martes, 4 de julio de 2017

LIBERALES ANTILIBERALES - VIÑETA 207

Viñeta 207

Liberales antiliberales
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 4 de julio 2017

Si la imposición de una supuesta superioridad racial, es racismo y la moral, moralismo; la cultural, bien podría llamarse “culturismo”. No como aquel de hipertrofiar los músculos, digo, sino el de usarlos contra culturas presuntamente inferiores.

Foto: Camilo Díaz
En la historia, estos tres “ismos”, generalmente movidos por otro poderoso, el economismo, han justificado segregación, prohibiciones, persecuciones, guetos, hogueras, genocidios, guerras.

El miedo al otro, su extrañamiento, eliminación o reducción han sido constantes veneradas. Por doquier, avenidas, parques, plazas están jalonados de monumentos a héroes y mártires de tales empresas.

¿Resultado de tanto esfuerzo y sufrimiento? Un mundo aún más abigarrado, variopinto, politeísta y multicultural, paradójicamente precipitado por su propia inercia (progreso) a una globalización turbulenta e irreversible.

El mercado, la vida exigen libre flujo de cosas, personas, modos y modas. Todos con todos en Internet. Ciudades, países, mosaicos de razas, cultos y culturas. El extraño a centímetros, en el barrio, el trabajo, el metro, el estadio, la escuela.

¡Tolerancia! comenzaron a clamar los liberales desde el siglo XVII. Asumir lo diverso como carácter y patrimonio de una sola humanidad. Cada individuo, cada comunidad, cada minoría como es y en paz.

A Europa (Torre de Babel), donde se reconocen 23 idiomas oficiales y quizá cientos de lenguajes autóctonos, han migrado muchos más. La Unión Europea, comprometida en respetar la identidad cultural de los asociados, pretende aclimatar también la de los advenedizos.

Tradiciones duras como la circuncisión sacra de bebés, el degüello ritual de corderos, las matanzas; kosher (judia), pascual (cristiana), halal (islámica), son aceptadas allá. Igual que la folclórica muerte del cerdo navideño en Latinoamérica o del pavo de acción de gracias en el norte.

Liberalidad integradora que choca con la satanización de la tauromaquia, rito cultural autóctono, ancestral. En Colombia, por caso, este “culturismo” es agitado en el parlamento, a coro con las consignas del terrorismo antitaurino callejero, por políticos nominalmente liberales.

DOS MESES CRUCIALES - VIÑETA 206

Viñeta 206
Dos meses cruciales
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 27 de junio 2017

Plaza de Las Ventas. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes
Como un vendaval cruzó el bimestre mayo-junio por Las Ventas. Treinta y nueve corridas entre 1º y 25 de uno y otro mes, a las cuales los estamentos fundamentales de la Fiesta: ganaderos, toreros, afición, público, empresa, crítica, medios, autoridades, jugaron sus mejores cartas. Echaron lo que tenían. Apostaron sin ahorrarse, porque Madrid es la vitrina, la bolsa, el Wall Street del toreo.

Y al cierre, lo que fué, fué. Ninguno quedó valiendo más ni menos de lo que mostró. Ya no caben disculpas. Ni qué viento, ni qué loma en los medios, ni qué niño muerto. Igual a todos los años, lo qué pasó, pasó y cada uno en su propia realidad.

Cotizaciones muy altas alcanzaron, los santacoloma de Rehuelga imperdonablemente descompletados por los veterinarios, y frente a toros diversos, las tauromaquias de los veteranos Ferrera y Ponce. Aquella clásica y esta modernista, las dos bien aclamadas, así, el errático palco hubiese caído en privilegiar la segunda con una Puerta Grande tras muertes descalificantes.

Beneficiarios más hubo. Sin echar campanas al vuelo, el joven torero Ginés Marín, el novillero Colombo y el rejoneador Galán, por ejemplo. No pocos incrementaron o sostuvieron su vitola, gracias también a la disparada liberalidad en el reparto de orejas.

