VIÑETA 564
A brazo
partido
Así se bate por su vida la tauromaquia en estos tiempos de nuevas autocracias
electivas. Cuando por doquier, el poder se ejerce a capricho, con ibnsolencia, libre de apariencias democráticas, humanitarias o siquiera higiénicas.
“Me están besando el culo”, proclamó la semana pasada, el presidente de
la primera potencia de la tierra refiriéndose a los otros gobiernos. Es el
eterno retorno, repetiría Nietzche abrazado al pobre caballo apaleado.
Pero sobre la espuma del vertiginoso “progreso” que ahora delega la
inteligencia en las máquinas, aun flota el culto inmemorial taurino, qué como todas
las viejas verdades, ha sobrevivido a la historia, los despotismos, la impostura,
manteniendo su esencia de celebración y sacrificio (hacer sagrado), de fiesta y
tragedia, de alegría y pena, de vida y muerte, de honor y purga de la fatalidad
biológica…
Acosado y acusado de anacronía en todas partes. El viernes, en Zahara
de los Atunes, cuando el matador Cayetano intentaba montar la plaza portátil para
un festejo in memoriam de su padre Francisco Rivera “Paquirri”, ciudadano
ilustre del pueblo, quizá el más. El antitaurino alcalde se interpuso físicamente
entre la maquinaria y la obra para impedirla.
Mientras al otro lado del mar, en México, la feligresía peleaba en los
juzgados por la libertad contra la persecución del partido de gobierno (una de cuyas
más connotadas figuras ha sido próspero empresario taurino). Que la “morigeración”
impuesta es “una prohibición encubierta” denuncian.
Más al sur, en Colombia, donde los toros han sido prohibidos por el congreso
(casi unánime votación) y el presidente de la república, los aficionados se refugian
en la última barrera de justicia, la Corte Constitucional. Denunciando defectos
de forma y fondo en la ley aniquiladora.
Simultáneamente, como para no perder tiempo, el Ministerio del trabajo
ha llamado a la desmovilización y reconversión laboral de los trabajadores y
empresarios del sector taurino (mismo trato ofrecido ya, con pálidos resultados,
a insurgentes y bandas criminales), dándoles ultimátum para que se presenten a
descargos (por las buenas) hasta el próximo jueves 24 de abril.
Volviendo a Europa, que en este lustro postpandemia ha mostrado recuperación
demográfica y económica de sus temporadas, la de este año se crece tras la Semana
santa con las galas del Domingo de resurrección y las enlazadas ferias máximas
de Sevilla, Madrid y Nimes.
Devoción, expectativa, largas colas. Entre tanto, en Pamplona políticos
nacionalistas plantean un milenario San Fermín sin toros, y en Madrid el
congreso español acoge otro proyecto prohibicionista, esta vez el de los
supremacistas “No es mi cultura”. Pero sí es mí cultura, la más antigua de mis verdades,
tendrán que defender del autoritarismo también allí los creyentes. A brazo
partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario