duelo compartido, ganaderos, empresarios, toreros, aficionados y críticos comulgamos con esa doctrina. ¿Cierto?

Entonces, “hacer la América” no puede ser poner el choto en el ruedo y el oro y el moro en la bolsa. Eso es abjurar y “destruir la América”. 

domingo, 15 de octubre de 2017

HOMENAJE A CATALUÑA - VIÑETA 222

Viñeta 222

Homenaje a Cataluña
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 10 de octubre 2017

Estela originaria de la ciudad de Barcelona 230 D.C. Foto de:  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10409958
Primero el idioma, luego los toros, ahora las personas y mañana todo. Excluir, excluir, excluir es la consigna de algunos políticos catalanes en modo poder. Ávidos de un estado solo para sí, a su amaño, a su albedrío.

Desmembrar a España, contra el querer de muchos, quizá la mayoría de sus paisanos, atropellando la constitución y sin consultar el derecho ni la opinión de los demás españoles.

Cómo ignorar la enorme manifestación unitaria que los rechazó el domingo en Barcelona. Cómo aceptar el arrogante desprecio. Cómo no reír ante su torpe macartización de que estaba “liderada por la extrema derecha”.

El británico George Orwell, izquierdista, crítico de palabra y hecho a todo totalitarismo, militó hace ochenta años voluntario en la guerra civil por esas tierras, y sangró sobre ellas. En su duro testimonio autobiográfico, “Homenaje a Cataluña” cuenta cómo fue combatido más ferozmente por los totalitarios de su propio bando que por los del contrario.

Los de aquel tiempo, también justificaban sus fratricidas persecuciones acusándose mutuamente de obedecer a la otra extrema. Entonces, igual podrían contestar hoy los manifestantes dominicales descalificados; que la vanidad, la rotulación y la imposición del voluntarismo sobre la razón, hacen ver las maneras del nacionalismo catalán como una concurrencia de la vieja intolerancia que rodeó el drama de Orwell.

Nazismo, estalinismo, narcisismos opuestos. Nombres idolatrados antes y execrados después, pero que siguen sirviendo a los herederos de una y otra estirpe como armas arrojadizas, como infamias que marcan y justifican cualquier agresión contra quien las recibe.

No soy español y contemplo la situación a distancia, desde el otro lado del mar. Mi opinión por tanto carece de relevancia. Pero por una cosa sí podría valer. En Colombia sabemos mucho de segregación maniquea, de invención de fronteras, pues hemos pagado el aprendizaje con lágrimas y sangre de generaciones. Acá empezamos así, aislándonos, extrañándonos y señalándonos como mejores y peores, dignos e indignos, buenos y malos... No hemos terminado.

AL FIN COLOMBIA - VIÑETA 221

Viñeta 221

Al fin Colombia
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 3 de octubre 2017

Bolivar y Ritter . Foto: www.cronicatoro.com, archivo
En artículo mortis de su temporada, Las Ventas le abrió cupo a dos matadores de toros colombianos; Luis Bolívar quien se justificó en la reciente Feria de Otoño y Sebastián Ritter, quien está por verse en la corrida postrera de la Hispanidad el doce.

Colombia, único país del orbe taurino al que la más importante plaza del mundo, y las demás de primera en Europa no le habían concedido ninguna representación torera durante su abigarrado año 2017. Salvo claro, una oportunidad (sin oportunidad) en el ciclo agosteño de novilladas para Guillermo Valencia. De resto, puerta cerrada.

Tal extrañamiento podría ser excusable para el sistema taurino, las excusas nunca faltan, si este rincón de Hispano-América, durante el mismo período no hubiese sido el baluarte más ferozmente asediado de la Fiesta en el mundo. El más obligado a ser tomado en cuenta, el más obligado a reforzar. Pues todas las fuerzas antitaurinas y todas las formas de lucha se han coaligado acá para exterminarla. Desde la terrorista hasta la parlamentaria. Por aquí es donde quieren romper la muralla.

¿Y la solidaridad internacional? No había pasado del papel y la pantalla. De clamar unidad, unidad, y sacar pecho. Pero de abrir carteles nada. Por ahí, por plazas de tercera han tenido que luchar a brazo partido tras unos pocos puestos los matadores Guerrita Chico, Juan de Castilla y José Arcila. No más.

Bueno, pero al fin, mejor tarde que nunca. Nos han dado la última carta, para el último alumno de Antonio Corbacho. Un torero hijo de torero, que tomó alternativa en ese augusto ruedo y que además de una valentía inusual ha mostrado, desde novillero, que puede torear bien. Frente a los toros (no para figuras) de Gavira y junto a dos alternantes que no le van a regalar nada, Daniel Luque y Javier Jiménez.

