domingo, 15 de octubre de 2017

HOMENAJE A CATALUÑA - VIÑETA 222

Viñeta 222

Homenaje a Cataluña
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 10 de octubre 2017

Estela originaria de la ciudad de Barcelona 230 D.C. Foto de:  https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10409958
Primero el idioma, luego los toros, ahora las personas y mañana todo. Excluir, excluir, excluir es la consigna de algunos políticos catalanes en modo poder. Ávidos de un estado solo para sí, a su amaño, a su albedrío.

Desmembrar a España, contra el querer de muchos, quizá la mayoría de sus paisanos, atropellando la constitución y sin consultar el derecho ni la opinión de los demás españoles.

Cómo ignorar la enorme manifestación unitaria que los rechazó el domingo en Barcelona. Cómo aceptar el arrogante desprecio. Cómo no reír ante su torpe macartización de que estaba “liderada por la extrema derecha”.

El británico George Orwell, izquierdista, crítico de palabra y hecho a todo totalitarismo, militó hace ochenta años voluntario en la guerra civil por esas tierras, y sangró sobre ellas. En su duro testimonio autobiográfico, “Homenaje a Cataluña” cuenta cómo fue combatido más ferozmente por los totalitarios de su propio bando que por los del contrario.

Los de aquel tiempo, también justificaban sus fratricidas persecuciones acusándose mutuamente de obedecer a la otra extrema. Entonces, igual podrían contestar hoy los manifestantes dominicales descalificados; que la vanidad, la rotulación y la imposición del voluntarismo sobre la razón, hacen ver las maneras del nacionalismo catalán como una concurrencia de la vieja intolerancia que rodeó el drama de Orwell.

Nazismo, estalinismo, narcisismos opuestos. Nombres idolatrados antes y execrados después, pero que siguen sirviendo a los herederos de una y otra estirpe como armas arrojadizas, como infamias que marcan y justifican cualquier agresión contra quien las recibe.

No soy español y contemplo la situación a distancia, desde el otro lado del mar. Mi opinión por tanto carece de relevancia. Pero por una cosa sí podría valer. En Colombia sabemos mucho de segregación maniquea, de invención de fronteras, pues hemos pagado el aprendizaje con lágrimas y sangre de generaciones. Acá empezamos así, aislándonos, extrañándonos y señalándonos como mejores y peores, dignos e indignos, buenos y malos... No hemos terminado.

AL FIN COLOMBIA - VIÑETA 221

Viñeta 221

Al fin Colombia
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 3 de octubre 2017

Bolivar y Ritter . Foto: www.cronicatoro.com, archivo
En artículo mortis de su temporada, Las Ventas le abrió cupo a dos matadores de toros colombianos; Luis Bolívar quien se justificó en la reciente Feria de Otoño y Sebastián Ritter, quien está por verse en la corrida postrera de la Hispanidad el doce.

Colombia, único país del orbe taurino al que la más importante plaza del mundo, y las demás de primera en Europa no le habían concedido ninguna representación torera durante su abigarrado año 2017. Salvo claro, una oportunidad (sin oportunidad) en el ciclo agosteño de novilladas para Guillermo Valencia. De resto, puerta cerrada.

Tal extrañamiento podría ser excusable para el sistema taurino, las excusas nunca faltan, si este rincón de Hispano-América, durante el mismo período no hubiese sido el baluarte más ferozmente asediado de la Fiesta en el mundo. El más obligado a ser tomado en cuenta, el más obligado a reforzar. Pues todas las fuerzas antitaurinas y todas las formas de lucha se han coaligado acá para exterminarla. Desde la terrorista hasta la parlamentaria. Por aquí es donde quieren romper la muralla.

¿Y la solidaridad internacional? No había pasado del papel y la pantalla. De clamar unidad, unidad, y sacar pecho. Pero de abrir carteles nada. Por ahí, por plazas de tercera han tenido que luchar a brazo partido tras unos pocos puestos los matadores Guerrita Chico, Juan de Castilla y José Arcila. No más.

