AFICIÓN DOMINGUERA - VIÑETA 24

Afición dominguera
Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 1 de junio del 2014 - 21:25

Muchos vienen de poblaciones periféricas. Es cuando pueden. Trabajan. En días hábiles imposible. Hacen la romería, viajan kilómetros, lejos de casa, gastan tiempo, comen fuera, pagan transporte, regresan tarde, sumado todo esto, su entrada cuesta más, harto más, y a veces revendida.


En general son alegres, pintorescos, generosos, aplaudidores, desprevenidos, espontáneos, gozadores. La corrida significa otra cosa para ellos. Es todo su domingo, su festivo, su descanso, su liberación de la rutina, y lo quieren pasar haciendo lo que más les gusta, vivir la fiesta de los toros. En Madrid. No están dispuestos a que cuatro enterados con gusto por el protagonismo se la dañen enarbolando el dogma.

Estos, por su parte, y quizá la mayoría de los habituales, que pueden venir siempre porque viven y trabajan cerca, o en horarios que se lo permiten, los miran diciéndose o diciendo, ¡Bah! Domingueros, afición dominguera. Implicando tácitos contenidos peyorativos, conscientes o subconscientes;  pueblerinos, ignorantes, ingenuos, paletos...

Bueno, y qué. A lo mejor haya razones de lado y lado, pero seguro también derecho de unos y otros. Pacto base de la civilización: hacer lo que nos de la gana siempre y cuando no jodamos a los demás.

 

Crónica de la corrida de hoy en la sección América.