Viñeta
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El rapero desalmado
Jorge Arturo Díaz Reyes, Cali febrero 22 de 2021
Cuando Víctor Barrio murió en el ruedo de Teruel por la cornada de Lorenzo,
tercero aquel 9 de julio de 2016, la noticia, las fotos y el video corrieron
por las redes provocando consternación, pesar, luto, pero también salpicaduras
de inhumanidad, de bestialidad. Entre muchas dos, las del profesor valenciano Vicente
Belenguer:
"Muere
un tal Víctor Barrio de profesión asesino de toros en Teruel…, yo que soy un
ciudadano muy 'educado' hasta el punto de ser maestro, me alegro mucho de su
muerte, lo único que lamento es que de la misma cornada no hayan muerto los
hijos de puta que lo engendraron y toda su parentela, esto que digo lo ratifico
en cualquier lugar o juicio. Hoy es un día alegre para la Humanidad. Bailaremos
sobre tu tumba…”
Y el cantautor catalán Pablo Hasel:
"Si
todas las corridas acabaran como la de Víctor Barrio, más de uno íbamos a
verlas… Ha muerto un torero. Un torturador menos, hoy el
planeta está un poco más limpio de tanta mierda".
El
educador fue procesado por delito de odio y absuelto con el argumento de que "el
Código Penal no incluye al mundo de la tauromaquia como colectivo
vulnerable". Pero el rapero, al que no se juzgó entonces, fue condenado ahora,
en enero pasado, a nueve meses de prisión, por otras expresiones no menos crueles
contra blancos diferentes.
Sus rimas de tiros en la nuca, bombas, kilos de amonal, navajazos,
piolets en la cabeza, muertes, amenazas, putería, siglas y nombres propios
fueron consideradas “enaltecimiento del terrorismo” e “injurias a la corona”. Refugiado
en la rectoría de la Universidad de Lleida, su captura ha desatado hasta hoy una
semana de solidarias y violentas protestas.
Casi al tiempo, en Washington, el Congreso de la nación,
asaltado cuando se disponía a refrendar el resultado electoral, por una turba
iracunda tras el resentido discurso del presidente derrotado, le abría juicio a
este, rechazando su incitación al terror con mayoría de votos. Amplia, mas no
suficiente para la condena (dos tercios). De su parte, Facebook y Twitter, ya se
habían anticipado a cancelarle preventivamente sus cuentas.
Debate universal. Desde distintas militancias ideológicas y
partidarias, la democracia, la legalidad, la libertad han sido invocadas con
sesgos evidentes. Pero sobre tan altos conceptos, y linduras retóricas pesa una
constante humana. Siempre, desde cualquier bando y bajo cualquier pretexto, hasta
el de la causa más justa, lo desalmado puede aflorar, justificarse y convocar
complicidad. La historia lo confirma.
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