lunes, 16 de septiembre de 2024

VUELTA CON NIÑOS - VIÑETA 541

 
VIÑETA 541
 
Vuelta con niños
Jorge Arturo Díaz Reyes 9 IX 2024  
Salamanca. Fotograma, OneToro
Ayer en Salamanca, tras doblar el sexto del Vellosino, que se resistió mucho, y del cual don Carlos Miguel Hernández concedió a Borja Jiménez esa oreja, más generosa aún que la que le había dado del tercero y que llevaba consigo atada la puerta grande, saltó alegre y retozona una docena de niños al ruedo para compartir la vuelta. Quizá espontáneamente, quizá no.
 
Luego, cuando cargaron también a hombros con Miguel Ángel Perera por una regalona segunda del cuarto, único cuatreño de la grande, dispar, mansa, floja y noblota corrida, la parvada creció y se puso en cabeza de la procesión triunfal con una elaborada pancarta que decía “Juventud taurina de Salamanca”. Prueba de que había preparación. También había un “Palco infantil”.
 
Bueno, eso no importa. Con invitación o sin ella estaban ahí, alborozados, tocando los trajes de luces, correteando alrededor de los toreros. Los niños viven la corrida con esa frescura con que no se vuelve a vivir jamás.
 
Solo, frente a la pantalla contemplando escéptico su emoción vinieron recuerdos de mi lejana infancia. Tenía cinco años, mi hermano Jaime cuatro. Corriendo subimos las gradas de la plaza, adelantados a nuestros padres que nos gritaban advertencias. Desembocamos en el vomitorio, riendo, con los ojos como platos. De golpe sentimos el sol, el gran espacio circular, el colorido, la música, la multitud festiva y flotando en el ambiente, aquella mezcla de incertidumbre, miedo y arrojo... Yo le tenía de la mano. Entre todas las personas presentes, era el único con quién realmente compartía esa experiencia primera en la vida. No podíamos imaginar lo que nos esperaba.
 
Siete semanas atrás, junto a su lecho de muerte, contemplando su envejecido rostro agónico, ya inconsciente, su imagen infantil, tan feliz y asombrada de aquella vez me acompañaba, nos acompañaba. Tomé de nuevo su mano. Había pasado toda una vida, dos vidas, muchas faenas, muchas cosas que nunca adivinamos y ese momento seguía ahí, entre los dos. Ese momento en que nadie nos dijo que no debíamos sentir lo que sentíamos, y si nos lo hubiesen dicho no lo hubiésemos creído.
 
Los niños de la pantalla se fueron entreverados con los adultos que integraban el cortejo por razones menos inocentes. Para ellos la tarde de toros había sido estupenda por el solo hecho de haberlo sido, y seguro lo seguirá siendo en su memoria, aunque les digan que no.

lunes, 12 de agosto de 2024

LLANTO POR EL LLANTO - VIÑETA 540

 
VIÑETA 540
 
Llanto por El Llanto
Jorge Arturo Díaz Reyes 12 VIII 2024 
García Lorca en la plaza Santa Ana de Madrid. Foto, Wikipedia
"Escuela de llanto y de risa... Donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas... y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento..."
 
Está grabado en piedra sobre la fachada de un edificio madrileño abalconado a la calle Alcalá, junta con Goya. Era la casa del autor, entre 1933 y 36. Años duros, pugnaces, antesala del horror. En los bajos, hay ahora la sucursal de un banco, y cruzando, El Corte Inglés.
 
Frente a ella, un río de transeúntes y automotores fluye sin piedad. Nadie se detiene, nadie lee. Cada uno en lo suyo. Tienen motivos. Tienen prisa. Pero valdría que pudieran hacerlo, que quisieran hacerlo.
 
Allí escribió esas frases el artista, poeta, dramaturgo, dibujante y aficionado a los toros. Hacían parte de un discurso, al teatro, no al toreo. Pero igual, porque describen perfecto eso que el llamó "la fiesta más culta”. La que amó y cantó como pocos…, como nadie. Ruedo de llanto y risa... de morales viejas... ejemplos vivos de normas eternas... corazón y sentimiento...
 
Allí vivía también cuando compuso su tetralogía: “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”; La cogida y la muerte... La sangre derramada... Cuerpo presente... Alma ausente... Al entrañable amigo, mucho más que torero, corneado mortalmente por “Granadino”, en la plaza de Manzanares, 200 kilómetros al sur. Hace 90 años ya, 11 de agosto de 1934. “Eran las cinco en todos los relojes”.
 