Sebastián tendrá que salir a por todo, por él mismo y por la Fiesta en su país donde, hay que decirlo, las empresas tampoco le han dado mucho juego. Triunfar o morir es lo que le queda. Las cosas están así.

martes, 26 de septiembre de 2017

LO QUE NATURA NO DA... VIÑETA 220

Viñeta 220

Lo que natura no da…
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 26 de septiembre 2017

Biblioteca. Foto:  Antoine Taveneaux, https://commons.wikimedia.org
Ayer, según las noticias, la venerable Universidad de Salamanca volvió a ser mancillada, y esta vez por su propio rector. Qué pena, qué vergüenza y como señala Carlos Ruiz Villasuso en su columna de Mundotoro, qué diferencia con el valiente antecesor Don Miguel de Unamuno quien hace 81 años, ante amenazas mucho mayores y a riesgo de su propia vida, defendió la esencia de universalidad y libertad intelectual que define la palabra Universidad.

Y qué alegórico también, precisamente ocurrió en el aula que perpetúa su nombre, donde la inauguración de la Catedra de Estudios Interdisciplinares de la Tauromaquia, fue cancelada para complacer a gamberros antitaurinos que amenazaban asaltarla. De nuevo el claustro amordazado por la barbarie, pero esta vez con la complicidad del primer llamado a honrarla Qué miedo.

Según leo, en el acto académico prohibido por la rectoría, se pretendía explicar, con la presencia de directivos, el programa del curso y dar al final una mesa redonda sobre el tema “Universidad y Tauromaquia, un reto para el siglo XXI”, a la cual concurrirían el periodista Chapu Apaolaza, la académica de Artes y Ciencias Cinematográficas Sol Carnicero, el investigador cultural del Real Instituto El Cano Ángel Badillo y el matador de toros Cayetano.

Yo desde el otro lado del mar, también me siento insultado. Más que por aficionado, por hombre libre, por heredero de la lengua que nos legara Nebrija, uno de los exalumnos de aquel centro, fundado mucho antes de sospechar la existencia de América, para la cual Salamanca vino a ser sinónimo de Universidad y esta de autonomía y libre examen.

Pero, además porque aún me resuenan el estallido de las bombas frente a la plaza de Santamaría en Bogotá, las injurias de los energúmenos, y las burradas de los políticos prohibicionistas. Todo eso hace hilo.

Quienes han rendido a los brutos el “templo de la inteligencia” demuestran que carecen de lo que este no les puede prestar. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

AÑO VIEJO EN CALI - VIÑETA 219

Viñeta 219

Año viejo en Cali
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 19 de septiembre 2017

Paseillo en Cañveralejo. Foto: Camilo Díaz, www.cronicatoro.com
Cañaveralejo cumple sesenta años el próximo 28 de diciembre. Su temporada conmemorativa será entonces la número sesenta y uno, y contará con nueve festejos repartidos en dos ciclos.

El primero, la pre-feria, “Toros para todos”, de tres, entre el 10 y el 12 de noviembre tendrá una novillada picada y dos corridas de toros, quizás con dieciocho lidiadores; seis novilleros y doce toreros. Para lo cual se abrió una convocatoria libre.

El segundo, la feria propiamente dicha, del 26 al 31 de diciembre, tendrá seis corridas de toros. Se rumora que el día de cumpleaños habrá mano a mano de postín. Hasta hoy están confirmados como espadas feriantes: Sebastián CastellaJosé María ManzanaresAlberto López Simón y Andrés Roca Rey.

Suenan como novedades el recién graduado venezolano Jesús Enrique Colombo, y el rejoneador colombiano Jacobo Botero. Pero habrá más nombres en los carteles que posiblemente se anuncien antes de acabar septiembre. Oigo y oigo decir Ponce. No sé. Lamentablemente sí sé que la tradicional corrida de colombianos desaparece.

De ganaderías hay más certeza respecto a las que no vendrán. Las respetables de MondoñedoSanta BárbaraGuachicono y Alahama por A o por B no entran en el nuevo formato del “Toro de Cali” y brillarán otra vez por su ausencia. De las contratadas, quizá Las VentasErnesto GutiérrezPaispambaSalentoFuentelapeña… Los hierros, Herederos de Ernesto González y Juan Bernardo Caicedo, habituales de la plaza, ni suenan ni truenan hoy. Pero podrían ser.

Para la clientela, el moderado aumento del precio de la boletería, las facilidades de adquisición y la promoción del tendido joven son alicientes adicionales.

La discreción informativa, el no anunciar sino lo confirmado, es un estilo que ha impuesto el actual presidente Alfonso Otoya. Parquedad encomiable, pero que por otro lado impacienta prensa y afición, adictas a la noticia y la especulación cotidianas.