Damnificados, los más, aunque algunos, con cartel a prueba de vendavales tendrán corta convalecencia; Miura, Morante (perdón por mencionarlos juntos), Hermoso... Quizás el más inesperado, por su optimismo ruidoso, la empresa, que pese a las grandes concurrencias acusa pérdidas o de pronto ganancias mínimas. Su crédito en el capítulo toro cayó al principio, pero luego recompuso con edad y trapío.

El tan respetado respetable de Las Ventas, aguantó su lealtad a la taquilla, más no tanto a los cánones. La exigencia y acierto siguieron esa tendencia decreciente de los últimos años. Es que la cultura taurina requiere más de lo que se aspira promover con las exposiciones, una corrida de clavel, figuras y toros escogidos, o matizando el callejón con invitados de la farándula mediática.

Sin embargo, los hechos, tantos festejos consecutivos y tan asistidos (de rey para abajo), gritan en el balance general que, pese a todo, la fiesta vive y Madrid sigue siendo su capital mundial.

martes, 20 de junio de 2017

FANDIÑO AL ATARDECER - VIÑETA 205

Viñeta 205
Fandiño al atardecer
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 20 de junio 2017

Fandiño en Cañaveralejo, diciembre 29 de 2011. Foto: Camilo Díaz, www.cronicatoro.com
Debutó en Cañaveralejo el 29 de diciembre de 2011. Le habían traído sus hazañas de seis meses antes en Las Ventas. Puerta grande el 2 de mayo, una oreja el 14 y otra el 2 de junio cerrando el San Isidro. Todas válidas, todas meritorias, pero en especial, digo yo porque las vi y lo pregoné, esta última, la del Cuadri “Podador” de 631 kilos. Qué difícil, cuanto riesgo, qué actitud y que estocada.

Revelación del año, nuevo torero de Madrid, garantía de valor, tantos argumentos más y sin embargo se presentó en cartel modesto. Haciendo tercería de dos colombianos; Manrique y Ramsés, con toros de Ambaló, mansos. A plaza llena jugó su carta, la que lo había sacado de la nada, esa terca voluntad. Se puso por encima del impropio lote, cortó una oreja, rondó la puerta grande, salvó la tarde y cautivó.

Tanto, que sumó cuatro ferias consecutivas. En total, seis festejos; cinco corridas de toros y un festival, recibiendo seis orejas, (todas en corrida) y abriendo una vez la Puerta Señor de los Cristales. Cuando también 29 de diciembre, ahora del 2014, tras una soberana bronca al palco por negarle las del segundo ernestogutiérrez, desorejó el áspero quinto. Paradójicamente fue su faena final en este ruedo. No regresó.

En las dos años y medio que transcurrieron después, la merma de contratos y de triunfos lo puso fuera de las prioridades de la empresa, que a su vez recortaba fechas. Pero no de la memoria de los aficionados, en especial esos del toreo macho.      

En la fiesta nadie la tiene fácil. Él quizás fue de los menos. Torero vizcaíno. Torero combativo. Torero incómodo. La zalamería y el besuqueo no eran compatibles con su recia personalidad. Los carteles de figuras y sus consabidas ganaderías le fueron esquivos. Su palmarés los reclamaba y cuando se le dieron lo justificó. La intempestiva noticia de su muerte, abrumó, apesadumbró y provocó, sucede así, sensaciones imprecisas de culpa. ¿Siempre fuimos buenos con él?

Cada ciudad que Iván pisó como torero es dueña de sus propios recuerdos. El postrero de Cali fue verlo al tardecer irse a hombros por el portón del honor para nunca más volver. 

martes, 13 de junio de 2017

LA HORMONA DEL TOREO - VIÑETA 204

Viñeta 204
La hormona del toreo
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 13 de junio 2017

Cuando la vida está en peligro salvarla es la prioridad. No es un concepto, es un mandato biológico. Un instinto más profundo y poderoso que la razón. Actúa y mueve aun contra ella. Una hormona se encarga del asunto; la epinefrina.

La producen dos conitos glandulares ubicados encima de los riñones (epinefrones), suprarrenales. Alarma, creando un estado emocional intenso y sin pasar por la voluntad, alistando el cuerpo para la defensa o el ataque.

