lunes, 26 de febrero de 2024

AGONÍA DE LA MODERNIDAD - VIÑETA 529

 
VIÑETA 529
 
Agonía de la modernidad
Jorge Arturo Díaz Reyes 26 II 2024 
Foto: Camilo Díaz

Cambiar eso de que viene el toro, te quitas tú o te quita el toropor el “que viene el toro, NO te quitas tú, quitas al toro”, fue una revolución.

Quedarse quieto, esperar, aguantar. Lo demás vino después. Porque las revoluciones que son tales, triunfan, dominan, avanzan, se estancan y son desplazadas por otras, como señaló el filósofo norteamericano Thomas Kuhn.

Ya en sitio, gobernar la dirección y altura de la embestida. Poner el cuerpo en la trayectoria. Sincronizar. Mantener el terreno para repetir sin huir, una y otra vez. El pentateuco del toreo moderno: Parar, templar, mandar, cargar la suerte y ligar. Que por consenso historiador iniciaron Romero, Pepe Illo, Costillares y culminó Belmonte. Quién, cuando le gritaron ¡Así no! contestó ¿Y no es así qué se torea? Pues había visto a El Sacristán su ídolo de infancia, de él y de Triana.
Pero este había visto a El Espartero, y este a Desperdicios y este a Pedro Romero. Más de un siglo para imponer el modernismo y otro para sofisticarlo; Chicuelo, Manolete, Ordóñez, Curro y… la nueva revolución.

La del posmodernismo contra el modernismo. La del toreo “anacrónico” de hoy, al de la nueva era. Esta del internet, la inteligencia artificial, la virtualidad y la imagen sobre todas las cosas. Donde el empaque prima sobre el contenido, la apariencia sobre la realidad, la publicidad sobre la percepción. En todo: la información, la política, la industria, la guerra, el arte y hasta la ciencia. Los acontecimientos, los candidatos, las mercancías, los héroes, las obras, el progreso…, no son como son, si no como los pintan.

Y para estar a tono y sobre seguro, en vez de torear, simular. Representarlo, describirlo, comentarlo y venderlo por pureza.  El toro bobo. El parón y la huida. Lo superfluo por canon. Las patillas, el estrafalario vestir. El estrambote. Las poses. La evocación retórica de los tiempos épicos. La emoción impostada y prefabricada por la propaganda. La parodia de clasisismo. La dictadura de la clientela pseudo aficionada (es que con aficionados no se llenan plazas). La supuesta salvación de la fiesta por la fatuidad. A cambio de no ser, parecer.

Pero un momento, respeto, la cosa siempre ha sido paulatina, todavía se sigue muriendo en el ruedo. Aún saltan fieras, aún hay toreros y enterados.

Uno muy brillante falleció esta semana. Mi querido colega Fernando Claramunt, con quien algún día de San Isidro, hace años, en la sala Cossío de Las Ventas, alternamos conferencias. No tuve más consuelo que releerlo en silencio. Al azar, tomé: “Toreros de la generación del 98”, me hundí en él, y una cosa llevó a la otra…
1894: Ocho caballos llevaba el coche de “El Espartero” (…)

Revolución, es la palabra mágica en la época… Era un intuitivo precursor de Antonio Montes, “carne de pitón”, y de Juan Belmonte, tantas veces corneado por pisar terrenos del toro… Desperdicios le llamó a su casa y le regaló un estoque como muestra de aprecio y admiración. (Él, que no admiraba a nadie).

Fernando, Fernando…, irrepetible Fernando, te has ido a tus bien vividos 95 años, en plena revolución posmodernista. Descansa en Paz.

lunes, 19 de febrero de 2024

CURRO Y BLANQUITO - VIÑETA 528

 VIÑETA 528
 
Currro y Blanquito
Jorge Arturo Díaz Reyes 19 II 2024
José Blanco Robles “Blanquito”. Foto: Gestauro 
Han vuelto a premiar a Curro Romero. ¿Habrá un torero en la historia que hayan premiado más? Esta vez, la Junta de gobierno de Andalucía, con el trofeo “Costillares” a toda una vida. Fue hace diez días ya, pero nunca es tarde para hablar de Curro.

