Viñeta 98
!No, no y no!Por Jorge Arturo Díaz Reyes 27 de mayo 2015
Un
encierro sin bravura, un Morante displicente, un Juli opaco, un Castella
codicioso con un blando de nobleza supina, fueron los elementos para que la
vulgar tarde fuera lanzada por el público pañuelero y un palco sin rigor a una
puerta grande apoteósica.
Madrid
es la primera plaza del mundo. Cuando Madrid locuta el mundo taurino calla. Lo
de hoy ha sido un nefasto precedente. Un mal ejemplo. Un mentís a los
principios. Una vuelta al ruedo para un toro, blandengue, de trapío común en
plazas de segunda, que se salió de la primera vara y en la otra solo recibió un
simulacro, que blandeó a lo largo de la faena y que tuvo la obediencia sin
fiereza por estandarte, no puede recibir el máximo premio del mundo taurino. Sí,
el máximo, porque aquí no se indultan los toros y se supone que la vuelta es
para la cuasi perfección del feno y el genotipo. Estampa, cuajo, imponencia,
ofensividad, raza, bravura, soberbia.
Y
qué decir de la faena de dos orejas, con un desarme, algunas tandas con el pico
y la estocada caída y desarmada. Que tuvo virtudes, claro, fue natural, medial,
ligada, quieta, y por momentos, templada, y estética (por momentos), con capa y muleta.
Pero la suerte suprema es suprema. Y en una plaza donde no se acostumbra el
rabo se supone que las dos orejas son para la excelsitud.
El
publico por abrumadora mayoría las pidió y Don Javier Cano sin resistencia se
unió a la rumba, también pañuelos en mano, abriendo de nuevo sin justicia ese
portón que engrandecieran Belmonte, Villalta, Manolete, Camino, Ordóñez,
Rincón… ¡Qué pena! ¡Que horror! ¡Qué disparate!
Que verguenza acaso el Palco tenia chikunguña?
ResponderEliminarQue verguenza acaso el Palco tenia chikunguña?
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