Viñeta
Monólogo
interior
Por Jorge Arturo Díaz Reyes 16 de junio
2015
Vuelo
15 de Avianca, directo Madrid-Cali. Clase turista. Entre abordaje y desembarco
12 horas incrustado cual astronauta en cápsula espacial.
--Atado,
inmóvil --ordenan azafatas y altavoces.
Música
de auricular, video en la nariz, Ipad en modo avión, y libro distraen pero no
quitan la claustrofobia. Las nalgas tampoco se dejan engañar, protestan.
Lo
peor es que no pasa nada, ni un sobresalto. Calma chicha. Y el avioncito quieto
en la pantalla de ruta como burlándose. Dos comidas baratas, cubiertitos de
juguete, bandejita resbaladiza, mini servilleta, chorreón inevitable.
La
vecina, de negro, viene de Valencia. Va triste, urgente, al funeral de su padre
en Guayaquil. Salió a la madrugada, si logra conexión, llegará a media noche. Gonzalo
e Isabel también sobrevivientes de San Isidro, dormitan cinco fila adelante. Ni
modo. Solo queda el monólogo interior...
--Vuelvo
a Colombia y cual es la noticia. La noticia es que no hay noticia. Nada. Lo
mismo de siempre, políticos y medios objetando la paz, atizando la guerra. El
horror sin fin --pienso.
--No,
la noticia taurina.
--!Ah!
Tampoco. Ningún anuncio. Los empresarios no fueron a Madrid. Loperita me dijo,
durante una de las últimas corridas, que Cali había enviado carta blanca a Luis
Álvarez para contratación de toreros. No se sabe más.
--Y
a propósito, en qué irá la querella judicial entre él y Luis Bolívar --me
pregunto
--No
sé. Lo que sí sé es que ha sido enconada.
--¿El
torero de Cali estará en Cali?
--El
bebé de atrás empieza a chillar, duro, ya no parará. "El placer de
viajar". Deberían colocar todo esto en la publicidad.
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