Viñeta 225
Volver a Bogotá
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 31 de octubre 2017
Barrera de la Santamaría, 19 de febrero de 2017. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes www.cronicatro.com archivo |
Porque dice muchas cosas. Que el terrorismo no manda. Que la Constitución sigue vigente. Que a la Corte Constitucional se le acata. Que se reconoce la legitimidad y la legalidad (que no son lo mismo) de la tauromaquia. Que se respetan el libre albedrío y el derecho al trabajo de todos. Que se confía en la Corporación Taurina de Bogotá, la cual siempre ha reivindicado lo anterior.
Eso y más ha dicho sin decirlo y sin quererlo esta pugnaz alcaldía (en trance de revocatoria), al firmar a través de su organismo adscrito, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte IDRD.
Volverán los toros a su plaza máxima (que no más grande ya) en el país. Volverán los aficionados. Volverá la fiesta más culta que llamaba García Lorca. Pero se abre la pregunta del millón. ¿Volverá también contra ellos la barbarie de la última vez?
¿El contrato adjudicatario incluye la garantía por la mayor autoridad de la ciudad a la integridad, honra, y bienes de los concurrentes y libre desarrollo de las corridas? ¿Compra eso el exigido 14% del ingreso bruto de la temporada?
¿Habrá llamados a la tolerancia? ¿O reiterará el señor alcalde sus promesas, de ser el primero en encabezar protestas antitaurinas y lo que de ellas pueda derivar?
Los oprobios contra la dignidad y la vida humana, que llegaron al colmo la mañana del 19 de febrero, a la hora del sorteo, en la esquina de la plaza, calle 27 con carrera quinta, claman justicia, reparación y no repetición.
Cinco corridas de toros y tres novilladas. Los fieles peregrinaremos nuevamente, cívicamente, pacíficamente a nuestro rito, esperando que cada quien cumpla con su deber.
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