He leído las noticias, visto las fotos, los videos y analizado los comentarios. Ceremonia, reverencia, en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla. Entró al salón, hierático, frente alta, soteniéndose del brazo de Morante de la Puebla. Seníl sí, pero majestuoso. Sin querer, como siempre, brilló entre todos los notables. Su discurso de agradecimiento fue leído por un portavoz. “He intentado hacerlo todo de verdad y no engañar a nadie; ni a mi mismo”.

Y yo a la distancia enterándome y conmoviéndome, volví a mis recuerdos y a ese largo monólogo que sostuvo frente a don Antonio Burgos (qepd), su merecido biógrafo, quien para gratitud de la posteridad lo editó, lo transcribió y lo publicó con un título justo: “La Esencia”, hace 24 años. Uno de los grandes textos de la literatura torera, que con todos los honores puede reposar junto al similar “Juan Belmonte, matador de toros” de Chaves Nogales. Por lo menos en mi humilde biblioteca y en mi sentimiento lo está.

En él, sabio y sencillo, sincero y modesto, con su lenguaje de pueblo andaluz, Curro se cuenta todo, con “luces y sombras”. En la página 122 (de las 400), habla de Blanquito y se define con el relato:
Blanquito era un hombre tan enamorado del arte, que su padre, conserje de la Plaza de toros de Sevilla” y muy gallista. Le dijo de niño:
    —¿Y tú de quién eres partidario? ¿De Joselito o de Belmonte?
    —Yo, de Belmonte.

Porque Blanquito iba buscando el toreo de profundidad, no toreros poderosos y de recursos… y dijo de chiquillo:
    —Belmonte…
Y fue el padre y le pegó una guantá, porque el padre era de Joselito(…)
Y Blanquito cuando me vio a mi torear, me dijo:
   
    —Tú te vienes a Madrid que te voy a presentar un hombre que trabaja y que te puede hacer torero. Diego Martínez Vidal.
Y cuando Blanquito le habló de mi le dijo:

    —Te voy a llevar un torero que torea de cadera a cadera…
Y me decía:
    —Mira la carta que le voy a poner a un periodista que es bueno en Colombia…

Y ponía siempre eso: “Curro Romero torea de cadera a cadera”(…)
 
Blanquito se llamaba José Blanco Robles, después de haber ido (banderillero), aparte de conmigo, con Domingo Ortega antes y luego con César Girón. Murió en el 68.
 
Blanquito había querido ser torero y me hablaba siempre de como toreaba Curro Puya.

Quizá mientras le homenajeaban esa tarde, por la vieja memoria de El Faraón revoloteara de nuevo el fantasma del que tanto influyó para que él llegase a estar allí.

lunes, 12 de febrero de 2024

"INJUSTOS, SÁDICOS Y DESPRECIABLES" - VIÑETA 527

 VIÑETA 527

 
“Injustos, sádicos y despreciables”
Jorge Arturo Díaz Reyes 12 II 2024 
Ernest Urtasum, ministro de Cultura español en el Senado. Foto: El Diario

Hace una semana, Ernest Urtasum, ministro de Cultura de España, asistió al Senado para ratificar su afirmación de que la tauromaquia es “actividad injusta, sádica y despreciable, que nada tiene que ver con la cultura”, y respaldarla con: “Que hay una mayoría de españoles que no comparten el maltrato animal”.

Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia, terció en defensa de los millones de agraviados con una sólida y argumentada carta, invitando al ministro a dialogar.

Parecería entonces un asunto entre españoles, una cuestión de gobierno y política nacional. Pero no, los insultos, las descalificaciones y el sofisma con que se pretenden justificar trascienden las fronteras. Agreden a muchos más, no solo a los españoles, pues tocan con las concepciones universales de cultura, libertad, democracia.

