TOROS EN PANTALLA - VIÑETA 30

 

Toros en pantalla

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 7 de junio del 2014

Recuerdo mis tiempos de niño. Las noticias, las crónicas, las imágenes (fijas), de las corridas españolas nos llegaban semanas y hasta meses después. Con las revistas. Sólo las excepcionales, reducían a días el plazo para salir en los periódicos.

Ahora, ver los toros por televisión, internet o video, es una maravilla, que trae a todo un mundo nuevo, el viejo mundo de los toros. Expandiendo su ámbito. Quienes no puedan o no quieran asistir a las corridas, pueden mirarlas dónde sea. Guardarlas, repetirlas, fragmentarlas, editarlas, estudiarlas, disecarlas, y opinar como les plazca.

Un progreso. Con todo cuanto eso significa, bueno y malo. Porque la transmisión, agranda virtudes y defectos. Pero también descontextualiza y despersonaliza la corrida, sacándola de su ámbito real a la fría pantalla.

El toreo es arte vivo, fugaz, presencial. Un acto estético-emocional único, integral con su tiempo y espacio. Irrepetible. A uno que dogmatizaba; Yo, viendo la faena, serenamente, desde mi casa, no hubiese dado la oreja, Antonio Carrasco le contestó de inmediato ¡Es que las orejas se cortan en la plaza!

Cuidado. Al aficionado de televisor le puede pasar lo mismo que al del sexo virtual. Obtener sensaciones equívocas de una experiencia incompleta.

 

Crónica de la corrida de hoy en la sección América

 





EN UNA ESQUINA TRANSITADA - VIÑETA 29

 

 

En una esquina transitada

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 6 de junio del 2014 - 21:25

"Escuela de llanto y de risa... Donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas... y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento..."

Está grabado en piedra sobre la fachada de un edificio abalconado en la calle Alcalá, junta con Goya. Era la casa del autor, entre 1933 y 36. Años duros, terribles, antesala del horror. En los bajos, hay ahora la sucursal de un banco, y cruzando, El Corte Inglés.

Frente a ella, un río de transeúntes y automotores fluye sin piedad. Nadie se detiene, nadie lee. Cada uno en lo suyo. Tienen motivos. Tienen prisa. Pero valdría que pudieran hacerlo, que quisieran hacerlo.

Esas frases las pronunció un artista, poeta, dramaturgo, dibujante y aficionado a los toros. De los cuales dijo, "es la fiesta más culta", y otras cosas hondas. La amaba y la cantó como pocos, como nadie.

Son parte de un discurso, al teatro, no al toreo. Pero igual, porque lo describen perfecto: Ruedo de llanto y risa... de morales viejas... normas eternas... corazón y sentimiento... Así es, así. No importa que quienes pasen frente a él, o dentro de él, no puedan o no quieran asumirlo.

 

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GLORIA Y EFRÉN - VIÑETA 28

Gloria y Efrén

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 5 de junio del 2014 - 21:25

Ahí, exactamente, dondo comienza la sombra en el tendido cuatro al salir el paseíllo, se sientan. Son abonados. Delantera de grada. El mejor puesto en Las Ventas, para ver digo, no para ser vistos.

Entran temprano, apenas abren las puertas. Deben tomar ascensor. En el metro, una pesado bahul ajeno se deslizó y le rompió a Efrén los ligamentos de la rodilla izquierda. El mismo día que lo de Falcao en Francia.

Viejos aficionados, han pagado religiosamente cada una de sus entradas. En total, una fortuna. No la reivindican protestando ni aplaudiendo. Viven las corridas con íntima devoción. Allá los demás.

Jubilados, habitan plácidos, lejos de sus montañas paisas, por la Dehesa de la Villa. Ella es contadora y amante del arte, todo, en todo, a lo andaluz, y considera el del toreo algo así como lo que hacía Rafael de Paula en sus momentos inspirados. Nada menos. Nada más.

Él, profesor universitario, investigador y autor de libros. Escribe uno con tema tremendamente útil y aburrido; Historia de la administración pública. Parco, escéptico, parece asumir el arte de torear, ideal, utópico, inexistente.

Una olvidada tarde triunfal, eufórico le pregunté saliendo de la plaza, ¿Te gustó la corrida? Sorprendido contestó alzando las cejas ¿Cuál corrida?

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DIÁLOGO EN LA BENEFICENCIA - VIÑETA 27

Diálogo en la Beneficencia

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 4 de junio del 2014 - 21:25

Escena: Plaza de Las Ventas 6:57 PM. Corrida de Beneficencia. Tradición y postín. Rito y espectáculo. Toreros de moda. Hierro garante. Lleno. Protocolo, notablato y clavel.

Personajes: Turista koreano (en short). Aficionado madrileño (con gorra). Tendido cinco.

¿La fiesta es benéfica?

Lo es. Hace beneficencias ¿No? Tributa. En estas corridas y en todas. Es útil.

¿Pero es necesaria?
No tanto por lo que da, como por lo que representa.

¿Qué representa?
Lo qué dejamos de ser. Veraces, valientes y honorables. Hasta la muerte.

¿No es eso cursi, quijotesco, anacrónico?

