lunes, 3 de marzo de 2025
OTRA ENCUESTA - VIÑETA 559
lunes, 24 de febrero de 2025
NOSOTROS Y LOS OTROS - VIÑETA 558
lunes, 17 de febrero de 2025
TAUROCRACIA - VIÑETA 557
lunes, 10 de febrero de 2025
TAURINOS A PALOS - VIÑETA 556
lunes, 3 de febrero de 2025
EL ARTE DE LA VERDAD - VIÑETA 555
Décadas antes, Antoñete planteaba —la distancia sería el elemento y concepto clave de mi toreo… distancia para dejar ver al toro, distancia para dejar venir al toro, distancia para traerse toreado al toro hasta el mismo epicentro del toreo.
Bueno, ya Belmonte había expresado su verdad de Perogrullo: —Cuando el torero manda todos los terrenos son del torero, cuando el toro manda, todos los terrenos son del toro.
¿Quién tiene la razón? Los tres. No hay contradicciones. Es cosa de momentos, distancias, técnica, estilo, apariencia. Quizás para cualquier otro arte; música, danza, pintura, poesía…, tales discrepancias formales sí lo serían, además de fondo e insalvables. No en el de torear, donde la dimensión es otra. La estética es consecuencia de la ética, la belleza es veraz o no es.
Asumir el toro, en su integridad, plenitud, respuesta, oportunidad, colocación. Parar, templar, mandar, cargar, ligar, matar, morir quizá…, renunciando a las ventajas.
Pero la verdad es palabra muy problemática. Cuánto cuesta. Ahí está la historia universal contándolo con sus horrores. Pese a que cómo todo el lenguaje, no es más que un producto cultural, una convención, una tradición, solo una manera de llamar la fidelidad con la realidad.
Verdad, realidad. El arte las manipula, las transforma, las usa. La filosofía se ha gastado milenios tratando de unificarlas. La ciencia las busca por aproximaciones parciales, perfectibles. Las religiones las dejan en manos de su Dios.
Y la tauromaquia, este otro culto, se abisma desde antes de los siglos en ellas. El toro, el hombre. Allí, como son, donde son, cuándo son…, todos los toros, todos los hombres; distintos, circunstánciales, imprevisibles, azarosos, uno para uno.
Allí, en la vida, la naturaleza, el universo, el tiempo. Toreo, alegoría de la lidia perenne, comunión biológica, rito sacro. O sacrílego, cuándo se rinde a lo profano: trabajo, diversión, espectáculo, negocio, política…
Al fin, allá cada quién en su terreno, con su toro, su brega, su modo, su albedrío, su vida, su realidad, su muerte. El arte representa, infunde, intima, saca, expone, purga..., de verdad. Es lo que al fondo aluden por igual, Belmonte, Antoñete, Leal, con sus distintas distancias.
lunes, 27 de enero de 2025
CHESTERTON AL RUEDO - VIÑETA 554
lunes, 20 de enero de 2025
EN EL UBER - VIÑETA 553
VIÑETA 553
—¿Usted es de los toros,
cierto? Lo he visto.
—Sí, sí ¿usted también…,
aficionado?
—De sol arriba, pero no
he vuelto a la plaza —dice con gesto derrotado.
—¿Por?
—Muchas cosas, muchos años…
—Señala la pantalla del Waze —Tomaremos la circunvalar, la quinta tiene más
congestión —Mira de reojo la motocicleta ruidosa que lo cierra por la izquierda,
maniobra y reanuda la conversación.
—El asunto es plata…, y
que ya no es como antes… La feria era la feria… teníamos una peña popular, abonados.
Ya ni modo —Una Toyota cambia de carril sin avisar. Frena duro moviendo la
cabeza negativamente y protesta
—Ahora todo es así.
—¿Pero sigue la temporada
desde fuera?
—Mas o menos. Ya los
periódicos no publican toros. Porque son dizque animalistas, pero hay que ver
la de carnicerías que presentan todos los días. Me entero en internet. En la
feria oigo la radio, aquí en el carro, cuando los pasajeros permiten, y si hay
ocasión, en los días libres veo alguna corrida con amigos que tienen suscripción
de televisión.
—Qué tal
—Buenas. Buenísimas. El
toro en Europa es otra cosa. El que sacan acá da pena. Ahora es que nos damos
cuenta. Es la otra razón.
—¿Y los toreros?
—Hablo por los de mí época,
los que vi, los que venían: Ordóñez, Los Girón, Pepe Cáceres, El Viti, Camino,
Puerta, Curro, El Cordobés, Palomo, Cavazos, Silveti, Manolo Martínez, Paquirri…
muchos, hasta César Rincón fui. Me llevaban. Usted que cree.
—Fueron buenos tiempos.
Pero los de ahora también valen.
—Bueno, para los que
pueden ir. Aunque para los que ya no podemos, que somos la mayoría, la
televisión es la única posibilidad de continuar la afición.
—Esta temporada creo muy
difícil que la haya.
—Ahí está. Se quejan de que el negocio declina, que
la gente se retira, que no les entra dinero suficiente… pero ponen trabas y
agregan costos a las transmisiones. Las quiebran...
—Bueno, la parafernalia
para transmitir una corrida es muy costosa, encima los impuestos, los derechos de
los empresarios, los de imagen de los toreros, hasta de los mozos de espadas
creo. Yo no sé si de los ganaderos también…
—¿No le digo…? ¿Se
imagina, el fútbol, la fórmula uno, el comercio, la política… sin televisión? Se
encierran. Se niegan a mostrarse. No evolucionan ¿Es que no se dan cuenta del
mundo en que viven? Hasta nos están prohibiendo, por raros. Y que no echen la
culpa solo a los antitaurinos. ¡Estúpidos! —refunfuña
por dos ciclistas que salen de la esquina en contra vía —y concluye
—Es el fin.
—¿De la fiesta?
—No. Del viaje. Son treinta
y dos mil pesos.