De allí también salió el autor hacia Granada, 24 meses después en busca de refugio, sin saber que a cambio encontraría sus aleves asesinos, aquella madrugada del 18 de agosto. Y sin que nadie nunca pudiese cantarle a él una elegía digna de la suya. Llanto y llanto desde hace casi un siglo.
 

TRES HERIDOS - REVISTA DE PRENSA

 
LUNES
 
Tres heridos
TITULARES. Llanto por El llanto. Ignacio Sánchez Mejías: un llanto coral. En La México. Luz Elena Martínez y Paco de la Peña recibieron sendas cornadas. En Francia. Jarocho profundo corte y un traumatismo craneoencefálico. Rabo para Emilio de Justo en Herrera. Em Pontevedra gran triunfo de Tomás Rufo. Ginés Marín, por la puerta grande en Huesca. En Las Ventas, Uceda Vargas y El Niño de Las Monjas ovaciónados... 
Emilio de Justo en Herrera del Duque. Foto: ABC
BURLADERO (Jorge Arturo Díaz reyes): Llanto por El llanto.
 
DIARIO DE SEVILLA (Álvaro Rodríguez del Moral): Ignacio Sánchez Mejías: un llanto coral.
 
ALTOROMÉXICO.COM (Redacción): Tarde de heridos e indecisiones en La México. Luz Elena Martínez y Paco de la Peña recibieron sendas cornadas.
 
CULTORO (Stephan Guin): Francia. Jarocho sufre un profundo corte en el oído y un traumatismo craneoencefálico.
 
ABC(Rosario Pérez): Un rabo para Emilio de Justo por una faena ducal en Herrera.
 
PORTAL TAURINO (Editor). Pontevedra La Peregrina 2024 cierre con un gran triunfo de Tomás Rufo.
 
MUNDOTORO (Redacción): Tomás Rufo es de Pontevedra. El diestro de Pepino vuelve a abrir la Puerta Grande del coso gallego en el cierre de la Feria…
 
APLAUSOS (Redacción): Importante Ginés Marín, por la puerta grande en Huesca.
 
LAS VENTAS (Redacción): Uceda Vargas y El Niño de Las Monjas saludan ovación.
 
INFOBAE (Paco Aguado): Las Ventas caen en una sima con una novillada plúmbea y vacía de contenido.
 
TOROS EN EL MUNDO (Redacción): Más resultados de festejos celebrados en España este domingo 11 de Agosto.
 
DEL TORO AL INFINITO (Antolín Castro): La moda del mano a mano.
 
CRONICATORO (Jorge Arturo Díaz reyes): Llanto por El llanto.
 
LA RAZÓN(Manuel López Sampalo): 90 años de llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
 
TENDIDO SIETE(Guillermo Rodríguez): Colombia. Qué ofrece la empresa de Lima ? Roca, cartas de intención de Manzanares, Luque, Galdós, Colombo, Adrián, Fandi, Leal , Perera, De Lima, Borja, Galván y 11 toros de Núñez del Cuvillo.
 
SUERTEMATADOR (Adiel Armando Bolio): Presentan corrida de toros, en Monterrey por el LXXXII aniversario del coso.

lunes, 5 de agosto de 2024

ELCAMINO DE CALI - VIÑETA 539

 
VIÑETA 539
 
El Camino de Cali
Jorge Arturo Díaz Reyes 5 VIII 2024 
Paco Camino último paseíllo en Cali. Enero 2 de 1977. Foto, Archivo
Tras el tópico la esencia. Erigió aquí una iglesia que pervive, la caminista. Fue desde que apareció en el ruedo, entre Gregorio Sánchez y Jaime Ostos el 29 de diciembre de 1960, recién cumplidos los veinte años, para enfrentar santacolomas de Ernesto González. Le vi. Luego siempre. Vino a once ferias, toreó 36 corridas, cortó 30 orejas, un rabo y ganó tres veces consecutivas el trofeo Señor de los Cristales. Después no lo quiso más.
 
“Niño sabio” le llamaban, por ese innato entendimiento de los toros y la facilidad única con que sorprendió a todos, cuando iluminado desistió de ser aprendiz de panadero para torear. Ídolo insoslayable y tonante. Salpicó la estela de triunfos que dejó en Cañaveralejo con impías rechiflas y sacrílegas protestas, provocadas por él mismo como para poner a prueba la firmeza de su feligresía.
 
