Sultana cincuentona
Por Jorge Arturo Díaz
Reyes 22 de enero del 2015
Peña La Sultana con César Rincón, enero 14 de 2007. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes |
En Cali
eran las ocho y media. Noche de viernes, enero 22. Empezaba el año 1965. Lejos,
en las montañas, un par de semanas atrás, acababa de nacer otra guerrilla, ELN.
En Washington, Lyndon Johnson se había posesionado presidente por segunda vez
dos días antes, y faltaban otros dos para que muriera Winston Churchill en
Londres.
Pero en el
“Bar Germania”, de Cali, el de la carrera quinta con sexta, fortín de
aficionados, a Pascual Basurto y sus contertulios, quienes desde años atrás andaban
sueltos por la fiesta, lo que les interesaba era como hacerse peña taurina.
Muy del
ámbito, eso. Dicen que cuando en 1898 España perdía Cuba, Puerto Rico y
Filipinas, a manos de los Estados Unidos, los del toro allá se preocupaban más
por la muerte de “Frascuelo” y el declive de “Guerrita”. Primero lo primero,
los imperios desaparecen, el toreo es eterno.
“La Sultana”,
se bautizaron tras duro debate. Identificándose con la ciudad por aquello de
”Sultana del Valle”. Sombrero cordobés (por la patria del toreo, creo), hábito
blanco y negro, pañuelo rojo, y estrado en el tendido 4 barrera pa´rriba,
erigiéndose desde ahí en pintoresca guardia de las sagradas escrituras.
Sus fallos
tras cada toro comenzaron a ser esperados por la plaza con expectativa máxima
provocando acatamiento y aplauso las más de las veces, aunque también,
disgusto, pitos y broncas en otras. Tanto más que los de la presidencia.
Sus
protocolarios y unánimes gestos; protesta, silencio, aplauso, saludo, aclamacion
en pie y el mayor, sombreros al ruedo, adquirieron categoría de sentencias
inapelables e independientes del palco y el grueso público que las comparte o
rechaza, pero nunca las ignora.
Así mismo,
el trofeo de feria, "Sebastián de Belalcázar", a mejor faena y mejor
toro, el más acreditado y serio entre los que se otorgan en la ciudad, la
revista "Tendido 4", la consejería de años a la empresa y las
actividades docente-sociales han hecho parte de su misión semisecular por la
pureza del rito, la cultura taurina, y la dignidad de la plaza.
Una gesta no
siempre bien comprendida ni agradecida, de aficionados tesos, presididos por el
fundador Pacual Basurto y sucesores, algunos reelectos varias veces: Diego Sarmiento, Óscar Peláez, Mauricio
Basurto, Gabriel Arbeláez, Jaime Gutiérrez, Armando Eraso, Pedro Arboleda,
Álvaro Eraso, Isaac del Real y desde hace muchos años Felipe Tedesco.
Mañana,
con entrega de premios a la temporada 2014, condecoraciones a veteranos y cena,
celebra "La Peña" su meritorio cumpleaños en la vieja sede de la
Escuela Taurina. Vale.
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