Nos agrede a todos. No solo a quienes el alto funcionario excluye de la cultura, por “padecer” de cultura taurina. Lo cual contestó muy bien Victorino. Sino que paradójicamente al excluirnos nos incluye. También pertenecemos a la “mayoría que no comparte el maltrato animal”.

Y con más razones demostradas. La tauromaquia no es solo arte, es más un culto a los animales y la naturaleza toda. El credo y la liturgia con que se cría y sacrifica en franca lid el toro de lidia, superan en cuidado, respeto y amor a los que los humanos han dispensado y dispensan a cualquier especie sobre la tierra. La corrida es un rito de honor. Una tragedia, en el concepto griego.

Pero, aun así, considerándonos miembros de esa mayoría no maltratadora, no participamos de la opinión ministerial de que la democracia sea el gobierno de quienes opinan, como dijo el revolucionario norteamericano Thomas Jefferson, que el 51% tiene la potestad de lanzar por la borda los derechos del otro 49%.

El toreo del cual hay testimonios prehistóricos ha sobrevivido milenariamente a muchos prohibidores y seguramente lo haga a la procacidad de un funcionario público (propiedad pública) de cuya gestión quizá no quede ningún recuerdo pasados unos años.

lunes, 5 de febrero de 2024

EL PASADO NO PASA - VIÑETA 526

 
VIÑETA 526
 
El pasado no pasa
Jorge Arturo Díaz Reyes 5 II 2024 
Robleño, Las Ventas 2023. Fotograma: OneToro

Agrupados en un solo cartel, los treinta y un festejos que anuncia Las Ventas entre el 1 de mayo y el 16 de junio, hacen cuerpo. Denominaciones aparte: de abono y no, de feria y no, de homenaje y no, todos uno. El toro de Madrid, el público de Madrid, la exigencia de Madrid, la televisión, la afición y la crítica del mundo enfocadas en el gran ruedo, escenario máximo del toreo. No por estribillo menos cierto.
 
Qué este sí, qué este no, qué a este mucho qué a este poco, qué porque no este con este, qué porque acá y no allá… Cada quién mira desde su lado, y por supuesto, como siempre los americanos; qué como nos trataron, qué si nos lo merecemos, qué no nos pueden ignorar, qué hacemos parte integral de la fiesta que hace agua por este lado del mar. Que necesitamos atención.  
 
Seis, tres mexicanos, un peruano, un colombiano y un venezolano. Calita, Leo Valadez, Isaac Fonseca, Roca Rey, Juan de Castilla y Jesús Enrique Colombo, respectivamente. Los dos últimos con los miuras el 19 de mayo. Los tres primeros en carteles de poco fuste y “garantía” que llaman las figuras, y solo el peruano por derecho propio en dos, en los que la mayor importancia la da su propia presencia. Ninguno, salvo este en la De la Cultura, en las corridas de postín (Prensa, Beneficencia, In memoriam, Homenaje).
 
Claro, la atención hay que ganársela y sobre todo allí. Además, la empresa que se juega su plata y responde tiene la potestad de organizar a su real saber y entender, y también de sorprender mucho, haciendo de su propio torero, el ahora opaco Alejandro Talavante, base de la temporada con cuatro lujosos carteles cuatro, y cuatro “prometedoras” ganaderías. De no creer. Cuando hay tantos a la espera y el negocio clama por meritocracia y renovación.
 
Esperaremos, cómo cada año el milagro que Madrid alumbra de cuando en vez, erigiendo un nuevo ídolo, un ignorado que se abra pasó contra toda dificultad, como aquel que dejó vislumbrar el mencionado extremeño a principios del siglo, cuando siendo novillero instruido por Antonio Corbacho se quedó tan quieto en los medios que nos dejó a todos boquiabiertos.
 
Esto es duro, siempre ha sido así. El pasado no muere, ni siquiera pasa, dice Gowan Stevens, el atormentado personaje de Faulkner en “Requiem por una monja”.

lunes, 29 de enero de 2024

UN ASUNTO DE HONOR - VIÑETA 525

 VIÑETA 525 

Un asunto de honor
Jorge Arturo Díaz Reyes 29 I 2024 
Roca Rey 2023. Fotograma: OneToro 
Figuras del toreo americanas, en América muchas, que lo hayan sido también máximas en España, muy pocas. Pueden contarse con los dedos de una mano, más uno quizá. Figuras digo, de tauromaquia, de afición, de multitudes, de contratos, de mandato.
 
El más reciente caso, sin duda, Andrés Roca Rey. El joven peruano, puntero actual del escalafón, y dueño de las taquillas, que con su personalidad y toreo veraz ha cautivado los públicos hispanos y del mundo, (con petardo y todo, acaba de llenar La México, la plaza más grande del mundo) y gran parte de la jamás unánime crítica. Liderato pretendido por todos, de propiedad tradicional española, que solo han interrumpido en la historia esporádicamente los ultramarinos…
 
Mariano Ceballos “El Indio”, salido de Acho a finales del Siglo de las Luces, que montaba los toros asombrando la Península hasta que murió en la plaza de Tudela. Tanto impacto tuvo, que fue inmortalizado por Goya en cinco de sus obras, más que cualquier otro torero.
 
Rodolfo Gaona, el mexicano, que a comienzos del siglo XX se acaballó en dos épocas; la de Bombita y Machaquito y luego la de Joselito y Belmonte. De quien escribiera el historiador español Néstor Luján: “Gaona fue un artista extraordinario… la elegancia más auténtica de la Fiesta, solo comparable, según los aficionados antiguos, a Lagartijo…
 
Fermín Espinoza “Armillita” en la Edad de plata, puntero del escalafón en 1935. Cuyo predicamento llegó a ser tal, que los españoles se negaban a torear con él, y sin querer forzó el gesto suicida de Victoriano de la Serna en Las Ventas, cuando a este, alternando con Domingo Ortega y Manolo Bienvenida, la plaza en coro les reclamaba “México, México”. A lo cual el segoviano contestó arrojando los trastos y tirándose de rodillas a esperar la cogida (que ocurrió) gritando “España, España”.
 
Carlos Arruza, el espectacular “rival” mexicano de Manolete, que lideró las estadísticas con 108 festejos en 1945, y se negó a sobrepasarlos por respeto a Belmonte, quien por entonces poseía el récord con 109 desde 1919. Y que al final dejó de torear allá por la ruptura del convenio sindical entre los dos países.
 
César Girón, el moreno venezolano que a mediados del siglo XX se hizo dueño de las concurrencias y las clasificaciones. Con gestas como aquella de cortar dos orejas y rabo, dos veces consecutivas, con solo dos días de diferencia, en La feria de abril de Sevilla, y que encabezara los años 1954 y 56. “Fue la bizarría, la gesta y la casta”, le definió el escritor asturiano José Luis Suárez-Guanes de la Borbolla.
 
César Rincón, el colombiano, que descubrieran Joaquín Vidal (“César Rincón sube a los cielos”) y Madrid en 1991, abriéndole, nunca antes ni después a nadie, cuatro veces consecutivas la Puerta Grande de Las Ventas aquel año, más otras dos andando el tiempo, y quien defendió su primacía entre dos siglos ante toda la élite de su tiempo.
 
Y pare de contar. Gustos y afectos aparte no son más. Los hechos y los historiadores lo dicen. Fue natural y afortunado que frente a ellos el orgullo torero español se picara. Es su “Fiesta nacional”, su creación, su herencia… fuera de parentescos culturales. Y aunque algunas veces llegaron hasta el veto y el “rompimiento”, ello jamás fue óbice para que al final haya sido la valía de cada uno la que lo pusiera en el corazón y en el recuerdo del pueblo y lo enriqueciera.
 
