VIÑETA 571
Hispanos
Jorge Arturo
Díaz Reyes 21 VII 2025 Mariano Ceballos rejoneando en
Madrid. Grabado de Goya. Foto: Wikipedia Desde mucho antes que los romanos denominaran “Hispania” la península, los toros
bravos campeaban en ella. Rafael Alberti evoca en su “Ora Marítima” (1953) el mito griego de
Gerión, gigante marismeño “mayoral de toros bravos” y Heracles que se
los arrebata en cumplimiento del décimo trabajo que le impusiera Euristeo:
Gritos
de Heracles El Fuerte
resuenan
en la bahía
¡He
que se llevan los toros
los bravos toros de
lidia!
Milenios
después, cuando Hispania era ya España, y además ultramarina, se los trajo a
sus nuevos territorios americanos, de La Patagonia hasta el tercio sur de los
actuales Estados Unidos (incluido). Vastedad, qué pese a la fragmentación
geopolítica sobrevenida, se sigue llamando hispana, y más al norte, con cierto
tono, “spanish".
Lo
ironiza Borges en su Historia universal de la infamia…, cuando el “Asesino
desinteresado Bill Harrigan” entra a esa nocturna cantina, perdida en los
infinitos llanos de “New México…, hay
quienes hablan un idioma con muchas eses, que ha de ser español, puesto que
quienes lo hablan son despreciados”.
Frontera
hirsuta de la mestiza identidad, que como hablaba era, y como era toreaba.
Confín del culto del toro y sus toreros míticos, que llevaron a contra vía su
heredada tauromaquia y la hicieron valer allá mismo de donde había venido. “El
Indio” Mariano Ceballos (peruano), que copó los ruedos españoles del siglo
XVIII, por ejemplo. El mexicano Ponciano Díaz, que citaba la muerte de rodillas
a fines del XIX. Luego, en el XX, los también mexicanos Gaona, Armillita y
Arruza; los venezolanos Girón, y el colombiano Rincón…, que a su vez impusieron
primacías de arrojo y torería.
Y
en este XXI del ser o no ser, cuando la barbarie tecnológica borra las culturas
y la política pretende exterminar al toro, acorralado en solo cinco países, aun
siguen atravesando el mar de revés jóvenes lidiadores tras peligrosas ilusiones
Hoy,
transitadas ya las tres cuartas partes de la temporada española 2025, por sus
grandes ferias; Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona…, que se inició con el peruano
Roca Rey al mando, y en uso de las ganadas prerrogativas y soledades del rango;
se le ha visto seguido por un pequeño contingente paisano. El venezolano
Colombo, el colombiano Juan De Castilla, y los mexicanos Joselito Adame, Isaac
Fonseca, Diego San Román y Bruno Aloi (novillero)…, Estos, aunque con menos
oportunidades, han cargado también por esas mismas plazas la representación,
enfrentando y pudiendo a los toros más duros; miuras, pedrazas, escolares,
adolfos…
El triunfo, las gestas y las bravas batallas sobre todo en el largo
mayo de Las Ventas, han sido incontestables. Regionalismos aparte, habría que
aceptar la entrega, el valor y el honor, con que han reivindicado el perseguido
culto y la historia torera de su tierra. Campaña quizá no muy numerosa, pero sí
épica la de los hispanos en Hispania este año.