lunes, 8 de enero de 2024

EL SECRETO DE MANIZALES - VIÑETA 523

 
VIÑETA 523
 
El secreto de Manizales
Jorge Arturo Díaz Reyes 8 I 2024 
Manizales. Foto: Camilo Díaz

¿Cuál es? El médico Juan Carlos Gómez, director de Cormanizales, gerente del Hospital Infantil, entidad propietaria de la Plaza de toros, que ha organizado personalmente la temporada taurina desde el año 2007, lo explica:
 
Todos los excedentes van para el Hospital, los beneficiarios finalmente son los niños enfermos… Aquí en Manizales los toros son una causa de todos; apolítica, desideologizada y libre de sesgos. Hace unos meses, cuándo se debatía la prohibición, el Consejo Municipal lo reiteró en un comunicado al Senado de la República, afirmando que la temporada taurina es indispensable para la ciudad… y el alcalde ha declarado que la temporada taurina es el eje principal de la feria”.
 
A diferencia de lo que pasa en el resto de Colombia y en casi todo el mundo, aquí la ciudadanía, los gremios, las empresas, las autoridades locales y regionales la reconocen la fiesta como su patrimonio cultural.
 
Cierto, no nos patrocinan ni nos dan dineros oficiales, nunca nos los han dado… La temporada se hace con recursos y esfuerzo propios. Autogestión. Comenzando a construir la siguiente tan pronto arrastran el último toro de la anterior. Cada una es un ciclo de trabajo. Madrugando, persistiendo, acercándose a la gente, enfatizando en la juventud, cumpliendo, ganándose al pueblo, atendiendo sus preferencias… el toro que gusta, los retadores interesantes y las figuras, claro, que son las que venden las ferias, lo sabe todo el mundo”
 
Ese es el secreto (no secreto) de la supervivencia en un país donde tergiversando, engañando, intimidando, los antitaurinos fanáticos y los políticos oportunistas ilegalmente han perseguido a muerte las corridas.
 
En 1997, Cormanizales recibió la plaza con apenas tenía 700 abonados, y era superada en taquillas y volumen por Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena…
 
A pesar de las dificultades sobrevenidas que afectaron las otras ferias, y en parte debido a ello, ahora es la principal feria del país, casi doblando a Cali en número de festejos. La única que no solo ha resistido sino crecido. Esta número 69 que comienza hoy, tras el primer domingo de enero como es tradición, anuncia los mejores carteles toreros entre los posibles. Dignos de cualquier gran ciudad española sí, pero con ausencias…
 
“Cómo en toda feria, es asunto de necesidades, gustos y posibilidades. A mí mismo, me hubiese encantado despedir a El Juli, que viniera Morante, o que repitiera Castella, quien reapareció aquí hace un año y ahora se excusó médicamente antes de anunciarlo. Pero cuando no se puede no se puede.
 
La no coincidencia en el mismo festejo, ni siquiera en el festival, de Daniel Luque y Roca Rey, los dos puntales de la temporada europea 2023, a quienes ahora todos quieren ver enfrentados ¿fue por veto?
 
No, no, en absoluto. Para ti, para mí, para todo aficionado Luque es gran figura, pero hace muchos años no viene y tristemente para nuestro espectador promedio es uno más. El festival hay que venderlo. Es mi responsabilidad. Aquí hay que venir y como decía ganarse al pueblo. Luque va el jueves con Ferrera, Juan de Castilla y los juanbernardos. Gran cartel.
 
Cotizan aún más la oferta cartelera, los dos triunfadores de la pasada Feria de Cali: Alejandro Talavante, además de segundo en el escalafón mundial, y Emilio de Justo. Y el triunfador de la pasada Feria de Manizales, Luis Bolívar, único con dos corridas. En cuanto a lo fundamental, el toro…
 
“Presentamos lo mejor de lo que hay en la cabaña nacional hoy. ¿Cuál ganadería falta? Quizá Salento y Achury Viejo, pero se cruzaron impedimentos de fuerza mayor. Los demás están. Los históricos Mondoñedo y Dosgutiérrez. Las Ventas, Juan Bernardo, Santa Bárbara y Ernesto Gutiérrez con dos encierros, porque es el hierro de la plaza, tiene clientela propia y su gran demanda obliga la repetición, independiente de las valoraciones que cada quién haga en cuanto a feno y genotipo... Es lo que tenemos. Es bueno. Estoy seguro de que esta temporada será exitosa, y de que la próxima, la 70, en el 2025, lo será más aún. Que se abonen desde ya.
 

Carteles

Lunes 8 de enero. Novillos de Mondoñedo para Luis Miguel Ramírez, Anderson Sánchez y Simón Hoyos.

Martes 9. Toros de Dosgutiérrez para Rubén Pinar, David Galván y Juan Sebastián Hernández.

Miércoles 10. Toros de Santa Bárbara para Luis Bolívar, José Arcila y Román.

Jueves 11. Toros de Juan Bernardo Caicedo para Antonio Ferrera, Daniel Luque y Juan de Castilla.

Viernes 12. Festival nocturno, machos de Ernesto Gutiérrez para Antonio Ferrera, Alejandro Talavante, Emilio de Justo, Cristóbal Pardo, Roca Rey, Tomás Rufo y el novillero Felipe Miguel Negret.

Sábado 13. Toros de Las Ventas del Espíritu Santo para Alejandro Talavante, Emilio de Justo y Tomás Rufo.

Domingo 14. Toros de Ernesto Gutiérrez para Luis Bolívar, Cayetano y Roca Rey.

 

 

lunes, 1 de enero de 2024

AULD LANG SINE - VIÑETA 522

 
VIÑETA 522
 
Auld lang syne   
Jorge Arturo Díaz Reyes 1 I 2024 
Pirotecnia. Foto: Wikipedia 

Media noche. Pirotécnia, euforia, copas, risas, lágrimas, besos, promesas, nuevo año, ilusión y… detrás la melancolía.
 
Esa inevitable sensación de intrascendencia, fatalidad y adiós que no tapa del todo la felicidad convencional. Es tan humana, tan común, tan lugar común, que no se puede citar sin riesgo de cursilería. Pero la imaginación halla siempre formas nuevas de recrearla sin incurrir. Al fin y al cabo, como decía Faulkner, toda la literatura del mundo ha girado sobre los mismos cuatro o cinco temas. Igual que hace el toreo fundamental girando sobre las mismas cuatro o cinco suertes. Las versiones originales de la misma triste alegría también son muchas.
 
Hace 56 años Peter Glenville recreó la suya en las escenas finales de la película “Los comediantes”, filmada sobre la novela homónima de Graham Green. Con un reparto extraordinario: Richard Burtón aun joven, Elizabeth Taylor en sus esplendorosos treinta y cinco años, el muy británico David Niven, y el talentoso rusodescendiente Peter Ustinov, dando cuerpo a cuatro personajes arrastrados por los acontecimientos al infierno. El Haití de Francois Duvalier, “Papá Doc”.
 
Acosados a muerte por los feroces Tontons Macoutes del dictador, llegan a la última noche del año, en medio de una multitudinaria fiesta del Hotel Trianon, planeando la fuga. A las doce, mientras explota la celebración confundida con su angustiosa situación, suena la melancólica y alegre melodía escocesa y ellos escapan, sin saberlo, hacia la derrota y la muerte.
 
Los espectadores, también abandonan el teatro, abrumados
por el sentimiento de pérdida, derrota y levedad del ser. Auld Lang sine el fondo musical es uno de los grandes aciertos del director. Lleva la carga emocional de la escena.
 
Desde que la vi, hace más de medio siglo, no puedo llegar al rito del año nuevo sin evocar esa pesadumbre cinematográfica. Hoy asociada al recuerdo de tantos años de festejar la fecha en la plaza, con personas queridas que ya no están, después de la corrida que ya no se da, y que quizá tampoco volverá, como aquellos que quisimos, perdimos, y a los cuales tarde que temprano seguiremos. Feliz año.

lunes, 25 de diciembre de 2023

CALI - VIÑETA 521

 
VIÑETA 521
 
Cali
Jorge Arturo Díaz Reyes 25 XII 2023 
Amazona, Cali. Foto: Camilo Díaz
Esta feria que cerraba y abría el año taurino en el mundo. Que daba catorce festejos continuos (sin contar los de preferia), extendiendo su abono a Reyes y Luces (nocturna). Esta, la pródiga que cobraba menos por las entradas y pagaba más por toros y toreros en Colombia. La esforzada en su autogestión generosa y benefactora. La que vendía su aforo completo desde febrero; diez meses antes, sin anunciar carteles, pues su prestigio garantizaba que pasara lo que pasara siempre serían lujosos. 
 
Esta postinera, que fue un Potosí empresarial, al que peregrinaron con sus tauromaquias todos los legendarios lidiadores de las anteriores seis décadas y media, contando la última, la del acoso bárbaro.
 
Esta, celebrante y pletórica, que llegó a ser parangonada con Pamplona, inicia mañana la temporada más breve de su historia. La número 66, que debería ser la 67 de no haber sido interrumpida en el 2020 por la pandemia. Más corta incluso que la inaugural (1957-58), la cual, como la primera de San Isidro en Las Ventas tuvo solo cinco corridas.
 
Esta feria torera, que alumbró la otra feria, la loca, la ebria, la salsómana, la disoluta y mala hija cuyos perdularios le niegan la madre. Hoy, recogida, culta, digna y ferviente, agrupa sus ritos, feligresía y devoción en Cañaveralejo, su templo. Dirigida (tercer año consecutivo) por el decidido turolense Alberto García.
 
Así resiste Cali, junto con Manizales como únicas ferias sobrevivientes de la temporada grande colombiana. Esa que no hace tanto, cortejada incluso por los políticos que ahora quieren matarla, iba plena, desde Bogotá, capital nacional, a las departamentales: Medellín, Cartagena, Popayán, Ibagué, Bucaramanga, Armenia... Para no mencionar las muchas de provincia. 
 
Prueba de fe serán las cuatro corridas a partir del martes 26, tres de toros y una de novillos. A estas no vendrá como otrora la primera línea torera del momento (Morante, Roca Rey, Luque, Manzanares, Castella…), ni los estetas en moda (Juan Ortega, Pablo Aguado…), ni los retadores (Ginés Marín, Tomás Ruffo, Isaac Fonseca…), ni los…, bueno, para qué seguir, si solo hubo puesto para nueve: 
 
Joselito Adame, primer espada de México, quien alternará con el aguerrido valenciano Román y el fino paisa Juan de Castilla, frente a toros de Salento (Santacoloma-Murube) el sábado 27. 
 
El veterano maestro caleño Luis Bolívar, un “inopinado” Alejandro Talavante, segundo del escalafón, y el triunfador de la feria pasada Emilio de Justo. Ante toros de Vistahermosa (Santacoloma puro) el 28, cumpleaños de la plaza.
 
Cierran, el ahora surrealista Antonio Ferrera, el impetuoso Manuel Escribano y Luis Miguel Castrillón, local por adopción y alternativa, con los históricos de Mondoñedo (Contreras) conocidos en la monumental desde su triunfal temporada inicial.
 
Claro, irá primero mañana, decía, la novillada de Juan Bernardo Caicedo (Domecq) para: el ubateño Anderson Sánchez felizmente descubierto aquí en 2021. Repitiendo, Felipe Miguel Negret hijo del antes empresario de la Santamaría de Bogotá, y debutando el aragonés Cristiano Torres de quien dijo Antonio Lorca en el País de Madrid el día de su debut allí: “Uno que viene a hacerse rico”.
 
Cuatro solemnes ritos que, frente al azaroso futuro del culto y el negocio en Colombia, están en obligación de suplir con calidad la cantidad perdida. Verdad. Es vital. OneToro los transmitirá por televisión en directo al mundo.

lunes, 18 de diciembre de 2023

FILOSOFÍA PARA HIPÓCRITAS - VIÑETA 520

 VIÑETA 520
 
 Filosofía para hipócritas
Jorge Arturo Díaz Reyes 18 XII 2023 
Cría industrial de cerdos. Foto: Bio Diversidad
Anteayer Elizabeth Barber, en la Revista The New Yorker, examinó dos libros, que sin mencionarla tocan la legitimidad ética del toreo: “Liberación animal ya” y “Justicia para los animales”.
Ambos de connotados autores judíos. Uno, el filósofo pragmático australiano Peter Singer, precursor del “Derecho animal” y partidario hasta de la zoofilia, siempre y cuando exista “mutua satisfacción” y no conlleve “crueldad”. El otro, de la filósofa norteamericana Martha Nussbaum, centrada en asuntos morales y jurídicos, “repugnancia, vergüenza y ley”, así como en “la vida interior y los deseos” de los animales.
 
El artículo de Barber, ecuánime, documenta datos, descubre coincidencias y contradicciones en el tratamiento del tema entre los dos pensadores y activistas de la misma causa, y entre la causa misma y la cultura cimentada en los conceptos: aristotélicos, estoicos y religiosos, que otorgan dignidad única a los humanos.
 