Bueno, pero al fin, mejor tarde que nunca. Nos han dado la última carta, para el último alumno de Antonio Corbacho. Un torero hijo de torero, que tomó alternativa en ese augusto ruedo y que además de una valentía inusual ha mostrado, desde novillero, que puede torear bien. Frente a los toros (no para figuras) de Gavira y junto a dos alternantes que no le van a regalar nada, Daniel Luque y Javier Jiménez.

Sebastián tendrá que salir a por todo, por él mismo y por la Fiesta en su país donde, hay que decirlo, las empresas tampoco le han dado mucho juego. Triunfar o morir es lo que le queda. Las cosas están así.

martes, 26 de septiembre de 2017

LO QUE NATURA NO DA... VIÑETA 220

Viñeta 220

Lo que natura no da…
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 26 de septiembre 2017

Biblioteca. Foto:  Antoine Taveneaux, https://commons.wikimedia.org
Ayer, según las noticias, la venerable Universidad de Salamanca volvió a ser mancillada, y esta vez por su propio rector. Qué pena, qué vergüenza y como señala Carlos Ruiz Villasuso en su columna de Mundotoro, qué diferencia con el valiente antecesor Don Miguel de Unamuno quien hace 81 años, ante amenazas mucho mayores y a riesgo de su propia vida, defendió la esencia de universalidad y libertad intelectual que define la palabra Universidad.

Y qué alegórico también, precisamente ocurrió en el aula que perpetúa su nombre, donde la inauguración de la Catedra de Estudios Interdisciplinares de la Tauromaquia, fue cancelada para complacer a gamberros antitaurinos que amenazaban asaltarla. De nuevo el claustro amordazado por la barbarie, pero esta vez con la complicidad del primer llamado a honrarla Qué miedo.

Según leo, en el acto académico prohibido por la rectoría, se pretendía explicar, con la presencia de directivos, el programa del curso y dar al final una mesa redonda sobre el tema “Universidad y Tauromaquia, un reto para el siglo XXI”, a la cual concurrirían el periodista Chapu Apaolaza, la académica de Artes y Ciencias Cinematográficas Sol Carnicero, el investigador cultural del Real Instituto El Cano Ángel Badillo y el matador de toros Cayetano.

Yo desde el otro lado del mar, también me siento insultado. Más que por aficionado, por hombre libre, por heredero de la lengua que nos legara Nebrija, uno de los exalumnos de aquel centro, fundado mucho antes de sospechar la existencia de América, para la cual Salamanca vino a ser sinónimo de Universidad y esta de autonomía y libre examen.

Pero, además porque aún me resuenan el estallido de las bombas frente a la plaza de Santamaría en Bogotá, las injurias de los energúmenos, y las burradas de los políticos prohibicionistas. Todo eso hace hilo.

Quienes han rendido a los brutos el “templo de la inteligencia” demuestran que carecen de lo que este no les puede prestar. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

AÑO VIEJO EN CALI - VIÑETA 219

Viñeta 219

Año viejo en Cali
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 19 de septiembre 2017

Paseillo en Cañveralejo. Foto: Camilo Díaz, www.cronicatoro.com
Cañaveralejo cumple sesenta años el próximo 28 de diciembre. Su temporada conmemorativa será entonces la número sesenta y uno, y contará con nueve festejos repartidos en dos ciclos.

El primero, la pre-feria, “Toros para todos”, de tres, entre el 10 y el 12 de noviembre tendrá una novillada picada y dos corridas de toros, quizás con dieciocho lidiadores; seis novilleros y doce toreros. Para lo cual se abrió una convocatoria libre.

El segundo, la feria propiamente dicha, del 26 al 31 de diciembre, tendrá seis corridas de toros. Se rumora que el día de cumpleaños habrá mano a mano de postín. Hasta hoy están confirmados como espadas feriantes: Sebastián CastellaJosé María ManzanaresAlberto López Simón y Andrés Roca Rey.