Ahora, la polvareda mediática que la enemistad del reinante Roca Rey con el acreditado y temperamental retador Daniel Luque, provoca su negativa a alternar con él (¡un americano apartando a un español, y en España!), mucho me temo, pueda exacerbar la xenofobia minoritaria (por fortuna), que al impulso de los vientos que corren por el mundo ya ha brotado en Las Ventas y de pronto en otras plazas.
 
El limeño dice, “toreo con quien quiero” (su derecho sí), pero el de Gerena, con todos los méritos, desafía: “me vetas, me rehúyes”. Entonces, a despecho de fueros y muchos antecedentes continentales inversos, no caben más consideraciones.
 
Roca Rey debe recoger el guante que le han arrojado, aceptar la confrontación; mano a mano, en terna, en sexteto, con el hierro que sea, donde sea y cuando sea. Es lo valiente, lo caballeroso; un deber de justicia, hombría y honor. Todo eso puede sonar melodramático, anticuado, quijotesco si se quiere, pues para desgracia de la humanidad, son valores en abandono, pero por ello mismo los que siguen justificando la existencia de la Fiesta.
 
Sin embargo, ya el célebre Domingo de Resurrección en Sevilla no podrá ser. El cartel ha sido cerrado por la empresa y, además a quien sacarían o a quien

lunes, 22 de enero de 2024

PACIENCIA, PACIENCIA... - VIÑETA 524

 VIÑETA 524
 
Paciencia, paciencia…
Jorge Arturo Díaz Reyes 22 I 2024 
Las Ventas. Foto: Juan Pelegrín, Comunidad de Madrid
Que la cartelería está revejida. Qué hay una gerontocracia. Que no hay renovación. Que se han tomado 75 alternativas en los últimos tres años y no hallan sitio. Que hay vetos. Que como decía tres días atrás en El País Antonio Lorca “la fiesta de los toros quedó anclada y paralizada”. Qué los empresarios y su indispensable rentabilidad tienen la culpa… ¿Será posible?
 
Vamos a ver. ¿Qué contratan los empresarios? Pues lo que la gente quiere ver, toros y toreros. De Perogrullo, no hay ni hubo uno que no sepa, qué al menos en esto de pagar boleta, el cliente siempre tiene la razón. Su negocio es llevarlo a la plaza y a las pantallas ahora. No al contrario. Independiente de circunstanciales marrullas, intereses cruzados y maniobras oficinescas, que siempre han existido.
 
¿La responsabilidad es entonces del público? ¿Pero, es autónomo el público en sus gustos y decisiones? No del todo. La opinión general, y en ella la taurina, por supuesto, está movida por una fuerza mayor; la publicidad, directa y subliminal. Que cotiza y devalúa, reparte fama y anonimato, construye y destruye prestigios, a gusto del anunciante. Lo sabe todo el mundo. Nada escapa.
 
Claro, sin embargo, en el toreo, arte real de vida y muerte, suceden cosas y reacciones que desbordan esa fuerza. Verdades tan de bulto que hay que asumirlas porque sí, a las buenas o a las malas, y que ni los más ladinos pueden tergiversar. Pero eso es otra cosa.
 
Antes eran el toro a los cinco y el torero a los veinticinco. Hoy, el toro a los cuatro (si acaso) y el torero a los treinta y cuatro y más. Por ejemplo; Excluyendo a Roca Rey quien lideró el escalafón 2023 a los veintisiete años. Los nueve que le siguieron con más contratos entran en esta última definición, en su orden: Talavante 36, Castella 41, De Justo 41, El Fandi 42, El Juli 41, Manzanares 42, Morante 44, Luque 35, Perera 40..., y Ponce anuncia regreso con 52. Toreros maduros todos, con más de 22 años de alternativa promedio. Alto, sí ¿Pero la veteranía es mala?
 
Más abajo figuran: Juan Ortega 32, Pablo Aguado 33 y Ferrera 46, con la llamativa intrusión de Tomás Rufo a sus 24 años y 2 de alternativa en el puesto 12 de las estadísticas contractuales. Las matemáticas no mienten. Es lo que los empresarios venden, porque es lo que la gente compra. Dígase lo que se diga, ningún otro de los jóvenes emergentes (fuera de Roca Rey) ha impactado lo suficiente al público y los medios para copar la demanda.
 