Disminuyendo la circulación externa incrementándola en los músculos. Nos ponemos pálidos, erizados, pero más fuertes, ágiles y sangraríamos menos al ser heridos.
Aumentando la frecuencia respiratoria, dilatando nariz, tráquea, bronquios para mejor oxigenación.
Acelerando el aporte de carburante (glucosa en sangre).
Subiendo el ritmo cardíaco y la presión arterial, para llevar más combustible al motor.
Abriendo las pupilas para mayor visibilidad próxima.
Frenando el movimiento intestinal para economizar energía.
Aguzando mente y sentidos a detectar cualquier agresión. Incrementando la resistencia a la fatiga, el dolor, la distracción, el sueño.

Es la herencia de millones de años compitiendo en la naturaleza. Pero ahora, en la cultura, esta hormona responde no solo al riesgo vital sino a otros estímulos psicológicos, estéticos, como la música, la pintura, el cine… y desde luego el toreo, que conjunta uno y otros. La secretan los toros, los toreros y los espectadores. Aunque al parecer ya no tanto el organismo taurino general, que hoy atacado a muerte por los animalistas no muestra suficientemente sus efectos. No se alerta, no prioriza, no controla su actividad visceral en favor de la muscular, no multiplica sus latidos ni su tensión, y mantiene cerrado su campo visual a los mayores peligros.

Está el caso de Colombia, por ejemplo. Punto crítico a defender para la Fiesta en el mundo, ignorado. Es que ni siquiera un solo lidiador colombiano (que los hay) anunciado en las grandes ferias europeas este año, por primera vez en muchos. Un ser sin la respuesta elemental de sobrevivencia está inerme.

martes, 6 de junio de 2017

COLOMBIA, SOLUCIÓN FINAL - VIÑETA 203

Viñeta 203

Colombia, solución final   
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 6 de junio 2017

Las fuerzas alineadas contra la tauromaquia en Colombia son muchas. Las posiciones ya están asumidas. El diálogo no es viable. Los argumentos no valen, y el supuesto “debate” es parodia, porque la desproporción entre las partes garantiza la unilateralidad de la decisión última. El aniquilamiento.

¿Y la justicia? Ya tomó partido. La Corte Constitucional contradiciendo múltiples sentencias suyas anteriores la condenó y conminó a realizar de inmediato un referendo en Bogotá de resultado previsto y costo estrambótico.

¿Y el gobierno? Es el autor del proyecto de prohibición en todo el territorio nacional, a través de su ministro del interior.

¿Y el parlamento? Su primera votación en la comisión 7ª de la Cámara de Representes fue 11 a 0, unánimemente antitaurina. Según eso, los aficionados colombianos no están representados en la democracia nacional. No existen.

Además, la campaña hostil de prosélitos, políticos, alcaldes, gobernadores, parlamentarios, candidatos oportunistas coincide con los desmanes callejeros y el terrorismo desatados contra la pasada temporada en la plaza de Santamaría.

Sofismas como la humanización de animales y su definición acomodaticia cual derechohabientes. Consignas falsas como que acabar las corridas es necesario para la pacificación del país. Rotulaciones de barbarie, sadismo, tortura, crueldad, asesinato; satanizan, segregan e incitan al odio hacia una tradición cultural milenaria, protegida por la Constitución.

Sí. “Los espectáculos taurinos son considerados una expresión artística del ser humano.” Dice literalmente la ley 916 de 2004 de la República de Colombia, en su artículo 1º.

Pero de pronto, tras quinientos años, los auto-designados voceros animales, han convertido mayorías circunstanciales y representantes temporales de los tres poderes a la causa de criminalizar, perseguir y extirpar hasta del idioma esa legítima expresión artística.

Independiente de la prédica y el camuflaje legal con qué los nuevos creyentes pretendan investirse, de por medio están los derechos humanos. Los de las minorías culturales a existir, los de los individuos al pensamiento, culto y expresión libres. Para violarlos con su clamada solución final tendrán la fuerza, pero no la razón.

lunes, 29 de mayo de 2017

EL ASUNTO TORO - VIÑETA 202

El asunto toro
(Jorge Arturo Díaz Reyes)

Corrida diecinueve. Otra en que Madrid extraña su toro y protesta la falta de simetría, fuerza, raza y presencia en tres de ellos. Los toreros bregaron y se fueron sin trofeos. Pese al evidente deseo del público, que a dos tercios ocupó la plaza, por otorgar a ultranza uno del sexto.

