lunes, 6 de febrero de 2023

SÍNDROME DE HARRY - VIÑETA 491

 
VIÑETA 491
 
Síndrome de Harry
Jorge Arturo Díaz Reyes, 6 II 2023 
Fotos: Wikipedia
Mirando, con ojo clínico, lo que viene padeciendo la fiesta en las últimas dos o tres décadas, asalta la tentación de agrupar todas esas dolencias bajo un solo diagnóstico. Igual que hace la medicina con el conjunto de signos y síntomas que caracterizan enfermedades recién identificadas. Esta, por lo general echa mano al nombre del descubridor. Síndrome de Down o de Turner; o al de un paradigma cultural semejante, complejo de Edipo o de Electra..., por ejemplo.
 
Cómo podría llamar entonces un investigador al hallazgo de un conjunto psicosomático integrado por: inmunosupresión, infestación de parásitos oportunistas, extravío de caracteres esenciales, pérdida de identidad, disociación de la realidad, apetito voraz, atrofia de la musculatura y el esqueleto, postración, fiebre publicitaria, delirios de grandeza y negación de la gravedad.
 
O, hablando más descriptivamente: Bajas defensas. Ataques políticos. Confusión. Degradación del toro, la lidia, el riesgo. Menosprecio de la evidencia, los resultados y los méritos en el ruedo. Obsesión por el dinero inmediato. Ablandamiento de los pilares fundamentales del culto, verdad, integridad, valor, fiereza. Conciliación con las exigencias de los agresores; atenuación, morigeración, teatralización, prohibición. Metamorfosis enmascarada taurina-antitaurina. Desinformación y construcción mediática de ídolos. Primacía del show business. Evolución de mal pronóstico...
 
Para llamar todo esto tan complicado, habría que buscar una palabra fácil, corta, de moda, nemotécnica, un nombre que acapare likes. Algo así como Harry ¿No? ¿Qué tal síndrome de Harry, o complejo de Harry?  Sí, suena bien ¿Pero cuál Harry? Hay varios en cartelera. Por supuesto, no el Harry que anda vendiendo los trapos sucios de su real familia. No, no, ese no sirve, para nada. ¿Quizás Harry (Potter), el niño imaginario, que vende como pan caliente libros, películas, videos, de todo y que convirtió en magnate a su genial autora? Bueno, sí, pero su magia no parece calzar.
 
Mejor uno que se asocie con incongruencia, con ser lo que no se es… A ver… ser lo que no se es… Otro Harry… ¡Harry Benjamín, el endocrinólogo! Pionero en el estudio y la comprensión del transexualismo. Esa trágica paradoja de poseer mentalmente un sexo atrapado en el cuerpo contrario.
 
¿No caería mejor este símil, al empeño de la cabeza en meter el rito milenario en un organismo antagónico? Síndrome de Harry, por el buen doctor alemán. Cualquiera podría convenir que cae justo.

lunes, 30 de enero de 2023

UN MUNDIAL NO MUNDIAL - VIÑETA 490

 
VIÑETA 490
 
Un mundial no mundial
Jorge Arturo Díaz Reyes, 30 I 2023 
Qatar 2022. Foto: TN

Aprobados hace cuatro días los carteles del San Isidro 2023, que presentó la empresa Plaza 1 a la Comunidad de Madrid, y al mundo. Sí, al mundo, pues, aunque no se le llame así ha sido para todos los efectos la feria mundial del toreo y como tal pertinencia de todos.
 
Desde semanas atrás, al tiempo que las combinaciones comenzaban a filtrarse, crecían cuitas y especulaciones. Ahora, ya bendecida la programación por los políticos, cada quien puede hablar según vea retratados en ella sus gustos, intereses, inclinaciones y fobias que las hay. Subjetividades respetables todas, pero por encima de ellas están los hechos.
 
El más llamativo y sintomático, hablando de mundiales, resulta de comparar que mientras el fútbol en auge agranda el suyo (a 48 selecciones el próximo) y por tanto lo hace más inclusivo, el toreo lo contrae y lo hace más exclusivo. Doce corridas, un tercio menos que hace cuatro años en el 2019, último de prepandemia.
 
Por ende, los cupos de toreros menguan muchísimo, y más allá de la proporción directa con el recorte de festejos, los que quedan se ven minimizados por la repetición (dos, tres y cuatro veces) de los mismos nombres. De los que antes le hacían tantos pucheros a Las Ventas, incluidos reaparecidos de la postpandemia. Cuál representatividad. Cuál oportunidad. Es “el mundial de las figuras”, tituló el ABC. ¿Futuro? No futuro.
 
Evidente que, para esta excluyente distribución lo que importó fue “hacer caja”, como señaló Pla Ventura el viernes en su columna de Toro de Lidia. Por supuesto, la empresa, que lo es con ánimo de lucro, está en su derecho. ¿Pero la bendición a tal política por la cosa pública (CAM) también? Claro que sí, ya lo hizo.
 
Con las ganaderías pasa otro tanto. En la reducida oferta, brilla por su ausencia el torismo. Los albacerradas de Adolfo, Escolar y Victorino lucen tan incongruentes como un mosco en leche ¿O se podría decir, entre ganado de leche? Al parecer ya ni en Madrid renta la lidia. Cultura taurina en evolución.
 
Sin embargo, en medio de tal recesión contrastan algunos picos, como la contratación de cinco espadas mexicanos, la cual en su país atribuyen más que a tino de los organizadores, a una promesa cumplida por el hábil senador Pedro Haces “Don Bull”. Y la noticia del posible nuevo contrato televisivo; cinco millones de euros por temporada durante tres años, dan quince, lo cual sacaría del ruedo a Movistar el canal que viene transmitiendo, mucho mejor que comentando, esta y todas las grandes ferias. Encarecería quizá la subscripción, pero seguiría garantizando con plata (única forma) las vitales transmisiones. Estas sí mundiales.

lunes, 23 de enero de 2023

COMO AL CADALSO - VIÑETA 489

 
VIÑETA 489
 
Como al cadalso
Jorge Arturo Díaz Reyes, 23 I 2023 
Bolívar en Manizales 4 I 2023. Foto: Camilo Díaz

Ya están en la calle muchos carteles de la temporada europea 2023: Valdemorillo, Olivenza, Castellón, Valencia (Fallas) confirmados; algo de Sevilla, casi, casi completos los del numeroso San Isidro madrileño, e incluso algunos más avanzados, Junio (Istres), julio (Ceret), y no…, ni por asomo un matador colombiano en ellos. Ni por asomo.
 
¿Porqué? ¿Acaso están vetados? ¿No existen para las empresas? ¿No son alternantes dignos allá de los consabidos sota, caballo y rey, que repetirán hasta cuatro y seis veces en la misma plaza? ¿La inminencia de prohibición en marzo por el congreso aquí, desahucia también a los toreros colombianos allá? ¿O quizá es que su rentabilidad no da como para solidaridades, reciprocidades, ni devolución de atenciones?
 
Bueno, al fin y al cabo, nadie imaginaría que les correspondieran en la misma medida, carteles exclusivos para ellos, pero sí al menos algún puesto. Por ejemplo, en la multitudinaria feria de San Isidro, donde van todos. Aunque solo fuera por guardar apariencias.
 
No cabría, digamos nuestro primer espada, Luis Bolívar, con trayectoria y méritos refrendados. Que viene, hace quince días no más, de ganar los trofeos como triunfador y mejor faena en la feria de Manizales, cortando siete orejas, indultando un toro, saliendo a hombros en sus dos corridas
 
Sí, allí en el mismo ruedo donde Sebastián Castella (francés) reaparecía en solitario, mientras al otro día se anunciaban El Juli (español) y Roca Rey (peruano) mano a mano. Sin colombianos en ninguna, tal como acababa de suceder en Cali el día del cumpleaños de la plaza, 28 de diciembre: Talavante, De Justo y Roca Rey.
 
No más iniciar la encerrona, el matador “Perla Ruiz”, presidente de la Unión de Toreros de Colombia, UNDETOC, se lanzó como espontáneo en protesta por la omisión en su propia casa de la torería nacional.
 