Con dos toros, que convirtió en leyendas locales, dejó imprimadas en la arena de Cali los extremos de su personalidad. El uno, “Sangreazul” de “Las Mercedes” (santacoloma), número 39, cuarto el 30 de diciembre de 1963. Declarado a la postre mejor de aquella temporada. Negro mulato, cornicorto, bravo, con el que creó la más bella de sus obras en esta plaza y quizá de todas las hasta hoy en ella. Glorificada con una estocada caminera. Le cortó las dos orejas y el rabo. Alternaba, “Corrida del toro”, con Manolo Zúñiga, Diego Puerta, El Viti, El Cordobés y El Caracol.
 
El otro, “Lobito”, también santacolomeño, del ganadero español Félix Rodríguez Antón. Salió de regalo el primero de enero de 1971. Pretendiendo revertir una bronca de autor. Bravísimo en todos los tercios, también premiado después como mejor de la feria. Corriendo hacia atrás, Paco cayó a merced del encelado que le corneó fiero ante el desespero de su hermano Joaquín. Quien en la pelea recibió un puntazo. La faena fue fragorosa, emocional y a más, hasta desembocar en petición generalizada de indulto, concedido. Entonces, Camino herido, desabrochado y soberbio, desoyendo a todos le mató de través. Antes de irse a cirugía, dejando al viejo ganadero lloroso y a la repleta plaza desolada en pleno añonuevo.
 
Muchas faenas de diferente sino dejó. Para la grandeza de su tauromaquia está la historia, para su arrogancia el perdón y para mi afición, esta visión...
 
En los medios, bajo el sol, recto, frontal, sereno, capote delantero, a dos manos, trayendo al costado la embestida. Templado, lento, abandonado; el codo de salida a la altura del hombro, (--Como bailando sevillanas –que decía “Chicuelo”), la cabeza leve al embroque, y la mano suave desplegando la tela tras el cuerpo, mientras la contraria retenía la otra mitad a media altura permitiendo que el tenue y lento giro vertical sobre los talones lo envolviera en percal y toro, dejándole de nuevo en suerte. Todo con una exquisitez, delicada, sutil. Sublimando el ataque bruto en espíritu de la estética torera. No siempre la hizo igual, pero así la conservo. Deleite, buqué, éxtasis del arte fugaz...
 
Le vi torear por última vez, sienes canas, treinta kilómetros más allá, en Palmira Colombia, enero 6 de 1981, con su amigo Pepe Cáceres y El Bogotano, por cierto. Pero a qué tanta exactitud ahora, si él ya, libre del tiempo y el espacio es tan solo una imagen discrecional, ubicua e inasible…
 

lunes, 29 de julio de 2024

EL CULTO DE LOS CULTOS - VIÑETA 538

 
VIÑETA 538
 
El culto de los cultos
Jorge Arturo Díaz Reyes 29 VII 2024 
El toro sagrado de Egipto. Foto: Historia NG
Mircea Eliade, filósofo escritor e historiador de religiones. Rumano, calvo y fumador por más señas, muerto hace cuarenta años sin la menor posibilidad de ser acusado de taurino, lo constató y luego lo publicó: “El toro y la mujer son las deidades que vinculan todas las religiones protohistóricas de Asia, África y Europa”.
 
Jacques Cauvin, francés y arqueólogo reputado, informa en su libro: “El nacimiento de los dioses y la agricultura”, publicado por la universidad de Cambridge en 1994, que las primeras evidencias de confrontaciones rituales del hombre con el toro, tienen por lo menos diez mil años, aunque de seguro son mucho más antiguas, y que la lucha mortal con el animal sagrado implicaba no un acto de crueldad sino de abnegación al arriesgar y ofrendar los oficiantes en prez y favor de los dioses.
 
Marija Gimbutas, estonia y autoridad mundial en culturas prehistóricas europeas, con su texto “Dioses y diosas de la vieja Europa” identifica el toro como la primera deidad (el Dios macho), “La Gran Diosa, emerge milagrosamente de la sangre del toro sacrificial y en su cuerpo comienza nuestra vida”.
 
El toro simbolizó desde los orígenes de la cultura, la virilidad, la fuerza, el poder, la fertilidad, la vida. Su cuerna evocó la media luna creciente, los cambios climáticos que beneficiaban o perjudicaban las cosechas, y traían la prosperidad o el hambre. En su culto se recreaba el misterioso ciclo de la vida, la muerte y el renacer.
 
No cabe aquí detallar como este rito de ofrecerse al toro y darle muerte ceremoniosa subsistió a lo largo de la historia. Cómo pasó por Sumeria, Egipto, India, Grecia, Roma, Iberia. Cómo los judíos adoraron al toro joven (becerro de oro). Cómo campeó en la Edad Media bendecido por el catolicismo (credo de piedad). Como arraigó en América. Como llegó hasta hoy convertido en la corrida moderna.
 