Quizás lo más importante sea que, pese al ambiente hostil, el acoso político y la forma salvaje como acabó la pasada temporada nacional en Bogotá, Cali no se rajá y vuelve a cerrar el año taurino en Colombia y el mundo.   

SU SANTIDAD, NI MANOLETE - VIÑETA 218

Viñeta 218

Su Santidad, ni Manolete
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 12 de septiembre 2017

Misa papal en la Plaza de toros de Medellín. Foto: http://caracol.com.co "Cortesia de Arquidiósesis de Medellín"
Si la reciente visita del Papa Francisco a Colombia se tuviera que resumir en una palabra esta tendría que ser “Paz”. Con todas sus implicaciones. Lo dijo de muchas maneras.

No voy a posar ahora de hermenéutico, ni menos a favor de mis preferencias personales. Por un lado, no soy quién y por otro me falta desvergüenza. Encima, él habló muy claro. Sobran interpretadores.

Por supuesto, las enormes y fervientes masas que congregó, el arrobo de atención y medios, el altísimo rating alcanzado (que hasta silenció el huracán Irma), fueron tentaciones irresistibles para uno que otro listo.

Repito, no pretendo serlo también. Pero no puedo soslayar, aquí entre aficionados, uno de los actos que protagonizó el carismático Pontífice a su paso por Medellín. El histórico llenazo en la remodelada Plaza de Toros de la (Virgen) Macarena. Sin antecedentes. Ningún torero, ni Manolete, puso nunca ese coso tan pletórico.

Devoción, afecto, alegría en la ceremonia oficiada desde el ruedo y televisada magníficamente como toda la gira por la cadena Caracol. Pero chocaba en ella, mucho, la insistencia terca de uno de los presentadores profesionales, tras cada palabra litúrgica, en aclarar que el recinto, no era una plaza de toros.

Cierto, los recientes administradores de la edificación gustan de llamarla “Centro de espectáculos” (más rentable). Pero toda la gente la conoce como “plaza de toros”. Porque lo es, porque fue construida como tal, con todas las instalaciones, porque durante 71 años ha dado corridas y porque ya prepara su próxima temporada.

Los televidentes veíamos la homilía sobre la arena que tantos recuerdos toreros guarda, rodeada de burladeros, barrera, puerta de toriles, puerta de arrastre, puerta de cuadrillas, puerta grande, callejón y tendidos.

Pero el antitaurino informador seguía y seguía, obstinado en convencernos de que no estábamos viendo una plaza de toros. Menos mal que no le dio por que la palabra paz, tampoco quería decir paz.

lunes, 11 de septiembre de 2017

MUERTE INFAME - VIÑETA 217

Viñeta 217

Muerte infame
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 5 de septiembre 2017

La semana pasada un sicario asesinó en Palmira (Colombia) al fotógrafo taurino Elmer Agudelo. Tenía 56 años y como todos, un mundo, una familia y amigos que le apreciaban, yo entre ellos.

Elmer Agudelo. Foto cedida por "El Fito" Hurtado
Quizás no ha sido el odio antitaurino móvil del atentado. Desconozco información al respecto. Pero entre la indignación y el pesar tampoco he podido espantar asociaciones mentales involuntarias. En este país, el auge de la cobarde modalidad homicida coincide con el auge de la ferocidad contra las corridas de toros. No parece fortuito.

A diferente nivel, en una sociedad enferma de sicariato, brota la intolerancia violenta contra la muerte ceremonial, publica y cara a cara del toro. Único animal que el hombre mata en condiciones de igualdad. La condenan precisamente por eso. Mientras aprueban el asesinato aleve y masivo de todos los días en los mataderos y demás escenarios. Nos conviene dicen y comen.

Es otra manera de concebir la decencia, la vida, el derecho. Lo malo de las corridas no es matar, lo malo es hacerlo a la vista, con respeto, liturgia y oportunidad de defensa. Una ética o antiética, que, vendida desde medios y sectores políticos ávidos, bajo la falsa etiqueta de piedad animalista, quieren generalizar. A las buenas o a las malas, con sofisma o asonada, por la fuerza o el decreto.

Más que una discusión jurídica sobre lo que unos ven como espectáculo bárbaro y otros como rito de honor. Es la confrontación de dos morales incompatibles. La estética y los valores épicos del toreo insultan cada vez más la hipocresía de una cultura que chorrea muerte infame por todos lados.

El traicionero ataque a Elmer, frente a su casa, por uno que bajó de una moto sin quitarse el casco, disparando repetidamente y huyendo de inmediato, nos lo vuelve a restregar en la nariz, a todos. El puesto en el callejón de Cañaveralejo junto a la puerta Señor de los Cristales ha quedado vacío.