Como pasó cuando, cada uno en su época: El Espartero con 21, Joselito “El Gallo” con 17, Chicuelo con 17, Manolete con 21, El Cordobés (padre) con 24, Camino con 18, José Miguel Arroyo con 17, El Juli con 16, comenzaron a reventar taquillas, bajar íconos de los pedestales, y algunos de ellos, ustedes saben cuáles, necesitaron apenas ocho años de alternativa para lograr la “inmortalidad”. Belmonte se retiró (primera vez) en la cumbre de la historia, a los 28 años, también con ocho de carrera.
 
¿Quién hoy (empresas y medios aparte) irrumpe así? ¿Cuál reta con tan arrolladora fuerza? ¿Cuál con sus hechos es capaz de arrobar el imaginario colectivo y desplazar de él a los mayores? ¿Quién aprovecha las pocas y casi únicas oportunidades para oficiar canónicamente la ceremonia y el sacrificio supremos, evocar la pureza original y cautivar las masas? ¿O es que acaso existe y los filtros no lo dejan ver? No creo, a nadie convendría. Repito, en el ruedo no se puede tapar el sol con un dedo.
 
Pero paciencia, paciencia… tenemos uno, tarde o temprano saldrá otro, quizás varios al tiempo. Ha ocurrido siempre. Si no es ya no pasa nada. Vendrá. La fiesta renueva sus ídolos por propia y natural evolución, no a capricho de nadie. Sin importar que algunos, bien agenciados, logren apoltronarse por un tiempo.
 
Cuidado con el esnobismo. Con ese clamor petimetre de qué a falta del advenimiento inmediato de una camada deslumbrante de novicios, nos la inventemos. O debamos declararnos “anacrónicos”, y feriar los principios y la liturgia, en aras del transformismo.
 
Sí. La historia del toreo esta jalonada por las figuras, que a su tiempo fueron novedosas, pero por su personal y esencial verdad. Cierto. Como no lo es menos que la tauromaquia culto milenario y la corrida, su rito, son ambos más importantes que quienes temporalmente las ofician. Significa más la misa que el cura. Frente al toro el que vale, vale. Joven o viejo…, torero.

lunes, 8 de enero de 2024

EL SECRETO DE MANIZALES - VIÑETA 523

 
VIÑETA 523
 
El secreto de Manizales
Jorge Arturo Díaz Reyes 8 I 2024 
Manizales. Foto: Camilo Díaz

¿Cuál es? El médico Juan Carlos Gómez, director de Cormanizales, gerente del Hospital Infantil, entidad propietaria de la Plaza de toros, que ha organizado personalmente la temporada taurina desde el año 2007, lo explica:
 
Todos los excedentes van para el Hospital, los beneficiarios finalmente son los niños enfermos… Aquí en Manizales los toros son una causa de todos; apolítica, desideologizada y libre de sesgos. Hace unos meses, cuándo se debatía la prohibición, el Consejo Municipal lo reiteró en un comunicado al Senado de la República, afirmando que la temporada taurina es indispensable para la ciudad… y el alcalde ha declarado que la temporada taurina es el eje principal de la feria”.
 
A diferencia de lo que pasa en el resto de Colombia y en casi todo el mundo, aquí la ciudadanía, los gremios, las empresas, las autoridades locales y regionales la reconocen la fiesta como su patrimonio cultural.
 
Cierto, no nos patrocinan ni nos dan dineros oficiales, nunca nos los han dado… La temporada se hace con recursos y esfuerzo propios. Autogestión. Comenzando a construir la siguiente tan pronto arrastran el último toro de la anterior. Cada una es un ciclo de trabajo. Madrugando, persistiendo, acercándose a la gente, enfatizando en la juventud, cumpliendo, ganándose al pueblo, atendiendo sus preferencias… el toro que gusta, los retadores interesantes y las figuras, claro, que son las que venden las ferias, lo sabe todo el mundo”
 
Ese es el secreto (no secreto) de la supervivencia en un país donde tergiversando, engañando, intimidando, los antitaurinos fanáticos y los políticos oportunistas ilegalmente han perseguido a muerte las corridas.
 