Suenan como novedades el recién graduado venezolano Jesús Enrique Colombo, y el rejoneador colombiano Jacobo Botero. Pero habrá más nombres en los carteles que posiblemente se anuncien antes de acabar septiembre. Oigo y oigo decir Ponce. No sé. Lamentablemente sí sé que la tradicional corrida de colombianos desaparece.

De ganaderías hay más certeza respecto a las que no vendrán. Las respetables de MondoñedoSanta BárbaraGuachicono y Alahama por A o por B no entran en el nuevo formato del “Toro de Cali” y brillarán otra vez por su ausencia. De las contratadas, quizá Las VentasErnesto GutiérrezPaispambaSalentoFuentelapeña… Los hierros, Herederos de Ernesto González y Juan Bernardo Caicedo, habituales de la plaza, ni suenan ni truenan hoy. Pero podrían ser.

Para la clientela, el moderado aumento del precio de la boletería, las facilidades de adquisición y la promoción del tendido joven son alicientes adicionales.

La discreción informativa, el no anunciar sino lo confirmado, es un estilo que ha impuesto el actual presidente Alfonso Otoya. Parquedad encomiable, pero que por otro lado impacienta prensa y afición, adictas a la noticia y la especulación cotidianas.

Quizás lo más importante sea que, pese al ambiente hostil, el acoso político y la forma salvaje como acabó la pasada temporada nacional en Bogotá, Cali no se rajá y vuelve a cerrar el año taurino en Colombia y el mundo.   

SU SANTIDAD, NI MANOLETE - VIÑETA 218

Viñeta 218

Su Santidad, ni Manolete
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 12 de septiembre 2017

Misa papal en la Plaza de toros de Medellín. Foto: http://caracol.com.co "Cortesia de Arquidiósesis de Medellín"
Si la reciente visita del Papa Francisco a Colombia se tuviera que resumir en una palabra esta tendría que ser “Paz”. Con todas sus implicaciones. Lo dijo de muchas maneras.

No voy a posar ahora de hermenéutico, ni menos a favor de mis preferencias personales. Por un lado, no soy quién y por otro me falta desvergüenza. Encima, él habló muy claro. Sobran interpretadores.

Por supuesto, las enormes y fervientes masas que congregó, el arrobo de atención y medios, el altísimo rating alcanzado (que hasta silenció el huracán Irma), fueron tentaciones irresistibles para uno que otro listo.

Repito, no pretendo serlo también. Pero no puedo soslayar, aquí entre aficionados, uno de los actos que protagonizó el carismático Pontífice a su paso por Medellín. El histórico llenazo en la remodelada Plaza de Toros de la (Virgen) Macarena. Sin antecedentes. Ningún torero, ni Manolete, puso nunca ese coso tan pletórico.

Devoción, afecto, alegría en la ceremonia oficiada desde el ruedo y televisada magníficamente como toda la gira por la cadena Caracol. Pero chocaba en ella, mucho, la insistencia terca de uno de los presentadores profesionales, tras cada palabra litúrgica, en aclarar que el recinto, no era una plaza de toros.

Cierto, los recientes administradores de la edificación gustan de llamarla “Centro de espectáculos” (más rentable). Pero toda la gente la conoce como “plaza de toros”. Porque lo es, porque fue construida como tal, con todas las instalaciones, porque durante 71 años ha dado corridas y porque ya prepara su próxima temporada.

Los televidentes veíamos la homilía sobre la arena que tantos recuerdos toreros guarda, rodeada de burladeros, barrera, puerta de toriles, puerta de arrastre, puerta de cuadrillas, puerta grande, callejón y tendidos.

Pero el antitaurino informador seguía y seguía, obstinado en convencernos de que no estábamos viendo una plaza de toros. Menos mal que no le dio por que la palabra paz, tampoco quería decir paz.

lunes, 11 de septiembre de 2017

MUERTE INFAME - VIÑETA 217

Viñeta 217

Muerte infame
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 5 de septiembre 2017

La semana pasada un sicario asesinó en Palmira (Colombia) al fotógrafo taurino Elmer Agudelo. Tenía 56 años y como todos, un mundo, una familia y amigos que le apreciaban, yo entre ellos.

