lunes, 28 de julio de 2025

VIGENCIA - VIÑETA 572

 
VIÑETA 572
 
Vigencia
Jorge Arturo Díaz Reyes 28 VII 2025 
Marco Pérez, niño torero. Foto: Diario de Ávila
A Joselito “El Gallo” y a Manolete les bastaron siete años de alternativa, para ser inmortales antes de morir. A Manolo Granero apenas dos, y a Rodolfo Gaona ocho para ingresar en la historia universal...
 
Hoy, temporada 2025 adentro, los dos primeros renglones del “escalafón” (número de corridas cumplidas) los ocupan toreros con 28 y 19 años de alternativa respectivamente. El tercero tiene 18, el cuarto 11, el quinto 10, el sexto 21, el séptimo 25, el octavo 22, el noveno más de 10. Promedio, 18.2 años en este grupo que capitaliza la contratación. Solo asoma, en el décimo puesto, un torero con menos de una década como matador de toros, Tomás Rufo. Bueno, qué vamos a decir si Enrique Ponce se retiró este año con 35 de alternativa…
 
¿Es un sanedrín la cúpula del mercado torero? ¿Por qué? La selección es potestad de las empresas, que arriesgando su dinero se supone apuestan por las preferencias de la clientela (taquilla). Oferta y demanda, sagrada ley económica. ¿Esa es la demanda? ¿Tan inducida y vulnerable como la del resto del consumo en el mundo? Show-business, automóvil, electrodomésticos, arte, política, imagen, cosmética, comida, bebida, etc… ¿Cuánto manda la publicidad?
 
¿No juegan otros factores? Sagacidad oficinesca de los validos, relaciones, medios, intereses cruzados, monopolio (empresario-ganadero-apoderado), trato diferencial de las presidencias, desatención a las novilladas, los novilleros y los nuevos (aquellos de presentación y despedida).
 
¿Acaso sigue siendo factor principal y máximo juez el toro? ¿Cuál toro? El de “garantía”, responden a cada entrevista las muy ocupadas figuras. O según la sabiduría popular: a torero modesto, toro grande y billete chico.
 
Pero, en fin, los que están ahí es porque se lo han ganado ¿no? Sí, se lo ganaron, cierto, cómo negarlo, pero ese no es el asunto. El asunto es si se lo siguen ganando, sin afectar la igualdad de oportunidades para que otros también puedan ganárselo. Libre competencia, otra ley de la economía.
 
Por supuesto, ver a maestros en una espléndida madurez activa, es un privilegio de cada época. Qué los hubo siempre. aunque seguro no en tal proporción y omnipresencia:
 
A Bernardo Gaviño lo mató un toro a los 73 años. Antoñete alcanzó su mayor gloria a los 53. Curro Romero se retiró como santón de la fiesta a los 66... Casos excepcionales, claro, y quizás alguno de los nueve punteros actuales también lo sea. El toreo auténtico, hágalo quien lo haga, no tiene caducidad ni edad, es intemporal. Por ejemplo, El Cid, quien a sus 51 años es muy poco contratado (puesto 95 del escalafón, una corrida), fue, le cortó las dos orejas a un victorino hace tres días en Santander y se ganó una sustitución para el día siguiente, refrendándose sin acaparar. Vigencia meritoria. Además, para los veteranos están los festivales, evocadores y educadores de las nuevas generaciones.
 
Sin embargo, no se pueden omitir tampoco las quejas del fracaso o la no valoración de los pocos chances reales que se ofrecen a emergentes y retadores. La heróica encerrona del niño torero Marco Perez en el pasado San Isidro, digamos. Seguida, días después, por la apoteósis callejera desde la misma plaza de Morante. Proclama de que las viejas coronas no tambalean (al menos esta).
 
Pues a juzgar por las populosas, jóvenes y al parecer conservadoras concurrencias, la “revolución”, o siquiera la reformista renovación de la marquesina torera no parecen por hoy una necesidad ni una exigencia del público, que pone la plata. Sí, pero pueden llegar a serlo, más pronto que tarde. Ahí está la cosa, en la fatiga del metal. Y entonces…?
 

lunes, 21 de julio de 2025

HISPANOS - VIÑETA 571

 
VIÑETA 571
 
Hispanos 
Jorge Arturo Díaz Reyes 21 VII 2025 
Mariano Ceballos rejoneando en Madrid. Grabado de Goya. Foto: Wikipedia
Desde mucho antes que los romanos denominaran “Hispania” la península, los toros bravos campeaban en ella. Rafael Alberti evoca en su “Ora Marítima” (1953) el mito griego de Gerión, gigante marismeño “mayoral de toros bravos” y Heracles que se los arrebata en cumplimiento del décimo trabajo que le impusiera Euristeo:
 
Gritos de Heracles El Fuerte
resuenan en la bahía
¡He que se llevan los toros
los bravos toros de lidia!
 
Milenios después, cuando Hispania era ya España, y además ultramarina, se los trajo a sus nuevos territorios americanos, de La Patagonia hasta el tercio sur de los actuales Estados Unidos (incluido). Vastedad, qué pese a la fragmentación geopolítica sobrevenida, se sigue llamando hispana, y más al norte, con cierto tono, “spanish".
 
Lo ironiza Borges en su Historia universal de la infamia…, cuando el “Asesino desinteresado Bill Harrigan” entra a esa nocturna cantina, perdida en los infinitos llanos de “New México…, hay quienes hablan un idioma con muchas eses, que ha de ser español, puesto que quienes lo hablan son despreciados”.
 
Frontera hirsuta de la mestiza identidad, que como hablaba era, y como era toreaba. Confín del culto del toro y sus toreros míticos, que llevaron a contra vía su heredada tauromaquia y la hicieron valer allá mismo de donde había venido. “El Indio” Mariano Ceballos (peruano), que copó los ruedos españoles del siglo XVIII, por ejemplo. El mexicano Ponciano Díaz, que citaba la muerte de rodillas a fines del XIX. Luego, en el XX, los también mexicanos Gaona, Armillita y Arruza; los venezolanos Girón, y el colombiano Rincón…, que a su vez impusieron primacías de arrojo y torería.
 
Y en este XXI del ser o no ser, cuando la barbarie tecnológica borra las culturas y la política pretende exterminar al toro, acorralado en solo cinco países, aun siguen atravesando el mar de revés jóvenes lidiadores tras peligrosas ilusiones
 
Hoy, transitadas ya las tres cuartas partes de la temporada española 2025, por sus grandes ferias; Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona…, que se inició con el peruano Roca Rey al mando, y en uso de las ganadas prerrogativas y soledades del rango; se le ha visto seguido por un pequeño contingente paisano. El venezolano Colombo, el colombiano Juan De Castilla, y los mexicanos Joselito Adame, Isaac Fonseca, Diego San Román y Bruno Aloi (novillero)…, Estos, aunque con menos oportunidades, han cargado también por esas mismas plazas la representación, enfrentando y pudiendo a los toros más duros; miuras, pedrazas, escolares, adolfos…
 
El triunfo, las gestas y las bravas batallas sobre todo en el largo mayo de Las Ventas, han sido incontestables. Regionalismos aparte, habría que aceptar la entrega, el valor y el honor, con que han reivindicado el perseguido culto y la historia torera de su tierra. Campaña quizá no muy numerosa, pero sí épica la de los hispanos en Hispania este año.