Quizás fue la suma de solidaridad por infortunios recientes del joven espada Gonzalo Caballero, con el reconocimiento a sus esfuerzos, que no faena, frente a la ofensiva rudeza del negro Agrio. Cinco años, 610 kilos bien armados que descollaban del conjunto al menos por una cabeza.

Alzado y negado al regreso de los capotazos, arremetió de paso al caballo que guardaba la puerta y luego tras laboriosa colocación en suerte se dejó barrenar por Manuel Bernal. Carrera larga para la primera cita con la muleta que atacó punteando, y saliendo alto. Esa fue la partitura que impuso. Porque la impuso, a lo largo de toda la pelea. Unipase, trompicón, barullo, recolocación, por una mano y por la otra. Y la gente ole y ole, a favor del más débil.

La cosa duró y duró, en busca de una oportunidad para ligar con temple que no llegó, sin rendir a la estoica concurrencia. Las cuatro manoletinas finales no tuvieron más aplomo ni compostura. Pero cuando la estocada entró completa, la explosión fue jubilosa sin reparar en su colocación desprendida que prolongó la muerte hasta el aviso y el descabello.

Aparecieron algunos pañuelos y gritos orejicidas. Ni modo. Las palmas de consolación fueron interpretadas como una licencia para la vuelta al ruedo, la cual se dio en la plaza semivacía. Al parecer los que todo lo protestan ya se habían ido. Menos mal.

Morenito de Aranda destiló por momentos estilo y oficio con los sosos de turno. A Iván Fandiño tampoco le sirvieron los peredas de hoy. El asunto fue el toro. Tal vez. Pero no deberíamos olvidar que todo toro tiene su lidia. Incluso el no toro de Madrid.  

martes, 23 de mayo de 2017

FRANCIA ENSEÑA - VIÑETA 201

Viñeta 201
Francia enseña
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 23 de mayo 2017

En medio del monopolio de atención que impone la feria de San Isidro ha circulado sin mucho eco taurino una respuesta del nuevo presidente de Francia Emmanuel Macron, al periódico La Provence, fijando su posición oficial en favor de las corridas.

El toreo es una parte integral de la cultura y la economía de Francia, incluido el turismo en las regiones del sur. Soy como tal, opuesto a prohibirlo en los territorios de tradición taurina”.

Respuesta corroborada entre otros por su copartidaria y candidata en las próximas elecciones regionales, la rejoneadora María Sara.

Lo cierto es que Macron no ha hecho cosa diferente que acogerse a la historia y a la definición constitucional de su patria; libertad, igualdad, fraternidad. Patria, recordémosla cuna de la moderna democracia. Ya Charles de Gaulle había dicho alguna vez: “La historia de Francia es la historia de un permanente compromiso con la libertad”.

Hace unos años esa declaración presidencial hubiese resultado innecesaria, una perogrullada sin lugar a noticia. Un presidente declarando que cumplirá con su deber de respetar la libertad y la cultura. Pero ahora, cuando la norma es que los políticos, de la noche a la mañana cambien los principios éticos al soplo de las modas en el mercado del voto; ayer taurinos entusiastas, hoy antitaurinos beligerantes (mirar a Colombia), tales palabras impactan.

Francia dice una vez más que la democracia para parecerse a sí misma requiere un mínimo de civilización, en todos, pero más en quienes hacen del poder su profesión, su modus vivendi.

La cultura, el arte, la ciencia, los derechos humanos son tradiciones, levantadas generación sobre generación. Dinámicas, claro. En ellas el pasado sustenta el presente y alimenta el futuro. Violar ese libre desarrollo social a capricho de uno, de pocos o de muchos es tirano.

¿O no lo sería montar referéndums circunstanciales para dictar prohibiciones, por ejemplo, a los versos catalécticos, la pintura cubista, la teoría de la relatividad, la religión, o el rito milenario de los toros?