Pero sí cabría decir que la fiesta de toros, es el único rito sacrificial, que ha sobrevivido desde los albores de la inteligencia, desde el parto de los mitos, desde el alumbramiento de la civilización.
 

lunes, 1 de julio de 2024

HISTORIA DE BARBARIE - VIÑETA 537

 
VIÑETA 537
 
Historia de barbarie
Jorge Arturo Díaz Reyes 2 VII 2024 
Yihadistas destruyen estatuas milenarias en el museo de Mosul, Irak. Foto: ABC
Hace pocos días destruyeron una estatua de César Rincón en Colombia (Duitama). Y por la mofa, y agravio con que lo hicieron podría creerse que fue solo un incidente, un aislado desmán de gamberros. Pero no, fue un acto oficial, planeado, sustentado e imposible de no asociar con un largo historial de odio. Para empezar, diez años atrás el Museo Taurino de Bogotá fue arrasado durante la alcaldía del hoy presidente de la república Gustavo Petro.
 
Que, dicho sea, no ha sido el único político en cuyo turno pasaron tales cosas. No. Han sucedido antes, en tiempos de sus antípodas ideológicos. Hace 27 años la estatua de Pepe Cáceres en la extinta plaza de toros La Macarena, había sido despedazada y arrojada al río Medellín. Presidía el país Ernesto Samper. Ahora y desde 2016, primera alcaldía de “Fico” Gutiérrez, los toros están vetados allí.
 
En la misma ciudad, donde (1991) un carro bomba había explotado a las puertas de la Plaza, minutos después de terminada la octava corrida de la feria. “En una amplia área quedaron esparcidos los cadáveres, los heridos y los restos de los vehículos destruidos” (El Tiempo). Era presidente César Gaviria.
 
Hace siete años, otra bomba letal estalló frente a la Plaza de toros de Santamaría, en día de corrida poco antes del sorteo. Inmediatamente, sin mediar investigación alguna, el alcalde Enrique Peñalosa del partido “Verde”, quien desde su posesión había manifestado: “Si me obligan a dar las corridas seré el primero en salir a protestar”, declaró que los autores no eran antitaurinos. Como muchos desprevenidos concurrentes, estando muy cerca sobreviví por casualidad a estos “no antitaurinos”.
 
Allí mismo, en esa misma temporada, se habían producido violentas asonadas contra las corridas (también escapé de ellas por los pelos). Transcurría el segundo período presidencial de Juan Manuel Santos.
 
La lista de agresiones, vejaciones y violaciones impunes a los derechos de la afición taurina. Legítima y definida por la Ley 916 de 2004 como “expresión artística del ser humano”, podría ser interminable. Quizá estos pocos hechos recordados bastarían para dar una idea de la genealogía.
 
Pero como para completar, hace un mes, tras muchas intentonas fallidas, durante las cuales el debate se caracterizó por un lenguaje injurioso, discriminador, plagado de clisés, descalificaciones moralistas y santurronería, similares a los de las bandas asaltantes y los insultos murales, el Congreso, con votaciones aplastantes pluripartidarias (100 a 5 y 93 a 2, en Senado y Cámara respectivamente), aprobó la ley de prohibición a la tauromaquia.
 
Prohibición que quitó el derecho, la razón y la legalidad a los perseguidos, para darla a los persecutores. Valga señalar qué hasta ese momento, era esta, la primera y única reforma que el parlamento le aprobaba al ejecutivo. Las demás urgentes, laboral, pensional, judicial, de salud…, por las cuales votó el pueblo, habían sido atajadas con saña. Solo en esto coincideron gobierno y oposición, ahí están los números. Solo en la causa “animalista” para extinguir los toros en todo el territorio nacional. Lo demás les era lo de menos.
 
La reciente infamia en Duitama y todo esto me trae una frase de Antonio Caballero escrita hace 32 años, tras una de las muchas apoteosis de César Rincón en España: “Si todos los colombianos asumiéramos nuestros compromisos como César Rincon asume los suyos, nuestro país sería mejor.” Hay que ver.
 
Destruir monumentos, museos, quemar libros, perseguir, agredir, criminalizar pensamientos, creencias, arte, tradiciones, recortar libertades, matar, aniquilar especies…, han sido armas de todas las ideologías. Alegar con intención proselitista cuál más cuál menos, es hipócrita.
 