Elmer Agudelo. Foto cedida por "El Fito" Hurtado
Quizás no ha sido el odio antitaurino móvil del atentado. Desconozco información al respecto. Pero entre la indignación y el pesar tampoco he podido espantar asociaciones mentales involuntarias. En este país, el auge de la cobarde modalidad homicida coincide con el auge de la ferocidad contra las corridas de toros. No parece fortuito.

A diferente nivel, en una sociedad enferma de sicariato, brota la intolerancia violenta contra la muerte ceremonial, publica y cara a cara del toro. Único animal que el hombre mata en condiciones de igualdad. La condenan precisamente por eso. Mientras aprueban el asesinato aleve y masivo de todos los días en los mataderos y demás escenarios. Nos conviene dicen y comen.

Es otra manera de concebir la decencia, la vida, el derecho. Lo malo de las corridas no es matar, lo malo es hacerlo a la vista, con respeto, liturgia y oportunidad de defensa. Una ética o antiética, que, vendida desde medios y sectores políticos ávidos, bajo la falsa etiqueta de piedad animalista, quieren generalizar. A las buenas o a las malas, con sofisma o asonada, por la fuerza o el decreto.

Más que una discusión jurídica sobre lo que unos ven como espectáculo bárbaro y otros como rito de honor. Es la confrontación de dos morales incompatibles. La estética y los valores épicos del toreo insultan cada vez más la hipocresía de una cultura que chorrea muerte infame por todos lados.

El traicionero ataque a Elmer, frente a su casa, por uno que bajó de una moto sin quitarse el casco, disparando repetidamente y huyendo de inmediato, nos lo vuelve a restregar en la nariz, a todos. El puesto en el callejón de Cañaveralejo junto a la puerta Señor de los Cristales ha quedado vacío.

viernes, 1 de septiembre de 2017

CIBER...CRONISTA - VIÑETA 216

Viñeta 216

Ciber...cronista
Por Jorge Arturo Díaz Reyes. Cali, 29 de agosto 2017

Con memoria, llevo más de 65 años asistiendo a corridas, en cuerpo y alma. Pero este año he visto, completas por Internet, las ferias de Madrid, Pamplona y Bilbao. Día tras día. Sin falta.  Desde los preámbulos hasta el final. Tal como cuando voy a las plazas. Pero ahora desde mi sillón.

En tiempo real, con detalle, con múltiples ángulos de toma. Con la ubicuidad y la simultaneidad que dan tener muchos ojos (cámaras) en todas partes de la plaza, con primeros planos, aproximaciones medias y tomas panorámicas. Con colores, perspectivas y sonidos ambientales, oyendo hablar o mugir a los protagonistas. Con repeticiones a velocidad normal y a cámara lenta. Imposible captar un acontecimiento con más objetiva e íntima fidelidad. Pero tampoco, poderlo analizar y juzgar con más libertad.

Haciendo parte del público presencial, por supuesto ninguna de las dos cosas. De un lado, la limitación a la fugacidad de las acciones, al campo visual de los dos ojos, a un solo punto de toma, al alcance auditivo del par de orejas, y el depender solo de la memoria inmediata para la reconstrucción mental, reducen mucho el porcentaje de percepción y comprensión. De otro, la inevitable contaminación emocional. El efecto en el juicio, que causa ser parte de la masa concurrente, resta objetividad e independencia.

Pero esas mismas ventajas también son desventajas. La participación bilógica, física en el drama, interactuando con gesto, voz y voto. El yo estuve ahí. El yo lo vi. El involucramiento gregario, instintivo con los hechos, esencial para el aficionado, no se da.

Sin embargo, es válida esta otra manera vivir la corrida. Y aun de sentirla. Como los hinchas del fútbol que gritan frente al televisor. O los que lloran en el cine. A mí también, lo confieso, me han brotado exclamaciones y alguna lágrima. Estás loco, dice mi mujer. Y hasta redacto crónicas, que quizás me salgan tan malas como las otras, pero con seguridad no menos informadas.