En 1997, Cormanizales recibió la plaza con apenas tenía 700 abonados, y era superada en taquillas y volumen por Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena…
 
A pesar de las dificultades sobrevenidas que afectaron las otras ferias, y en parte debido a ello, ahora es la principal feria del país, casi doblando a Cali en número de festejos. La única que no solo ha resistido sino crecido. Esta número 69 que comienza hoy, tras el primer domingo de enero como es tradición, anuncia los mejores carteles toreros entre los posibles. Dignos de cualquier gran ciudad española sí, pero con ausencias…
 
“Cómo en toda feria, es asunto de necesidades, gustos y posibilidades. A mí mismo, me hubiese encantado despedir a El Juli, que viniera Morante, o que repitiera Castella, quien reapareció aquí hace un año y ahora se excusó médicamente antes de anunciarlo. Pero cuando no se puede no se puede.
 
La no coincidencia en el mismo festejo, ni siquiera en el festival, de Daniel Luque y Roca Rey, los dos puntales de la temporada europea 2023, a quienes ahora todos quieren ver enfrentados ¿fue por veto?
 
No, no, en absoluto. Para ti, para mí, para todo aficionado Luque es gran figura, pero hace muchos años no viene y tristemente para nuestro espectador promedio es uno más. El festival hay que venderlo. Es mi responsabilidad. Aquí hay que venir y como decía ganarse al pueblo. Luque va el jueves con Ferrera, Juan de Castilla y los juanbernardos. Gran cartel.
 
Cotizan aún más la oferta cartelera, los dos triunfadores de la pasada Feria de Cali: Alejandro Talavante, además de segundo en el escalafón mundial, y Emilio de Justo. Y el triunfador de la pasada Feria de Manizales, Luis Bolívar, único con dos corridas. En cuanto a lo fundamental, el toro…
 
“Presentamos lo mejor de lo que hay en la cabaña nacional hoy. ¿Cuál ganadería falta? Quizá Salento y Achury Viejo, pero se cruzaron impedimentos de fuerza mayor. Los demás están. Los históricos Mondoñedo y Dosgutiérrez. Las Ventas, Juan Bernardo, Santa Bárbara y Ernesto Gutiérrez con dos encierros, porque es el hierro de la plaza, tiene clientela propia y su gran demanda obliga la repetición, independiente de las valoraciones que cada quién haga en cuanto a feno y genotipo... Es lo que tenemos. Es bueno. Estoy seguro de que esta temporada será exitosa, y de que la próxima, la 70, en el 2025, lo será más aún. Que se abonen desde ya.
 

Carteles

Lunes 8 de enero. Novillos de Mondoñedo para Luis Miguel Ramírez, Anderson Sánchez y Simón Hoyos.

Martes 9. Toros de Dosgutiérrez para Rubén Pinar, David Galván y Juan Sebastián Hernández.

Miércoles 10. Toros de Santa Bárbara para Luis Bolívar, José Arcila y Román.

Jueves 11. Toros de Juan Bernardo Caicedo para Antonio Ferrera, Daniel Luque y Juan de Castilla.

Viernes 12. Festival nocturno, machos de Ernesto Gutiérrez para Antonio Ferrera, Alejandro Talavante, Emilio de Justo, Cristóbal Pardo, Roca Rey, Tomás Rufo y el novillero Felipe Miguel Negret.

Sábado 13. Toros de Las Ventas del Espíritu Santo para Alejandro Talavante, Emilio de Justo y Tomás Rufo.

Domingo 14. Toros de Ernesto Gutiérrez para Luis Bolívar, Cayetano y Roca Rey.