Los antitaurinos colombianos, desde los extremistas hasta los legisladores, pasando por los callados complacientes, no han hecho más que sumar su presunta “superioridad moral” a la de los que también “luchando contra el mal” incendiaron la Biblioteca de Alejandría, borraron las culturas americanas precolombinas, o destruyeron, no ha mucho, las milenarias estatuas de los toros alados en Irak. Es la historia universal de la barbarie. Siglo XXI, seguimos en ella.

lunes, 24 de junio de 2024

LET IT BE - VIÑETA 536

 
VIÑETA 536
 
Let it be
Jorge Arturo Díaz Reyes 24 VI 2024  
Mozos en Pamplona, Fotograma: OneToro
Este año el retorno de multitudes a las plazas españolas, Valencia, Sevilla, Madrid…, ha empezado a levantar ampollas y clamores fúnebres en los mismos taurinos a disgusto que hasta hace poco anunciaban el acabose por falta de ellas.
 
Ahora la profecía es que las allegadas y juveniles masas, “que desconocen las cuatro reglas de la tauromaquia” (¿solo cuatro?), también van a matar la fiesta. Por vía de la desnaturalización. “La batalla de la afición está perdida”, tituló hace diez días el riguroso crítico Antonio Lorca en “El País” de Madrid. ¿Será?
 
Por supuesto el remozamiento, la popularización, la vulgarización sí se quiere de la audiencia, multiplicada e internacionalizada por la televisión, no es inocua. Trae, además de dinero revitalizador del negocio, preferencias, opiniones, voces, influencias, comportamientos “impropios”.
 
Pero no es cosa nueva, como tampoco lo es el melindre que despiertan. Sucedió igual cuando fenómenos como El Guerra, Belmonte, Manolete, El Cordobés arrastraron cada uno en su tiempo, clientelas masivas y heterodoxas. Qué también fueron descalificadas y rechazadas por el “purismo” como anunciadoras de la disolución final.
 
No hubo tal, como tampoco cuando surgieron otros “liquidacionismos”…,  la excomunión del papa Pío V, las prohibiciones politiqueras…, o la introducción, de cambios “inaceptables”: volapié, sorteo, burladeros, petos, rayas del ruedo, inseminación artificial, selección genética del toro, ayudado, capotes fosforescentes, disfraces vintage, etc, etc…
 
Desahucio y sobrevivencia han sido constantes históricas en el toreo. Y esta vez también. Porque las “preocupantes” concurrencias actuales lo que prometen no es fin sino futuro. Claro, no puede ser esa incipiente afición de nuestros nietos, la misma nuestra, como tampoco esta lo fue de la de nuestros abuelos. Ni aquella de las que a su momento siguieron a Gallito y Belmonte, Lagartijo y Frascuelo, Chiclanero  y Cúchares, Romero y Pepeillo…
 

Pues, la afición, qué es tradición, devoción, conocimiento, se transmite mejor por vía del afecto, la costumbre, la intuición y la razón. Aunque tarde. Es un proceso, cada camada va fraguando la suya como lo hace con toda su cultura. Espíritu del tiempo. ¿Por qué tener miedo a las mesnadas novicias que arriban al tendido con su curiosidad, frescura y desenfado, si nosotros a nuestra lejana vez también los trajimos?
 Los niños usan las palabras, juegan con ellas hasta que atrapan su significado (…) no existe ninguna razón para que este mecanismo deje de funcionar en el adulto.” Señala Paul Feyerabend (epistemólogo). De la misma forma se adquiere y moldea la afición, que al final ninguna es igual aquí que allá, en este o en aquel, a los veinte o a los ochenta.
 
Sí, verdad, los no iniciados, tienden a ser alharacosos, frívolos, triunfalistas, ingenuos, orejeros, a no diferenciar cal y arena, a imponer su ruidosa cantidad, a diluir las rancias idiosincrasias y desafiar chovinismos. Pero paciencia, es la edad. Aún es país para viejos. Iniciar en los misterios, transmitir valores, modular la novel efervescencia, es su tarea, junto a comentaristas, críticos y presidentes, que no se plieguen a los desvaríos de las mayorías intonsas o a las conveniencias. Ahí es donde están el problema y la solución.
 
Es por ese camino, mejor que por el apague y vámonos, o por la intolerancia robesperiana del “sin terror la virtud es ineficaz”. Ya la recién llegada generación madurará, y hará de la fiesta su propia fiesta, como hará del mundo su propio mundo. Luego tratará con la siguiente.
 
Mientras tanto, jugar, cometer sus propios errores, atrapar significados, aprender…, es su derecho y su fatalidad. Let it be.