A esta idea de “valor inherente”, “dignidad intrínseca” que explica por qué está bien comerse un lechón, pero no un bebé, alega Singer: “especismo” o “sesgo a favor de los intereses de los miembros de la propia especie”, igual que el racismo y el sexismo. Sin embargo, no se opone a matar mosquitos (si se hace rápidamente), ni a utilizar animales para investigaciones científicas, ni a comer carne si de ello pende la vida.
 
En Estados Unidos, donde las corridas de toros están prohibidas, apenas el 4% de la población es vegetariana. Pero quince millones de animales se usan en experimentación biológica y se contribuye en gran proporción a matar los otros ochenta y tres mil millones de indefensos al año para consumo humano en el mundo.
 
Además, es imposible allí solicitar al sistema de justicia que se ocupe del sufrimiento de los cerdos y otros animales de producción industrial. Pues todos ellos son propiedad y la propiedad no permite llevar el dueño a los tribunales.
 
Según Nussbaum (reconocida comedora de pescado), el modelo filosófico ideal para los derechos de los animales debería incluir también a los salvajes (fieras) los cuales, ante su incapacidad de expresar sus opiniones a un abogado, podrían estar representados por un fiduciario.
 
En fin, glosa Barber estos y otros muchos planteamientos filosóficos: “Si los animales merecieran la misma consideración que los humanos, entonces nos encontraríamos en un mundo en el que miles de millones de personas vivirían vidas horribles, casi inimaginablemente horribles...” Que de hecho las hay, y las hubo muchas.
 
“Poner fin al sufrimiento de los animales salvajes es ridículamente difícil”, una gacela destrozada por un león, un salmón por un oso, una foca por un tiburón… “(nuestros esfuerzos por acabar con el sufrimiento humano tampoco nos recomiendan exactamente para la tarea)”.
 
Cierto, sinceramente cierto, la biología es así, el mundo es así. Pero mejor lean el articulo completo: “¿Qué significaría tratar a los animales de manera justa?” y si son “animalistas” carnívoros, enemigos del culto al toro (tauromaquia), los dos libros completos les vendrán como pedrada en ojo tuerto.

lunes, 11 de diciembre de 2023

BENEFICIO ANIMAL - VIÑETA 519

VIÑETA 519

 Beneficio animal
Jorge Arturo Díaz Reyes 11 XII 2023 
Jhenifer Mojica, ministra de agricultura de Colombia. Foto: Twitter @jmojicaflorez

La graciosa ministra de agricultura de Colombia, Jhenifer Mojica, ha salido a los medios abanderando la política del presidente Petro en materia de mataderos; multiplicar y optimizar los municipales por todo el territorio nacional.
 
Carnicera medida que tiene dos objetivos: Uno, combatir el hambre y la deficiente ingesta de proteína animal por la población de uno de los países con mayor desigualdad social en el mundo. Dos, lo señaló en apoyo el presidente de la Federación de ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie, acabar con “las mafias” que controlan dichos precios.
 
Cómo no aceptar tan humanitarias, justas y nutricionales razones. Basadas en la fatalidad biológica del matar para vivir, en el reconocimiento de que la vida se alimenta de vida y que la humana prima sobre otras. Cómo ceder a los escrúpulos piadosos y oponerse a esta campaña democratizante de la matanza industrial. Aleve, cotidiana, sórdida, indefinida de miles y miles de animales indefensos para ser descuartizados e ingeridos por una población famélica, en gran parte infantil. Cómo.
 
No hay manera lógica. Además, tampoco hay nada nuevo en ella. Si desde antes de ser, los humanos nos hemos cebado en otras formas de vida, y eso nos hizo como somos: astutos, cerebrales, técnicos, prolíficos, taimados y prevalecientes depredadores. Por encima, o mejor por debajo, de cualquier ideología, eso nos unifica.
 
Inquirida la ministra en improvisada rueda de prensa, enfatizó en aclarar que el matador Decreto 2016 de 2023 es una iniciativa de “Beneficio animal”. Preferimos llamarlo así, dijo.
 
¿Beneficio animal? Es imposible no pillar el eufemismo. ¿En qué se benefician esos pobres animales aniquilados masivamente, a mansalva, la mayoría antes de alcanzar la edad adulta? ¿Por qué no llamar la cosa por su nombre y aceptarlo? Masacre animal carnívora, y ya.
 