Todo esto, sucediendo precisamente cuando la fiesta urgida como nunca de reconocimiento, unidad y solidaridad enfrenta en el país la más feroz arremetida político-moralista. Pero de inmediato, voces notorias del taurinismo se levantaron melindrosamente: “Sí, quizá tenga razón, pero esa no es forma de protestar”.
 
¿Entonces cuál es? —Preguntó en un trino el aficionado paisa Mauricio Brand. Sin respuesta... Los interrogados pasaron callados como los que llevan al cadalso.

lunes, 16 de enero de 2023

EL FESTÍN DE LOS PÍOS - VIÑETA 488

 
VIÑETA 488
 
El festín de los píos
Jorge Arturo Díaz Reyes, 16 I 2023 

La comida de Gargantúa. Gustavo Dore. Wikipedia


Ya somos 7.900 millones de humanos. 18% más que hace quince años. Y prospectando datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), este año asesinaremos, sí, sí, asesinaremos para nuestro consumo y placer (nutrición, salud, adorno, gastronomía, confort, moda, lujos, deporte, lucro…) unos 71.000 millones de animales, mantenidos en torturante confinamiento. Además de aproximadamente 165 millones de toneladas de peces inocentes.
 
Sin contar, claro, los miles de millones a eliminar porque nos resultan molestos o amenazantes; insectos, roedores, reptiles, fieras… y por similares razones, otra miríada de seres vivos: vegetales, microrganismos, protozoarios, bacterias…
 
Y sin tampoco incluir la experimentación científica: médica, cosmética, militar o docente. que usará unos 125 millones de animales causándoles dolor, estrés, sufrimiento y muerte.
 
Remitámonos únicamente a lo devorado en el descomunal y desigual festín (un tercio de la humanidad padece hambre). La mayor parte será desechada como basura y excremento, pues el metabolismo humano, por sus propios mecanismos, apena retiene lo indispensable para su funcionamiento y reserva (grasa), expulsando el resto a la polución del medio ambiente.
 
De toda esa enorme masa de animales a masacrar en 2023, con abuso de astucia, fuerza y técnica, unos 355 millones serán bovinos, (vacas, novillos o toros). Y de estos, apenas a un minúsculo porcentaje, quizá menos del 0,00001, después de cría y cuidado privilegiado, se les permitirá batirse por su vida en el ruedo. A diferencia de los otros, lo harán cara a cara, con identidad, historia, nombre, número, respeto, liturgia, oportunidad de defensa, recuerdo...
 
No por “maltrato” ni por “diversión”. Lo harán en un reverendo rito milenario, ecológico, cultural, de origen religioso, de comunión con la naturaleza, único actual en que el ser humano reconoce a otra especie igualdad en la lucha por la vida.
 
Prohibir esta ceremonia de honor y expiación biológica, que insulta la hipocresía, es hoy asunto prioritario para supuestos animalistas. Ahítos de proteínas y lípidos, reclaman derechos humanos en los no humanos, condenan el sacrificio público en las corridas, pero exoneran por oculta la carniceria de los mataderos y otras formas.
 
En marzo próximo sus representantes en Colombia, políticos de todas las vertientes, de todas, instalados en el Congreso con promesas electorales de unidad en la diferencia, respeto a las minorías y libertad de cultos, aspiran abolir la ley taurina nacional (916 de 2004), criminalizar la tauromaquia y exterminar el toro de lidia en todo el territorio nacional.
 
Será para que siga la gran matanza sin referencias históricas ni alegorías insufribles a las “buenas conciencias”.
 

domingo, 1 de enero de 2023

MANIZALES CAUSA JUSTA - VIÑETA 487

 
VIÑETA 487
 
Manizales causa justa
Jorge Arturo Díaz Reyes, 2 I 2023 
Foto: Camilo Díaz

Manizales emprende su feria 68, en medio de la persecución medieval que ha cerrado plazas, ganaderías, empleos, destruido museos, anatematizado el rito, maldecido su feligresía y puesto al filo de la extinción una raza.
 
Capeando la marejada del odio, la intolerancia, la conculcación de libertades, y el cabestreo de la cultura bajo el formato de la democracia parlamentaria. Manizales de nuevo emprende su feria.
 
Cuando desde sus bien pagadas curules, los políticos a nombre del pueblo (taurinos incluidos) aprestan la solución final. Criminalizar el ancestral culto de la tauromaquia. Cuando la barbarie posmoderna impone su ley, Manizales ejerciendo libertad emprende su feria 68 y con ella la conmemoración de los 73 años de su Monumental plaza de toros. Edad que ocupa buena parte de la de la ciudad (174). Desde allí, al filo de la cordillera, donde fue levantada, ha guardado la entrada, y contemplado y presidido esa historia y marcado el centro espiritual, artístico, económico de su festividad mayor, La Feria. Que convoca peregrinos de todo el país y el mundo por su carácter auténtico, siendo la más cosmopolita.
 
Su timonel desde hace 17 años, el médico Juan Carlos Gómez, ha quedado como el último mohicano. Sobreviviente de una estirpe aniquilada. La de los empresarios colombianos en plazas de primera. Ya no hay más. Resiliencia sostenida en una ferviente afición y un compromiso ético. Además, empresario atípico, sin ánimo de lucro, que no lleva toreros, ni ganaderías, ni otras plazas, y tiene como máximo fin contribuir a la financiación del Hospital Infantil, centro de piedad y auxilio científico a los niños enfermos de la región.
 
Un hombre con causa justa. Cuidado. Discreto, estudia, reflexiona, trabaja, trabaja, trabaja… y dice las cosas como son. A lo médico, sin hipérboles, placebos ni mentiras piadosas. Con su franco y sereno acento paisa desgrana las historias, deduce los diagnósticos y sustenta los pronósticos. Esa bien ganada credibilidad y los resultados, son los que le han perpetuado líder en representación de la Cruz Roja, su hospitalito y sus pequeños pacientes.
 
Quizá sin su trabajo y el de sus colaboradores y predecesores, muchos de ellos nunca hubiesen llegado a ser adultos. O lo hubiesen sido cargando de por vida secuelas desgraciadas. Un hombre, una ciudad, una feria… causa justa, más que justa, en un mundo plagado de causas injustas.

domingo, 25 de diciembre de 2022

ESTE RUEDO NUESTRO - VIÑETA 486

 VIÑETA 486

Este ruedo nuestro
Jorge Arturo Díaz Reyes 26 XII 2022 
Cañaveralejo. Foto: Camilo Díaz

En Cali, donde siempre hubo toros, bueno, casi siempre. Documentados, al menos desde 1560, veinticuatro años después de la fundación por el castellano Sebastián de Belalcázar.
 
Han existido muchos ruedos. El último (¿será?), este de Cañaveralejo en el que hace ya 65 años nació la feria con cinco corridas de toros. Por cierto, la segunda, de Mondoñedo notable, José Antonio Romero y Chamaco a hombros dieron paso a una celebración espontánea y continuada que asaltó el casco urbano, propagándose a todos los barrios y sus alrededores. Juanchito, del puente para allá, incluido.
 
Con tal fuerza prendió el jolgorio, que, al año siguiente, las autoridades decidieron tomar las riendas, nombrar junta organizadora, hacer un programa y montar apertura oficial con alcalde y todo (hasta hoy). Duró aquella cuarenta días y cuarenta noches; del 6 de diciembre de 1958 al 15 de enero de 1959. Qué tiempos aquellos.
 
Transcurrió como todas después, enraizada en la plaza, que por entonces quedaba lejos. De allí partió la cabalgata inaugural, multitudinaria (tradición abolida) que entrando en la ciudad la cruzaba hasta El obelisco, junto al río. Esa intervención político-administrativa municipal obligó a los historiadores obedientes a contar la segunda feria como primera y descontar la taurina original. Por ahí empezó la cosa.
 