Cada vez más. Ya no se lleva. Las noticias muestran el presente. Falsedad, cobardía, vileza. Es lo que hay, lo que va. Recordar lo contrario, la decencia perdida, es benéfico y necesario.

¿Y el toro?

Es el centro. Sagrado y sacrificado. Cara a cara. Con verdad, valor y honor. Sino no. Es el único animal que hoy no mata el hombre a traición. Recordarlo también es de caridad y necesidad ¿Cierto?

¿Los toreros cobran hoy?

Bastante. Todos cobran, menos los que pagamos.

¿No se supone que..?

¡Hombreeee! Mira el palco real mejó, que llegó su majestá. (Suena el himno, estalla la ovación)

Crónica de la corrida de hoy en la sección América.


TOREANDO LA FERIA DEL LIBRO - VIÑETA 26

 

 

Toreando la feria del libro

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 3 de junio del 2014 - 21:25

Comienzos de junio. El frío retrocede. Sol. Cielo azul. Una feria declina. Otra nace. Coinciden. En Las Ventas, los toros. En el Retiro, los libros. Treinta y una corridas consecutivas. Cuatrocientas librerías concentradas.

 

Para los que padecen y disfrutan las dos adicciones, que son los menos, es el desafuero, la orgía, el paraíso artificial, con dos ambientes. Por la mañana parque, por la tarde plaza.

Toros y libros, libros y toros. Tienen una vieja relación. Desde Gilgamesh, hexamilenario matador, se juntan letras, palabras, frases, párrafos, folios para cantar y contar unos, las andanzas de los otros.

Si algo hay que agradecer a la Fiesta, decía Ortega y Gasset, es el que dé a los hombres, tanto de qué hablar. Y de qué escribir, digo yo. Cada suerte, cada tercio, cada faena es una historia, un relato, un texto, un poema, una crónica, un cuento, una novela, un libro...

La literatura del toreo es vasta y vieja. Tanto como este mismo, que es a su vez tan antiguo como el hombre y el toro. Es además imprescindible (¿podemos prescindir de Lorca?). Pero no será eterna. Ya, en El Retiro como en Las Ventas, veo cada año menos toro.

 

Crónica de la corrida de hoy en la sección América.







UN REAL AFICIONADO - VIÑETA 25

Un real aficionado

Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 2 de junio del 2014 - 21:25

Abdica su majestad Juan Carlos de España. No cometeré el irrespeto de opinar como extranjero sobre la política del país. Pero al oír el discurso, recuerdos y sentimientos de aficionado resultaron inevitables.

Su frase leída en los muros del museo taurino de Pamplona, reconociendo la fiesta como rasgo integral de la identidad cultural. Su afición, heredada de padre y madre. Su presencia, no solo en el palco real, en ocasiones protocolarias, sino en el graderío, en otras.

Dos imágenes vinieron por significativas. Ambas en ferias de San Isidro. Una, sentado en la barrera junto a Manuel Benítez Pérez "El Cordobés". Sobre el sitio donde años antes el espontáneo, huérfano de guerra, pasó detenido por guardias civiles. Habida cuenta de: O llevarás luto por mí, es una alegoría de la historia contemporánea española.


Otra, en el 98. Corrida de Victorino. Uceda, bajo un diluvio, con agua al tobillo, frente a uno, en "alimaña", de 698 kilos. La plaza, llena en principio, casi vacía. El rey, bajo un paraguas, inmóvil en su puesto, por respeto al torero.

No se si la fiesta perdió la corona real, lo que sí sé, es que quien renunció a ella es un real aficionado.

Crónica de la corrida de hoy en la sección América.




AFICIÓN DOMINGUERA - VIÑETA 24

Afición dominguera
Por Jorge Arturo Diaz Reyes, 1 de junio del 2014 - 21:25

Muchos vienen de poblaciones periféricas. Es cuando pueden. Trabajan. En días hábiles imposible. Hacen la romería, viajan kilómetros, lejos de casa, gastan tiempo, comen fuera, pagan transporte, regresan tarde, sumado todo esto, su entrada cuesta más, harto más, y a veces revendida.


En general son alegres, pintorescos, generosos, aplaudidores, desprevenidos, espontáneos, gozadores. La corrida significa otra cosa para ellos. Es todo su domingo, su festivo, su descanso, su liberación de la rutina, y lo quieren pasar haciendo lo que más les gusta, vivir la fiesta de los toros. En Madrid. No están dispuestos a que cuatro enterados con gusto por el protagonismo se la dañen enarbolando el dogma.

Estos, por su parte, y quizá la mayoría de los habituales, que pueden venir siempre porque viven y trabajan cerca, o en horarios que se lo permiten, los miran diciéndose o diciendo, ¡Bah! Domingueros, afición dominguera. Implicando tácitos contenidos peyorativos, conscientes o subconscientes;  pueblerinos, ignorantes, ingenuos, paletos...

Bueno, y qué. A lo mejor haya razones de lado y lado, pero seguro también derecho de unos y otros. Pacto base de la civilización: hacer lo que nos de la gana siempre y cuando no jodamos a los demás.

 

Crónica de la corrida de hoy en la sección América.