Quizá el pudor es porque quienes agencian el decreto letal se presentan al tiempo como “defensores de la vida”, concesionarios de los “derechos animales” y en su nombre prohibicionistas de cultos: “bárbaros, sádicos, psicopáticos…” (ahí sí procacidad). Como las corridas de toros, donde estos, criados en óptimas condiciones, tienen la oportunidad de batirse ceremonial, respetuosa y públicamente por su vida, salvándola en ocasiones o cobrándola muy cara en otras. Para ser finalmente casi todos consumidos en la mesa igual que los “beneficiados”.
 
También, supongo, porque el viejo rito taurino les avergüenza, cómo aceptación y expiación a la culpa histórica de nuestra especie con las otras y la naturaleza toda; como acusador acto de contrición por la milenaria cobardía y abuso.
 
Pero el esguince verbal no tapa nada. Simultáneamente, mientras entra en vigencia el cruento decreto de “Beneficio animal”, avanza en el Congreso la ley prohibicionista de los toros, que los extinguirá. Los dos, impulsados por la misma coalición “animalista”, sumando mayoría con muchos de sus opositores electorales.
 
En fin, la hipocresía es materia prima de la política (Maquiavelo). Pero hacer el idiota, tragando el insulto a la propia inteligencia, sí es a gusto del consumidor.

 


lunes, 4 de diciembre de 2023

SABES QUE TE VAS A MORIR... - VIÑETA 518

 
VIÑETA 518
 Sabes que te vas a morir…
Jorge Arturo Díaz Reyes 4 XII 2023 
Verónica de Curro Romero. Pintura. Foto: www.platayoro.com

Hace tres días, cumplió años Curro. Noventa insoslayables. La prensa, las redes, la afición lo han evocado multitudinariamente. Vida y obra, hombre y torero, genio y figura. Fechas, datos, hechos. Cada uno su Curro, tu Curro, mi Curro. El que han percibido directa o indirectamente. Entre la idolatría, no pocos regodeados más en los oscuros que en los claros del cliché que flota en el imaginario colectivo.
 
Las “espantadas”, lugar común en las semblanzas. “Mañana vendrá a verte tu madre…”, “Artista en esquivar almohadillas…” El apresamiento en Madrid por negarse a matar un toro. Su estoque incierto. ¿Fue acaso un cobarde?
 
--Di algo Curro, di algo…
--¿Pero yo que voy a decir?
--Me sonreía y ya está.
--La timidez mía es de Romero, de mi padre... Siempre he sido de muy pocas palabras.
 
Pocas, pero suficientes para llenar esas casi cuatrocientas páginas autobiográficas, que le dictó a Antonio Burgos. Ese largometraje: “Curro Romero maestro del tiempo” (hora y media) de hace dos años, y otros documentos en los que se ha retratado tan desnudamente como en sus muchas lidias.
 
Creo que soy valiente, pues con el miedo que paso, soy capaz de vestirme de torero, ir a la plaza, y a veces hasta de estar bien”. Sincero siempre, modesto siempre, parco siempre. Dentro y fuera del ruedo. No ha podido ni ha querido mentir, darse importancia. Así ha sido, así ha oficiado, así ha vivido. Así lo expresa. El toreo es miedo, valor, triunfo, fracaso. El toro a veces gana. Porqué disimularlo. ¿Cuál cobardía?
 
Esa transparencia, esa vulnerabilidad, esa falibilidad humana contrastando con sus creaciones sublimes, ha sido la dura piedra sobre la cual el currismo ha levantado su iglesia, su sufrimiento, su gozo, su fidelidad.
 
Creo que donde de verdad me siento es con el capote…, el capote pequeño, las manos cerca de la esclavina, la distancia justa, (cada toro tiene la suya). El pecho por delante, hundido en las piernas, cargando la suerte, graduando la velocidad, acompasando los brazos y la cintura, yendo tras la embestida, toreando con todo el cuerpo, muchas veces. No siempre se logra, pero es magnífico cuando surge la pureza.” (La verónica según Curro Romero, Todas las suertes por sus maestros, José Luis Ramón). 
 
Lo que hace Curro con el toro, no lo hace nadie sin el toro” señaló José María Recondo hace años en San Sebastián. Cinco puertas del príncipe en Sevilla, siete grandes en Madrid. Y una vez, en el hotel Alfonso XIII, Antonio Ordóñez quejándose a Manolo Vásquez tras una corrida con un Curro deslumbrante: “Bueno Manolo ¿es que tú y yo no sabemos torear con el capote?”.
 
Yo también tengo mi Curro. Cómo tantos, he estado en ocasiones cerca de él, reverentemente, sin atreverme a importunarlo. Le he visto torear en Colombia primero y luego en España. Debutando en Cali el 29 de diciembre de 1964 con toros de Fuentelapeña, junto a Pedrés y El Cordobés, (que arrasó aquella tarde). Fueron tres sus corridas en esa feria. La última el primero de enero cortando una oreja igual que Pepe Cáceres y Paco Camino. Y antes, en Manizales, enero 29 del 61 con toros de Juan Pedro Domecq, cuando inspirara ese titular del diario “La Patria” cuyo recorté guardo por ahí: “De hoy en adelante, las verónicas no se llamarán verónicas sino romerinas”.
 
Niño sin estudios, torero lóngevo, viejo semidiós. Glosa sin saberlo quizá a Epicuro y Schopenhauer, discurriendo lenta y humildemente ante la cámara: “Lo que ha pasado ya pasó. La soledad no me cuesta, no me peleo con ella… Sabes que te tienes que morir, ya lo sabes, pa´qué vas a pensar en eso... Pero quisiera ser eterno para reirme”.

lunes, 20 de noviembre de 2023

¿EXISTIÓ BELMONTE? - VIÑETA 517

  VIÑETA 517
 ¿Existió Belmonte?
Jorge Arturo Díaz Reyes 20 X 2023 
Juan Belmonte García. Revista: Fiesta española 
 
¿Fue acaso el mismo que las crónicas, la tradición, la historia, nos han puesto en la imaginación? ¿Existió ese “Belmonte”, otro del Juan Belmonte García, de carne y hueso?
 
¿Existió El Pasmo de Triana, El Terremoto? El que toreando así no podía vivir tanto. “El triunfador del mundo y de sí mismo, que al borde —un día y otro— del abismo, supo asomarse impávido y sereno”. Como lo cantó Gerardo Diego.
 
El desprovisto, feo, debilucho, que aprendió los terrenos lidiando sementales en tinieblas. Para luego de su alternativa-petardo, ir a subvertir el orden, confrontando al dinástico Joselito, “Rey de los toreros”, cumbre de lo conocido, y a sostener con él ese duelo mortal, “Edad de oro”. Tránsito del romanticismo a la modernidad, que ya ocurría en la literatura, el arte, la ciencia, la técnica, la cultura toda.
 
¿Existió ese patético revolucionario que elevó el toreo de los pies a los brazos, del corazón a la cabeza, del verso a la estrofa, del combate al arte? El que derrotado y humillado en Madrid aquella tarde legendaria de 1917, salió del fondo de su vergüenza, peguntándose ¿Pero es que no soy nadie? A oficiar “con toda el alma” esa faena fundamental del parar, templar, mandar, ligar y cargar. Esa que dicen cambió la tauromaquia de una vez por todas...
 
Replanteando la doctrina y la liturgia. Prolongando la faena, la permanencia, la quietud y el riesgo en pro de la belleza y la emoción. Haciendo que durante la cruenta “Edad de plata” sus apóstoles murieran a montón tratando de hacer lo mismo. Siniestralidad y estética que obligaron a “ennoblecer“ (genéticamente) al toro.
 
¿Será cierto? ¿Existió ese torero lector tal como se auto relató a Chaves Nogales tres décadas antes de matarse? Aquel sepultado a regañadientes bajo la escueta lápida de suicida, en el católico cementerio de San Fernando. Muy a la vuelta (detrás) del regio mausoleo de su rival.
 
Ese de la cicatrizada cara y la triste sonrisa prognática. Ese del retrato de Zuloaga, la estatua de Triana, el pasodoble de Sánchez Jiménez, la infinidad de fotos, dibujos, películas, cuentos, ensayos, libros, ditirambos, invenciones. Ese que desentrañó el rito: “Hacemos a un toro en veinte minutos lo que la vida hace con nosotros”. Y otras tantas cosas que se le atribuyen. Ese, del que dijo Hemingway: “Es el hombre que mejor conoce su oficio”, y del que después, cuando idolatrado, pero sin amor feliz se pegó un tiro, agregó: “hizo bien”.
 
¿Existió el sempiterno citado, el constante imitado? El de la evocación trágica, la media belmontina, el molinete belmontino, el natural belmontino, el toreo belmontino...
 
¿Fue? O nos habita una ficción, una leyenda. Un mito, en el que queremos creer, porque necesitamos creer. Y como con tantos otros (mitos), de no haber existido tendríamos que haberlo inventado.