Sin embargo, durante más de medio siglo, las corridas continuaron siendo causa y efecto. Luego, andando tiempo y alcaldes, lo derivado, lo accesorio, la guachafita extrataurina terminó tornándose fundamental para la municipalidad, y el esencial culto del toro, fue progresivamente relegándose, desconociéndose, anatematizándose y prohibiéndose… todavía no, porque la ley aún lo impide. Pero siguen trabajando en ello con ahínco. Están a un paso.
 
La plaza, mejor dicho, lo que han dejado de ella (hace poco vendieron casi la mitad de sus terrenos), fue causa común, propiedad de todos, madre de la feria y su epicentro. Levantada en las afueras, por extensión está hoy en el corazón de Cali. No solo topográficamente, sino histórica, cultural y sentimentalmente.
 
En ella, por generaciones, acumulando recuerdos hemos despedido los años viejos y recibido los nuevos, honrando el rito ancestral, marcando el tiempo con sus temporadas y viendo bullir la fiesta entre la fatalidad. Por eso y por su intrínseca belleza arquitectónica es monumento cultural, querido, referencial y parte de nuestro paisaje.
 
Cosas estas despreciadas por los políticos reinantes en este milenio. Muchos de ellos advenedizos, esnobistas, no enterados que deliran con recrear el mundo a su imagen y semejanza, y… lo más patético…, lo están logrando.
 

lunes, 19 de diciembre de 2022

DE CALI A MANIZALES - VIÑETA 485

 
VIÑETA 485
De Cali a Manizales
Jorge Arturo Díaz Reyes, 19 XII 2022 
Daniel Jiménez, aficionado, Quepd.
Aunque Cali tuvo fiesta de toros y afición desde cuatro siglos antes, hoy, la Monumental de Manizales y su feria tienen antigüedad sobre Cañaveralejo y la suya.
 
No mucha. Siete y tres años respectivamente, que más que distanciarles las hermanan. Además de la edad, la cercanía y la tradición que engarza sus temporadas; una cierra el año viejo, la otra inicia el año nuevo. También el contraste de sus climas, talantes y estilos en vez de separar atraen y aúnan la compartida feligresía.
 
Una procesión abigarrada de toreristas, toristas, turistas, clasisistas, esnobistas, todistas, periodistas… va y viene de diciembre a enero, del valle a la montaña, del calor al frío, y de un modo a otro de asumir la devoción taurina.
 
Pero algo más hondo las une hoy. Su condición de sobrevivientes acosadas. De ser las dos últimas grandes ferias del país. Bogotá, Medellín, Cartagena, Bucaramanga, Popayán, Ibagué, Armenia… fueron cayendo una por una bajo la saña de políticos regionales prohibicionistas. De izquierda y derecha, la verdad, que no se inculpen oportunistamente los prosélitos de bando a bando.
 
Los deja en evidencia una vez más el reciente triunfo en el senado con 50 votos a 4 del proyecto de ley aniquilador. Celebrado sin reato en las redes por la parlamentaria ponente, agradeciendo uno a uno la complicidad de los variopintos partidos y grupos: Verdes, Liberales, Conservadores, Radicales, Comunes y otras denominaciones: “U”, “ASI”, “AICO”… etc.Todos a una.
 
Por nuestro lado, los trashumantes viejos, cada vez menos, persistimos en el sube y baja. Recordándonos las grandes tardes. Añorando lo que no volverá. Lamentando la libertad arrebatada, la dignidad infamada, la felicidad lejana. Extrañando los amigos muertos. Refunfuñando, quizá con más razón que nunca, el “todo tiempo pasado fue mejor”.
 
Y ahora, para mayor pena, entre los muchos rostros extraviados de aquel pasado mejor, uno más nos hará falta. El de Daniel Jiménez. Abonado perenne de barrera en ambas plazas, con su Libia del alma. Hombre cabal, aficionado reverente, peñista cumplido, tertuliano singular…, viejo amigo de mi padre y mío. Cruelmente perdido por los vericuetos del tortuoso sistema nacional de urgencias (¡señores congresistas!), casi a punto de iniciar esta que de imponerse la intolerancia será quizá la peregrinación postrera.