Manet en plaza
(A
"Goya" que pinta)
Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 27 de junio del 2014
Entró a
España en el verano de 1865. Cambió tren
en Pamplona y siguió a Madrid. 16 horas desde Bayona. Era 31 de agosto.
Con calor
infernal, se hospedó en el Hotel París (Puerta del Sol), recién inaugurado.
Peleó por la comida. Madrugó al Prado, y se deslumbró con Velásquez "el más grande que ha existido", Goya "después del
maestro", y El Greco. "Los demás, unos farsantes".
De allí, a
la Plaza de la Puerta de Alcalá (1789-1874). ¿Qué toreros vería, en esos 40
días? Salió el 9 de septiembre. ¿Quizás las figuras del momento: Desperdicios,
Cúchares, Cayetano Sanz? Improbable. ¿A los jóvenes retadores: El Gordito y El
Tato? Posible. ¿O tal vez, como ahora, en aquellos domingos veraniegos, a los
anónimos desesperados frente a fieras? Seguro.
Sus
pinturas: Saludo del torero
(Metropolitan Museum of Art New York), Lidia
de toros y La vara acuarela (Museo D'Orsay París), La muerte del toro (Art Institute of
Chicago) y Torero muerto (National
Gallery Washington), son testimonios gráficos, prefotografía, de sus únicas
corridas.
Aunque
desde antes el tema ya le cautivaba. Victorine
Meurent vestida de torero (Metropolitan Museum of Art New York) y La corrida Le Ballet spagnol (Philips
Collection Washington), de 1862 y 1863, lo prueban.
Edouard Manet, muerto
joven (51 años), fue un aficionado con poca plaza, mucha sensibilidad e
imborrables imágenes. (Ver galería)
Excelente serie... Se aprende mucho con Usted.
ResponderEliminar