El civilizador
Por
Jorge Arturo Díaz Reyes 29 de septiembre del 2015¡Hosanna! ¡Hosanna! Aterrizó en Bogotá Leonardito Anselmi. El gran civilizador, juez de conciencias, vocero de animales, liberador argentino de Cataluña, y lo hizo, no en pelota y con el cuerpo pintarrajeado como es hábito entre sus fieles, sino ataviado con el manto de su infinita superioridad intelectual, cultural, moral y étnica. Benditos de nosotros pobres bárbaros.
Vino, con gastos pagos por
supuesto, y viáticos y honorarios, imagino, como corresponde a un apóstol profesional
de tan alta cotización.
¿El motivo de la egregia
visita? Concelebrar con su primado Petro el bautizo de la consulta antitaurina.
Consagrarla. ¡Malhaya! Consejo de Estado sapo que la pilló ilegal, abortó la
fiesta y los dejó con los crespos hechos.
Pero no importa, ya estando aquí, entrados en gastos, pues a predicar, a pontificar, a desasnar indios, a redimirlos de sus estúpidas costumbres. Y como no podía ser menos, en El Tiempo, el periódico de mayor tirada y a toda página.
Traigo el mensaje –dijo con autoridad papal –Los toros no quieren ser torturados... Las
corridas son un muerto en vida, sostenidas por el tubo de la corrupción... Hay
un gran abanico de argumentos contra ellas –Pero, qué pesar, no quiso dar ninguno
en su larga pastoral. Quizás compadecido con el poco entendimiento de la grey,
se limitó a repetir las mismas imprecaciones que vociferan y garabatean sus
energúmenos correligionarios en la calle.
En eso sí, se despachó
con todo ¡Qué talento! Anacrónicos, medievales,
torturadores, violentos, generadores de violencia, sin ilustración, contrarios
al progreso moral, machistas, horrorosos, corruptores de niños y el peor de
todos, para él que se proclama “amante de
la democracia directa”, ¡minoritarios!.. Solo ocho de 226 países --Imaginen, y pensar que su “querido” catalán
por ejemplo no se habla en ninguno, solo en una región ¿Y...?
--Colombia es un país que está luchando por evolucionar, con ejemplos como el de Bogotá –concedió (devolución de atenciones al espléndido anfitrión, claro) --En el Ecuador ganamos porque la gente no ve bien matar animales <<en público>>… Los antitaurinos decimos la verdad, el taurinismo está repleto de falacias –concluye y desafía --Estamos preparadísimos para ampliar el debate.
¿Cuál debate Leonardín? ¿El
boquisucio intercambio de injurias? ¿El de la mentira y la verdad prejuzgadas? ¿El
del inquisidor con los herejes? O el racional de los temas que convenientemente
soslayas como:
Significado ritual de la
corrida, su origen, su ética, su estética. Multiculturalidad. Lo inexorable de
la muerte. Qué es la biología. Por qué toda especie para vivir mata. El derecho
a existir como minoría social. Libertad de cultos y elección. Democracia real. Tu
raro aserto “progreso moral”. Por qué
asesinar oculto y con indefensión del animal es justo y matarlo en público, ceremonialmente,
con reverencia y oportunidad de defensa no. ¿Son los países no taurinos menos
violentos que los taurinos? ¿La violencia antitaurina verbal (como la tuya) y
física (como la de tus conmilitones) es lícita? Por qué despreciar a España. Probar
que al país de la monarquía ilustrada, en cuya época se estructuró la corrida
moderna, no le llegó la ilustración como aseguras. El extinguir una especie
para satisfacer una fobia... y otros más… es que no alcanza el papel.
En fin, para qué ofreces
lo qué no puedes dar. Para qué te metes en camisa de once varas. Mejor sigue por
ahí, pa´rriba y pa´bajo con tu modus vivendi, "civilizando" a quienes traguen tu monserga hipócrita, odiosa y vacía. Pero vete rápido por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario